10 consejos para el cuidado de adultos mayores por las altas temperaturas

10 consejos para el cuidado de adultos mayores en altas temperaturas. Foto Referencial.

Conoce algunos de los datos dirigidos a personas de más de 65 años para sobrellevar el calor.


Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los adultos mayores tienen una adaptación distinta a los más jóvenes, en cuanto a cambios de temperatura repentinos, ya que es más probable que cuenten con una afección crónica que cambie las respuestas normales del cuerpo.

Se presume, que al avanzar en edad, aumenta la ingesta de medicamentos recetados que afecten la capacidad del cuerpo para controlar su temperatura o transpiración. Es por lo anterior que las personas de 65 años o más, pueden ser más propensas a tener problemas de salud relacionados con las altas temperaturas.

Por consiguiente, es importante que adultos mayores y cuidadores sigan las siguientes recomendaciones.

Cuidado Adultos mayores de altas temperaturas. Foto referencial.

¿Cómo cuidar a adultos mayores de las altas temperaturas?

Para el cuidado de adultos mayores ante olas de calor, se recomiendan las siguientes 10 acciones:

  1. Mantenerse en lugares con aire acondicionado, tanto como sea posible, procurar ventilar habitaciones y permanecer bajo sombra durante el día.
  2. Beber más agua que de costumbre y no esperar a tener sed para hidratarse. Cabe mencionar que si el médico limita la cantidad de líquido o receta pastillas diuréticas, se debe preguntar sobre la dosis en días de calor.
  3. Evitar lo más posible usar la cocina o el horno para preparar alimentos, ya que esto hará que sienta más calor y que el hogar se encuentre más caliente de lo normal.
  4. Usar ropa suelta, ligera y de color claro.
  5. Bañarse o ducharse con agua fría para refrescarse.
  6. No participar en actividades físicas muy intensas y descansar de ellas.
  7. Tener contacto de amigos o vecinos, con los que se puedan ayudar mutuamente.
  8. Planificar las actividades al aire libre en los horarios que esté más fresco, como en la mañana o el atardecer, en estos casos es recomendable descansar en la sombra con frecuencia, para que el cuerpo tenga la oportunidad de recuperarse.
  9. Usar filtro solar: las quemaduras reducen la capacidad del cuerpo para enfriarse y pueden causar deshidratación. Es necesario protegerse del sol mediante el uso de un sombrero de ala ancha y lentes de sol. Debe aplicarse bloqueador con factor de protección (SPF) 15 o más alto, 30 minutos antes de salir de casa y repasar cada cierto tiempo.
  10. Ir al ritmo propio: Si no se está acostumbrado a trabajar o a hacer ejercicio en un ambiente caluroso, hay que comenzar despacio y aumentar el ritmo poco a poco. El esfuerzo, puede acelerar el ritmo cardíaco y dificultar la respiración.

Si una persona está sufriendo de un “golpe de calor”, es necesario llevarla a un área sombreada, enfriarla introduciéndola en una bañera con agua helada, bajo una ducha fría o bien envolverla en una sábana fresca y mojada.

Ola de calor en la región de Valparaiso
Altas temperaturas. Foto referencial.

Lista de preguntas para verificar el cuidado de adultos mayores

Es recomendable para cuidadores de adultos mayores, que estén monitoreados al menos dos veces al día y que se hagan las siguientes preguntas:

  • ¿Están tomando suficiente agua?
  • ¿Tienen acceso a aire acondicionado?
  • ¿Saben cómo mantenerse frescos?
  • ¿Muestran algún signo de estrés por calor?

Síntomas del golpe de calor en adultos mayores

Según información de la página web de Clínica Alemana, de acuerdo al doctor Jacob Yumha, “un golpe de calor puede llegar a causar la muerte si no es reconocido y tratado oportunamente”, aunque no es un cuadro fácil de identificar.

Entre los síntomas se encuentran:

  • Fiebre.
  • Náuseas.
  • Dolor de cabeza.
  • Decaimiento.

Además, los analgésicos tradicionales no son efectivos en estos casos, ya que podrían evolucionar y no necesariamente comenzar el día en que la persona se vio expuesta a una ola de calor.

Es importante observar muy bien y estar atentos a cualquier cambio, por muy sutil que sea, en la salud de los adultos mayores, sobre todo si la persona tiene algún grado de fragilidad.

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