Bad Bunny: El mundo es mío (y Chile también)

El ídolo puertorriqueño expande su conquista global hasta Santiago: ayer agotó en dos horas las entradas para su debut en el Estadio Nacional, con una fila virtual que llegó a tener a un millón de personas en espera, un récord histórico para los recitales en el país. Ahora la producción trabaja en amarrar una segunda fecha en Ñuñoa.


Entradas agotadas, lleno total y récord histórico. Tal como se preveía, la venta de boletos para el primer concierto de Bad Bunny en el Estadio Nacional terminó siendo un éxito explosivo y avasallador, en sintonía con el fenómeno que el astro puertorriqueño protagoniza desde su irrupción en la música urbana en 2016.

Por esos días era posible ver a Benito Antonio Martínez recorriendo discotecas, gimnasios y centros de eventos de dudosa categoría en Santiago y regiones con sus primeros hits, en medio de altercados del público y cierto desconocimiento de los grandes medios, para rápidamente escalar en cada regreso a recintos como el teatro Caupolicán, el Movistar Arena y el Festival de Viña. A tres años de su última visita a Chile y consolidado como el artista más escuchado en plataformas del planeta -por dos temporadas consecutivas-, parecía lógico que su estreno en el mayor estadio del país agendado para octubre se convirtiera en un acontecimiento, tal como ha ocurrido en otros puntos de la región.

Pero cuando se trata del autor de Dákiti, la realidad siempre se las arregla para superar a la expectativa, y ya al mediodía de ayer, una vez que se habilitó el sitio para comprar entradas para el recital, los fanáticos locales del puertorriqueño empezaron a inundar las redes con pantallazos, memes y lamentos. Los más rápidos y afortunados lograron adquirir uno de los 50 mil tickets que la producción puso a disposición, mientras otros cientos de miles veían cómo la opción se alejaba en cada F5.

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Finalmente, tras sólo dos horas, todas las localidades aparecían agotadas. Y minutos después de las 14.00 horas la organización del show oficializaba el sold-out, detallando de paso que la fila virtual para comprar entradas llegó a tener a un millón de personas en espera. “Un récord histórico para los conciertos en Chile”, anunció orgullosamente la productora Bizarro Live Entertainment.

Con esto, el espectáculo fijado para el próximo 28 de octubre no sólo se consagra entre los hitos imperdibles de una cartelera 2022 plagada de megaeventos y sedienta de recuperar el tiempo perdido por la pandemia. Además, Bad Bunny entra de lleno al selecto grupo de figuras internacionales que han vendido en pocas horas un estadio completo en el país.

Una lista que en los últimos meses han engrosado los británicos Coldplay -que harán dos shows en el Nacional en septiembre- y su compatriota Dua Lipa, quien en sólo 15 minutos despachó todos los tickets para su aterrizaje ese mismo mes en el Estadio Bicentenario de la Florida (cuya capacidad es la mitad del de Ñuñoa).

“Yo hago lo que me da la gana”; “El mundo es mío”... casi cualquier estrofa de alguno de sus éxitos sirve para ilustrar la Bad Bunny manía desatada de cara a su primera gran gira de estadios, que parte en agosto en Orlando (EE.UU.). Así, conscientes de una demanda local que fácilmente da para montar otra docena de shows en el Estadio Nacional, los responsables de su visita aseguran estar “trabajando fuertemente para lograr abrir una segunda fecha en el calendario del artista, y así poder tener al menos dos estadios en Chile de Bad Bunny, que sin lugar a dudas es el fenómeno más importante que ha pasado en los últimos tiempos”, señala el director de entretenimiento de Bizarro, Alfredo Alonso.

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