A sus 29 años, Maximiliano Frey se convirtió en el primer chileno sub-30 en ser convocado a uno de los eventos internacionales del Foro Económico Mundial: la 16ª Reunión Anual de los Nuevos Campeones, conocida como el “Davos de Verano”, que este año se celebró en Tianjin, China. Como presidente de Global Shapers Santiago y jefe de proyectos del Pacto Chileno de los Plásticos en Fundación Chile, Frey fue parte de los 1.700 líderes de más de 90 países que debatieron sobre el futuro de la economía, el medioambiente, la innovación y el rol de las nuevas generaciones.

El evento, centrado en el lema “Emprendimiento para una nueva era”, abordó áreas como inteligencia artificial, nuevas energías y colaboración global. Pero para Frey, uno de los aprendizajes más potentes tuvo que ver con la necesidad de integrar miradas diversas y generaciones distintas en la toma de decisiones. “Para enfrentar los desafíos del presente y el futuro, necesitamos un trabajo intergeneracional. Una generación por sí sola no va a resolver estas problemáticas”, indicó.

La experiencia en Tianjin también dejó un mensaje sobre la ausencia de América Latina y de Chile en espacios donde se están trazando los caminos del desarrollo global. Según Frey, la presencia de nuestra región fue casi nula. “Estaba el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, pero del resto en general no había una representación relevante. Por ejemplo, se hablaba de electromovilidad e hidrógeno verde, pero no estábamos en el mapa y nunca se mencionó que nuestro país es el segundo del mundo con mayor cantidad de buses eléctricos o que estamos construyendo un nuevo centro tecnológico de hidrógeno verde en Magallanes”.

Para Frey, esa omisión es una oportunidad perdida. “Si no estamos ahí para mostrar nuestra bandera, la inversión no va a llegar al país, sino que va a dirigirse a otros mercados emergentes”, advirtió.

Innovación, sostenibilidad y acción

Uno de los temas más destacados fue la transformación energética. Lejos de ser solo una prioridad ambiental, se la entendió como una cuestión de seguridad económica y geopolítica. “La transición energética no es un tema de sustentabilidad, sino de seguridad económica y social, especialmente en este mundo con geopolíticas complejas”, afirmó Frey.

En el terreno de la inteligencia artificial, las principales conclusiones tuvieron que ver con que todas las grandes empresas de Asia ya están apalancando su potencial. Y aunque Frey destaca los avances en Chile, como los del CENIA, señala una brecha en el desarrollo de hardware. “Ahí un referente es lo que está haciendo la Universidad de Maryland con su Centro Industrial de Inteligencia Artificial, donde la industria trabaja de la mano de la academia para optimizar sus procesos con IA”.

También destacó tecnologías emergentes como compuestos estructurales para baterías o sistemas de energía osmótica, incluidas en los reportes del propio Foro, que podrían ser clave para Chile si logra anticiparse y conectar con esas tendencias, según explicó Frey.

Incomodar para transformar

Uno de los espacios más valiosos para los jóvenes asistentes fue su rol de “incomodadores”. Así lo explica Frey, donde más que provocar, se trató de participar activamente. “Hubo un panel sobre nuevas trayectorias profesionales y una pregunta incómoda fue: ¿cómo es posible exigir a los y las nuevas profesionales habilidades del futuro, pero no reconocer que existen otras instancias de formación?”, relató.

Su respuesta fue visibilizar las brechas y crear soluciones. “La mejor forma de traducir esa incomodidad es a partir de la acción. Si no visibilizamos nuestros desafíos y proponemos soluciones, no vamos a ser considerados”, enfatizó. Desde Fundación Chile, también participa del Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión, además de liderar iniciativas juveniles en Global Shapers Santiago.

Impulsar la colaboración intergeneracional

Para avanzar hacia un desarrollo sostenible real, Frey cree que es indispensable la colaboración; articular distintos actores públicos y privados entorno a un objetivo común. “Ninguna empresa, institución pública e incluso país puede afrontar los desafíos que tenemos por sí solos”. Y esa colaboración, según explica, también debe ser intergeneracional y estructurada.

“El rol de las grandes empresas es liderar con el ejemplo. A pesar de que todos debemos hacernos cargo de la contaminación que generamos, es fundamental visibilizar que estamos aportando de acuerdo con nuestro impacto. En otras palabras, seguir el principio de ‘Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas’”, afirmó.

Finalmente, Frey se refiere directamente a las autoridades nacionales, y advierte que “la colaboración intergeneracional no ocurrirá de forma espontánea, hay que diseñar políticas públicas que la fomenten. Así como hoy no es grato ver un panel solo de hombres, ojalá a futuro tampoco lo sea ver un espacio solo de personas mayores”.