¿Por qué sigue siendo tan exitoso en Chile? ¿Por qué colapsaron las filas virtuales? Cinco preguntas en torno a Luis Miguel

19.02.2019 CONCIERTO DE LUIS MIGUEL MOVISTAR ARENA FOTO: RUDY MUÑOZ / LA TERCERA

La venta de boletos para los tres shows que el artista dará en agosto en el Movistar Arena empezaron esta mañana y se vendieron a alta velocidad. Más que asombro, eso genera un par de preguntas en torno al reinado inamovible del astro en el país. Por lo demás, sumó nuevas fechas: ahora serán cinco recitales en el lugar.


Algo así como 30 minutos. Eso duró esta mañana la esperanza de las fanáticas y los fanáticos de Luis Miguel por conseguir una entrada para sus shows en Chile del 21, 22 y 25 de agosto en el Movistar Arena: la preventa para los conciertos –a través del Banco de Chile- se agotó en media hora. Fueron 5666 boletos por fecha. Se esfumaron en un chasquido de dedos. La venta general comenzó en los minutos siguientes y la locura fue similar. También se agotó. Había hasta 300 mil personas en la fila virtual.

Por lo mismo, se sumaron dos nuevas presentaciones, para los días 28 y 29 de agosto. Hasta ahora, serán un total de cinco fechas en el recinto del Parque O’Higgins. La venta sigue en Puntoticket.

Más que asombro, sólo caben un puñado de preguntas acerca del reinado inamovible del astro mexicano en el país. Aquí el despliegue y algún intento de respuestas.

*¿Por qué Luis Miguel sigue tan vigente y exitoso en Chile?

1985 fue el primer gran show de Micky en Chile. Recién festejaba 14 años. El lugar: el Festival de Viña del Mar.

“Llegamos a un momento importantísimo para esta cuarta jornada”, es la introducción de Antonio Vodanovic sobre la Quinta Vergara. “Estamos preparados para entregarle la música de nuestra próxima figura”, sigue mientras el griterío se amplifica, las fanáticas despliegan pancartas, algunas lloran, otras pierden el aliento, mientras el cantante aparece seguro y orgulloso caminado desde uno de los costados del recinto: parece que muy poco ha cambiado desde ese recóndito momento en que Luis Miguel debutó en el país siendo un adolescente.

Han aparecido otros, han surgido nuevas modas, el propio mexicano ha tropezado con altibajos, pero su dominio en Chile se extiende casi imperturbable, en pleno siglo XXI y ahora a sus 53 años. Nada parece quitarle el cetro como el galán de la canción latina por excelencia de los últimos 40 años, parte de la memoria colectiva y transitado sin contratiempos en los suspiros de una generación completa.

“Yo creo que esto tiene una sola explicación: calidad”, califica Pablo Aguilera, conductor de radio Pudahuel y que ha seguido la trayectoria del hombre de La incondicional dese casi sus orígenes. Luego justifica: “Es un artista extraordinario, con una voz extraordinaria, y que la ha mantenido sin problemas ya en su vida más adulta. Eso no ha variado. Y ha sabido reinventarse. Le dio un giro al bolero en los noventa y eso generó un puente entre distintas generaciones. Hizo que los más jóvenes conocieran el bolero y que los más viejos lo conocieran a él”.

Aguilera también pone acento en un punto insoslayable: la propia existencia de Luis Miguel sigue siendo un anzuelo que atrapa curiosidad, morbo y fascinación. “Todo su aspecto artístico se suma a una vida misteriosa que la gente quiere seguir descubriendo, que siempre da mucho para hablar. Eso es algo que también forma parte de su atractivo”.

Luis Miguel.

*¿Vuelve renovado? ¿Tiene nuevo público?

No, no viene renovado. El suceso de “Luismi” se asienta en el peso de su propia sombra: precisamente porque tanto su figura como su música ha variado poco en los últimos años, su arrastre se mantiene y su fanaticada lo sigue idolatrando. A él sólo se le pide replicar formas, modos y tics ya conocidos de sobra: no es necesario que se pliegue a los géneros urbanos ni que baile con el Bad Bunny de moda para poder seguir perpetuando su celebridad. Su vestimenta de etiqueta parece un contrapunto solemne a la generación reggaetonera que con un look más suelto, deslavado y reluciente ha comenzado a monopolizar el planeta.

De hecho, asistir a un recital del mexicano es un acto –en general- de inmersión boomer: su público ha crecido con él, ya supera los 30 o 40 años y quiere precisamente que Micky siga encapsulado en sus días de gloria.

Por lo demás, su último álbum es de 2017, ¡México por siempre!, el que pasaba lista a clásicos del cancionero mexicano, empezando por el gran José Alfredo Jiménez. O sea, ni siquiera era de canciones inéditas. A su público le da un poco igual: nadie está esperando novedades del héroe que en el pasado ya arrojó unas cuantas.

Silvana Cortés, presidenta del fans club oficial Todo Por Luis Miguel –con 35 años de historia en el país- cree que efectivamente existe un público leal al mexicano que es el que finalmente mantiene su popularidad. Aunque también asegura que en el último tiempo –sobre todo a partir de la serie biográfica de Netflix de 2018-, se han adicionado espectadores más jóvenes.

“El público de Luis Miguel es el más incondicional que hay. Es el mismo público de siempre, somos las mismas de ayer, los fans que hemos crecido con él, de toda una vida acompañándolo en su carrera. Pero también tiene fans de todas las edades. Fans niños, adolescentes, adultos, gente mayor. El público que hemos crecido con él hemos visto su trayectoria, pero mucha gente joven gracias a la serie de Netflix pudo dimensionar sus inicios y el tremendo artista que fue desde chico. Porque muchos por un tema cronológico sólo conoce al artista adulto, pero no saben el artista que había desde antes y es maravilloso darse cuenta que a esa gente hoy también le encanta”, postula.

*¿Tiene sucesores o alguien que se le iguale?

No. La singularidad con respecto a “El Sol” es que nunca tuvo demasiada competencia y los contemporáneos con que cada tanto compartía pósters, ránkings y portadas, parecían presentarse como figuras con rasgos muy distintos a él, quizás como una forma de alejarse, precisamente porque intuían que era una misión cuesta arriba competir con su omnipresencia.

Es lógico: ¿quién puede competir con “El Sol”? Hasta ahora, ni la ciencia tiene respuesta.

Cristian Castro a principios de los 90 intentó mostrarle los dientes, peinándose con gomina, exhibiendo chaqueta y corbata, e interpretando melodías de sufrido romanticismo y entrega. Pero, más allá de un par de hits, no le dio. Su éxito se fue desvaneciendo, no supo mantener su estampa y hoy ha rematado en una suerte de artefacto kistch que hace no mucho terminó bailando en calzoncillos en un show del dúo argentino Miranda!

Ricky Martin o Chayanne prefirieron explorar otras rutas: el baile, el movimiento, la sensualidad como un agite permanente en vez de la elegancia de un bolero confeccionado con clase ante un micrófono. Enrique Iglesias nunca tuvo una gran voz y su carrera ha derivado en otras expresiones. Y la generación completa de la música urbana, todos los eslabones que unen a Daddy Yankee o Bad Bunny, hacen foco en otro público, otra estética y otro lenguaje.

Luis Miguel parece estar siempre por sobre todos ellos.

Pablo Aguilera concluye y matiza: “Cada artista tiene lo suyo. No sé si hablaría de sucesores o reemplazos. Frank Sinatra es único, no tiene sucesor, pero eso no significa que no haya buenos cantantes después de él. Hay muchos que tienen una gran voz. Pero claro, el talento de Luis Miguel es extraordinario y único”.

*¿La serie de Netflix ayudó en su carrera?

Claro, ya está dicho. Lo humanizó y justificó su personalidad siempre férrea y alérgica a la sobrexposición, atendiendo a que ha sido una persona golpeada por un padre tirano y por la desaparición de su madre.

LUIS MIGUEL SEASON 2 (L to R) DIEGO BONETA as LUIS MIGUEL in LUIS MIGUEL SEASON 2. Cr. MAYRA ORTIZ/NETFLIX © 2021

Eso hizo que ampliara su rango de público. Un poco en edad, pero también en más audiencia masculina que cayó flechada con su trama personal e incluso en mujeres que reconocen que sabían casi de memoria todo su inmenso catálogo de éxitos, aunque nunca habían reparado en aquello. La producción de Netflix cristalizó en otro formato una idolatría acumulada por décadas.

Aguilera asegura: “La serie fue una gran ayuda, porque lo devolvió a una cara más humana, a un hombre con problemas de infancia, con un padre dominante y castigador, con una madre desaparecida, con una familia disfuncional, con un éxito temprano… me parece que todo eso armonizó su imagen”.

Cortés se suma: “La serie, más que servirle a él, le sirvió al público. Sirvió para que mucha gente conociera su verdad. Para que vieran que desde chico fue un artista de esfuerzo. Detrás del artista, había también una persona”.

Cuando en 2019 Micky estuvo por última vez en Santiago, ofreció cuatro espectáculos en el mismo Movistar Arena y la producción ya se había estrenado. ¿Se mostró distinto y menos distante? En efecto: sobre el cierre de uno de sus recitales, al salir del reducto en el auto que lo transportaba, pidió bajar el vidrio, abrir la puerta y saludar a la gran cantidad de fanáticas que lo aguardaban. Recibió regalos y se dejó tocar. Casi una rareza para un ser antes calificado de infranqueable.

19.02.2019 CONCIERTO DE LUIS MIGUEL MOVISTAR ARENA FOTO: RUDY MUÑOZ / LA TERCERA

*Bonus track: ¿por qué se usan las filas virtuales y por qué colapsaron?

Para la venta de entradas de esta mañana, la modalidad fue la habitual para shows en Chile en los últimos años: ingresar a la página de la ticketera, recibir un número al azar y esperar en una fila virtual hasta que toque el turno de acceder a las localidades.

Eso sí, muchas veces los números resultaron insólitos. Para las cerca de 15 mil entradas por fecha que se dispusieron, había seguidores hasta con el número 250 mil en espera. Una misión imposible.

¿Por qué se ocupan hoy las filas virtuales? Según fuentes de la industria consultadas por Culto, se trata de un método que permite ahorrar costos y que hace tener un control mayor a las ticketeras sobre lo que la gente está comprando.

El gran punto negro a tratar, según indican, es la gente que se conecta desde diversos dispositivos: eso generaría los “atochamientos” y detonaría que en las filas muchas veces aparezca una cifra muy superior a quienes realmente están intentado adquirir una ubicación.

Además, mucha gente que quiere adquirir un boleto de cierto precio y no alcanza –porque se agotó-, se queda mirando otras opciones un rato, lo que también hace más lento el proceso.

19.02.2019 CONCIERTO DE LUIS MIGUEL MOVISTAR ARENA FOTO: RUDY MUÑOZ / LA TERCERA

Muchos seguidores extrañan el formato “a la antigua”: ir al local físico de venta de tickets a primera hora de la mañana y que finalmente se premie a los fanáticos que llegaron más temprano. Tal arrojo detonaba secuencias de cuadras y cuadras de seguidores al acecho de un boleto.

En la industria, dicen que tal modalidad es “desordenada” y “poco clara”. Por ahora, parecen puntos irreconciliables.

Luis Miguel, el monarca eterno del romanticismo latino, desde su cetro los ha vuelto a enfrentar.

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