Cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a hacer amistades saludables

Cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a hacer amistades saludables

“Los niños a veces tienen sus propias expectativas sobre lo que es normal en una amistad, pero deben reconocer que los verdaderos amigos no deberían ser personas que te quitan el sueño porque te tratan mal”, aseguró una neuropsicóloga.


Los padres cumplen muchas funciones importantes en la vida de sus hijos, como ser una guía en ciertas tareas que son fundamentales en su desarrollo: una de ellas es hacer amigos y mantener esas relaciones en el tiempo.

Esto cobra aún más relevancia, pensando en que, en estos tiempos, muchas interacciones se dan más que todo en las redes sociales, además de que, tras la pandemia, se han reducido los espacios sociales para los más pequeños.

“Hacer un amigo es una tarea compleja, que a primera vista parece fácil”, dijo el patólogo del habla y  lenguaje, Ryan Hendrix, a The Washington Post.

Por ello, estas son algunas recomendaciones de expertos, para que logres apoyar a tus hijos en lograr establecer amistades sanas y duraderas.

Cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a hacer amistades saludables

Cómo ayudar a mi hijo a hacer amigos

La neuropsicóloga, Courtney Murphy, aseguró que el primer paso es definir qué significa una amistad, algo que se suele pasar por alto en las conversaciones con adolescentes y adultos jóvenes.

“Los niños a veces tienen sus propias expectativas sobre lo que es normal en una amistad, pero deben reconocer que los verdaderos amigos no deberían ser personas que te quitan el sueño porque te tratan mal”, aseguró.

Esta situación apunta al típico caso en los colegios, donde los niños se ven atraídos por los “niños populares” que muchas veces ejercen maltrato emocional y físico. Por ello, es importante recordarles que la amistad debe ser una experiencia mutua, que les permita sentirse cómodos con quiénes son.

Cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a hacer amistades saludables

Después, el padre o madre puede ayudar a los niños a darse cuenta de quién es amigable o con quién podría tener intereses similares o compartidos. Por ejemplo, algún compañero de clase que tenga algún llavero en la mochila o un diseño de cuaderno intrigante que se alinee a los intereses del hijo.

Para ello, es importante que los propios niños y adolescentes conozcan sus propios intereses, y que también sean abiertos y curiosos a buscar nuevos, a medida que van creciendo.

Una vez que ya establecieron una amistad, viene el paso de enseñarles a cuidarla. “Uno de los aspectos clave de mantener buenas amistades es saber qué hacer cuando las cosas no van bien y resolver esos conflictos”, aseguró la académica de ciencias psicológicas y desarrollo, Jelena Obradović.

Estas habilidades, de entender el punto de vista de otra persona e integrar ideas y sugerencias, suelen ser muy importantes a medida que avanzan a la universidad y al mundo laboral.

También es importante no forzarlos. Por ejemplo, un niño puede no tener planes con sus amistades los fines de semana, porque prefiere hacer sus conexiones en la escuela —como en el almuerzo o actividades extracurriculares— y tener los sábados y domingos para concentrarse en actividades en solitario, como leer.

Los cuidadores deben ser sensibles con sus niños y adolescentes para lograr guiarlos, entenderlos y darles tiempo y apoyo según las circunstancias, para que puedan fomentar nuevas conexiones de amistad auténticas y duraderas.

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