Relojes inteligentes: los dispositivos móviles lograron medir cómo el Covid prolongado afecta el corazón de los contagiados

Un empleado usa una función de electrocardiograma en un reloj inteligente Fitbit en la feria de tecnología para el consumidor IFA, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus en Berlín, Alemania. Foto: Reuters.

La investigación realizada por el Scripps Rearch Institute en California logró, gracias al continuo registro de la actividad cardiaca de los voluntarios, identificar las consecuencias a largo plazo que provocarían al organismo una infección del virus.


Los “dispositivos vestibles” o wearables han sido las herramientas tecnológicas que han aumentado sus ventas exponencialmente durante la pandemia.

Según cifras de Counterpoint Research, el mercado de los relojes inteligentes (smartwatch en inglés), junto con los videojuegos, solamente en la primera mitad del 2020 aumentó en 20% en todo el mundo, con aproximadamente 42 millones de dispositivos vendidos.

Estos dispositivos, diseñados para monitorear el estilo de vida de su usuario (pasos diarios, horas de sueño, frecuencia cardiaca, tiempo de ejercicio entre otros), se pusieron al servicio de la emergencia sanitaria, y en sus últimas actualizaciones han incorporado opciones como sensor de temperatura, recordatorio de lavado de manos, convirtiéndose en una gran ayuda en la pandemia.

Dentro de este contexto, investigadores del Scripps Research Institute en California, Estados Unidos, recopilaron información de estos aparatos móviles en un estudio llamado “Evaluación de cambios fisiológicos y de comportamiento prolongados asociados con la infección por Covid-19” para analizar los posibles cambios dentro del organismo que presentaban las personas que se contagiaban de coronavirus.

La innovación en los dispositivos vestibles ha permitido incorporar tecnología en implementos deportivos, como las camisetas de la empresa ZTE’s que cuentan con 5G que pueden registrar los signos vitales de sus usuarios. Foto: Albert Gea/Reuters.

Estos síntomas, denominados como “post Covid o Covid prolongado” abarcan un abanico de padecimientos que deben enfrentar las personas que se infectaron con el virus, que van desde descamación de las manos, fatiga muscular, confusión mental, hasta daño cardiaco.

Mediante DETECT (Digital Engagement and Tracking for Early Control and Treatment) estudio que habilitó una plataforma para inscribirse en la investigación, analizaron los datos de 875 personas que informaron síntomas de una enfermedad respiratoria aguda y se realizaron un test PCR para Covid-19, resultando positivas 234 y negativas 641 personas.

Dentro de los hallazgos, los investigadores descubrieron que las personas con coronavirus tardaron más en volver a su frecuencia cardiaca en reposo (RHR sus siglas en inglés), a sus horas promedio de sueño y actividad física comparado con individuos que presentaron un PCR negativo.

Problemas cardiacos

Los pacientes Covid-19 positivos inicialmente experimentaron una bradicardia transitoria (disminución del ritmo cardíaco) seguida de una taquicardia relativa prolongada que no regresó al valor inicial, en promedio, hasta 79 días después del inicio de los síntomas.

Los pacientes infectados bajaron su actividad física diaria y aumentaron sus horas de sueño, volviendo a valores iniciales 32 días después del contagio, a diferencia de los 24 días para los Covid negativo.

Jennifer Radin, epidemióloga de Scripps Research Institute, y quien dirige el ensayo DETECT mencionó en The New York Times que hubo un cambio mucho mayor en la frecuencia cardíaca en reposo para las personas que tenían Covid en comparación con otras infecciones virales”, notando que también existía “un cambio mucho más drástico en los pasos y el sueño”.

Los pacientes infectados bajaron su actividad física diaria y aumentaron sus horas de sueño, volviendo a valores iniciales 32 días después del contagio, a diferencia de los 24 días para los Covid negativo.

Durante la recuperación post contagio, las personas que dieron positivo para Covid-19 experimentaron diferentes tiempos de recuperación de su RHR normal en comparación a las personas que dieron negativo.

Un grupo pequeño dentro de los casos positivos (32 participantes, 13,7% del total del estudio), mantuvieron una frecuencia cardiaca en reposo de más de cinco latidos por minuto con respecto a su RHR inicial, volviendo a la normalidad después de 133 días.

Con respecto a las consecuencias cardiacas de la enfermedad, Rodin agrega al medio estadounidense que “muchas personas que contraen Covid terminan teniendo una disfunción autónoma y una especie de inflamación continua, y esto puede afectar negativamente la capacidad de su cuerpo para regular su pulso”.

Los expertos concluyeron en el paper que existió un impacto fisiológico prolongado provocado por coronavirus que duró aproximadamente entre dos a tres meses, “reflejado en los niveles de disfunción del sistema nervioso autónomo o inflamación potencialmente en curso”.

Los expertos concluyeron en el paper que existió un impacto fisiológico prolongado provocado por coronavirus que duró aproximadamente entre dos a tres meses, “reflejado en los niveles de disfunción del sistema nervioso autónomo o inflamación potencialmente en curso”. Foto: Ian Landsberg/Latin America News Agency.

De acuerdo a los autores de la investigación, los datos sugieren que los primeros síntomas y una mayor respuesta inicial de RHR a la infección por Covid-19 pueden estar asociados con la duración fisiológica de la recuperación de este virus.

Si bien los datos fueron recopilados solo durante la fase aguda de la infección, imposibilitando al grupo de expertos hacer análisis comparando los cambios fisiológicos a largo plazo, los investigadores esperan conseguir un universo mayor de pacientes para comprender mejor los factores asociados con la variabilidad interindividualizada en la recuperación de Covid-19”.

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