
A un año de la Ley Karin, 3 empresas revelan cómo se están transformando
A un año de la Ley Karin, el conversatorio de RedActiva, realizado por Polo Ramírez y Francisca Jünemann de ChileMujeres, reunió a expertas de las empresas SMU, VíasChile y la Achs, para analizar los diferentes avances, desafíos y modificaciones en su implementación.

Con el objetivo de reflexionar sobre los impactos, avances y desafíos, del primer año de la entrada en vigencia de la Ley Karin, RedActiva reunió a Paula Coronel, gerente corporativa de Personas y Sostenibilidad de SMU, Rocío Pérez, coordinadora de Relaciones Laborales de Vías Chile, y a Paulina Calfucoy, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de la Asociación Chilena de Seguridad (Achs), en un conversatorio moderado por Polo Ramírez y presentado por la presidenta ejecutiva de Fundación ChileMujeres, Francisca Jünemann.
Según Jünemann, “esta es una ley cuyo espíritu es la prevención para que las personas no sufran acoso laboral, acoso sexual o violencia en el trabajo”, un aspecto que no existía en el Código del Trabajo, y que ha traídos dos cambios sustantivos. El primero, que “pasa de la reacción a la prevención” y el segundo, que “equipara el acoso laboral al acoso sexual”, lo que considera un avance clave en la protección de derechos fundamentales en el ámbito laboral.
A un año de la Ley Karin, 3 empresas revelan cómo se están transformando
Desde las distintas organizaciones se valoró en la ley la implementación de cambios culturales. “Hoy día todos estamos trabajando por lo mismo, y no que sean solo algunas empresas las que hacen la excepción a la regla”, explicó Paula Coronel (SMU), quien además destacó la importancia en la claridad del mensaje institucional y la difusión de la normativa. “Tú pusiste cosas muy claras que ya estaban, pero las tradujiste mejor en el mensaje, con el apoyo de todas las mutuales, y una mirada cultural transversal. Hoy día todos estamos trabajando por lo mismo”.
Rocío Pérez (Vías Chile), por su parte, relató cómo enfrentaron el desafío comunicacional. “Hicimos un guión con actores, mostramos qué pasa en una situación de acoso laboral o sexual en nuestra organización. Esto generó un impacto tan grande que mucha gente nos decía: ‘yo viví esto’”. Así, le dio importancia a “empoderar ese canal que es un canal serio, donde la confidencialidad y el derecho a la indemnidad que tiene cada trabajador que no va a sufrir represalia ni el testigo ni nada, le dio un peso muy relevante a esta materia”.
Desde la Achs, Paulina Calfucoy, destacó que la ley ha traído una oportunidad para profesionalizar las respuestas. “Los ambientes laborales que están libres de acoso y violencia son ambientes de trabajo que mejoran la productividad, que mejoran el desempeño de las organizaciones, que mejoran el bienestar de las personas, por lo tanto es un propósito por el cual hace mucho sentido trabajar y con eso avanzar en la implementación correcta de una ley que tiene el potencial de generar muchos beneficios".
Medidas para prevenir la violencia
Otro aspecto destacado en relación a la Ley Karin es la prevención de la violencia, incluso ejercida por terceros, como clientes, usuarios o proveedores. En palabras de Calfucoy, “desde la prevención hay oportunidades para poder mitigar los riesgos. Difícilmente eliminarlos del todo, pero mitigarlos. Medidas que pueden ser físicas, que puedan resguardar físicamente al trabajador o trabajadora que esté expuesta. Medidas en términos de procesos que garanticen una respuesta oportuna de todo, por ejemplo, en el consultorio, donde sepan cuáles son las respuestas que necesitan hacer, quiénes tienen que activar, los lugares de salida, los protocolos, etcétera. Y también, estrategias que son más conductuales, que tienen que ver con la habilidad de desescalar conflictos”.
En cuanto a la violencia ejercida por terceros, Calfucoy agregó que “como mutualidad tenemos una tremenda responsabilidad de apoyar más a las pymes, pero también quizás hay un espacio de oportunidad de mirar nuestras cadenas de proveedores, nuestra relación con todo nuestro sistema, para poder ir acompañando a esas empresas que no van a tener los recursos para poder implementar de igual forma un canal de denuncia con el nivel de expertise que eventualmente están disponibles para las grandes empresas”. De ese modo, buscan que “todas las instituciones, todos los trabajadores indistintamente de los recursos, puedan acceder a capacitación y por eso pensamos en una capacitación abierta. Pero podemos hacer muchas más cosas en conjunto”, explicó.
En la misma línea, Jünemann destacó que todos los recursos para capacitar están disponibles de forma gratuita, por lo que no habría excusa de empezar a cambiar la cultura laboral. “Nadie puede decir que no tiene plata para capacitar. La capacitación de la ACHS y ChileMujeres es gratuita, así como la guía para implementar protocolos. Todo está disponible para cualquier organización del país”.
Una ley que mejora la confianza, pero tensiona las capacidades
Pese a los temores iniciales de que la ley generaría controversias y ambigüedades, los datos levantados por ChileMujeres muestran lo contrario, donde el 95% de las personas aseguró que el respeto de su organización se había mantenido o mejorado, y un 90% lo mismo sobre la confianza de la empresa. “La verdad que las consecuencias finalmente positivas de esto en cuanto al respeto y confianza están siendo, no sé si evidentes, porque no sé si todo el mundo lo sabe, pero tenemos que mostrarla más para generar y fortalecer el espíritu positivo de esta legislación”, explicó su presidenta ejecutiva.
Sin embargo, también surgieron nuevos llamados de atención. Calfucoy indicó que “a partir de agosto hubo un incremento del 60% de presentaciones por atención psicológica temprana asociada a acoso o violencia. Es una demanda muy significativa”. Junto con esto, Coronel advirtió que “de 22 mil denuncias recibidas por la Inspección del Trabajo, solo 9 mil correspondían finalmente a la Ley Karin y apenas el 28% de los casos cerrados fueron confirmados como acoso”.
En la misma línea, Rocío Pérez expuso una de las principales debilidades que ha mostrado la implementación de la Ley Karin, que es la sobrecarga del sistema público encargado de recibir y tramitar las denuncias. Explicó que, antes de la entrada en vigencia de la ley, la Dirección del Trabajo solía emitir pronunciamientos sobre las investigaciones realizadas por las empresas. Hoy, sin embargo, esa respuesta muchas veces no llega. “Hay funcionarios enfermos por la cantidad de denuncias que están llegando y no logran tramitar”.
De esa manera, mientras grandes empresas han podido adaptarse gracias al trabajo preventivo, las pymes enfrentan un escenario mucho más complejo, ya que no cuentan con equipos internos capacitados para investigar y dependen de la Dirección del Trabajo, que no da abasto, dejando a denunciantes y denunciados en niveles de incertidumbre y desgaste emocional, explicó Pérez. Por eso, afirmó que se trata de “un desafío de Estado”, que requiere con urgencia una modificación normativa.
Desafíos en la Ley Karin
Entre las principales propuestas a corto plazo, las invitadas coinciden en que se debe seguir reforzando en la cultura de prevención. “El número de presentaciones se ha mantenido estable en el tiempo (...) pero finalmente la prevención tiene como principal objetivo disminuir el número de casos de acoso, y por lo tanto el número de denuncias”, planteó Calfucoy.
Junto con la prevención, Pérez, desde Vías Chile, destacó también la importancia de “mostrar canales, preparar equipos, formarlos en derechos fundamentales y perspectivas de género es una muy buena medida y también solicitar ciertas modificaciones a la norma, falta perfeccionarla, sí, pero eso también implica un poco mostrar el trabajo y las estadísticas hoy día que nos están pidiendo a gritos esa modificación y darle apoyo a las pymes”. Con ello, agregó que “el ilícito del acoso laboral marca la vida de una persona, incluso para siempre. Necesitábamos esta ley para reforzar que la obligación legal de proteger al trabajador”.
Desde ChileMujeres, Francisca Jünemann hizo un llamado a que las empresas con recursos asuman un rol activo en la implementación de la Ley Karin, evitando derivar innecesariamente casos a la Dirección del Trabajo, permitiendo que aquellas organizaciones que realmente no tienen la capacidad puedan acceder a esa vía. “Todas las empresas que tienen recursos, sea para tener sus propios equipos capacitados para llevar esto de forma adecuada, lo hagan, cosa que aquellas que efectivamente se vayan a la Dirección del Trabajo sean de aquellas empresas que no tienen los recursos para hacerlo por sí mismas”.
A la vez, insistió en que una buena capacitación puede marcar una diferencia significativa, al permitir gestionar tempranamente situaciones que, sin ser acoso, igualmente afectan el clima laboral. “Si tú haces una buena capacitación como la de la Achs y ChileMujeres y enseñas bien te vas a evitar una cantidad de denuncias enormes”, terminó diciendo.
Revive el conversatorio completo aquí:
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