Karl Ove Knausgård, y su viraje cósmico a la ficción

Foto: MT Slanzi

La estrella de la mañana, se llama la nueva novela del destacado autor noruego en que deja de lado de escritura sobre su vida para abrazar completamente la ficción. Acá da vida a una historia coral, donde varias voces relatan un fenómeno paranormal. En Culto charlamos con sus traductoras al castellano y desmenuzamos el libro.


De repente, algo pasó. “El cielo se incendió justo sobre la colina, al final de la llanura”, relata Arne, un atribulado profesor de Literatura, y lo que ve, es algo cósmico, sideral. “Sabía que era un cuerpo celeste, porque la luz subía, y solo unos instantes después ya se había movido”. Sobre el ártico cielo de Noruega, lo que aparece es una estrella.

“No era un incendio. Algo estaba subiendo por el cielo. Una estrella. Una megaestrella…era lo más bonito que había visto jamás”; relata Iselin. Y también lo hace Emil. “No era el sol. No era la luna. Era una especie de estrella ¡Pero muy grande!...una estrella gigante o algo por el estilo. Da miedo. Los pájaros acaban de ponerse a cantar”.

Junto con el extraño astro, aparecen otras cosas, como cangrejos en la carretera, y plagas de ratas e insectos. Quizás todo tiene que ver (o no) por el influjo de la estrella, o lo que sea que haya aparecido en el cielo. Es lo que relata el escritor noruego Karl Ove Knausgård en su monumental nueva novela, La estrella de la mañana, que ya se encuentra en nuestro país a través de Anagrama.

Foto: Asbjørn Jensen

En 784 páginas, Knausgård le da un giro a su escritura. El nórdico se hizo conocido fundamentalmente por la saga de libros titulada Mi lucha (2009-2011), que en seis volúmenes desarrolló una narrativa sobre su propia vida. Por supuesto, con todo lo que ello implica, sin el pudor a mencionar gente real, como su esposa e hijos. De hecho, en la saga describió su convulsionado matrimonio con la escritora sueca Linda Boström, de quien hizo un retrato bastante duro.

Luego vino la tetralogía de las estaciones: En otoño, En invierno, En primavera y En verano, todos publicados en 2021 en nuestro idioma. En ellos mantuvo la dimensión autoficcional, pero ahora bajo la forma de una extensa carta a su hija, donde le describe el mundo a modo de una particular enciclopedia, y describe la cotidianeidad familiar.

Pero ese Knausgård confesional se acabó. Así lo adelantaba en 2021 en una entrevista al matutino El País. “Sería repetirme y para seguir escribiendo tengo que sentir que estoy en algo nuevo. Escribir me provoca lo mismo que leer un buen libro porque te mete en otras maneras de pensar, te diluyes, te entregas. La escritura me permite dejar de ser quien soy, perderme, cuando lo hago no pienso mucho en mí mismo. Aunque se trate de tu vida, luego cuando te vuelve ya impreso no eres tú”.

Foto: MT Slanzi

La estrella de la mañana es una novela coral donde 9 personajes van describiendo el fenómeno que aparece en el cielo desde sus particulares puntos de vista. Pasan -entre otros- un académico, una pastora protestante que duda de su matrimonio, unos jóvenes inseguros que se refugian en la música, un periodista y una enfermera. Ya no hay autoficción. Algunos se relacionan con otros y el lector se va adentrando en un pequeño universo. De hecho, el capítulo final es el ensayo de uno de los personajes, Egil, que escribe sobre la muerte. No es casual, porque es uno de los temas que van rondando y apareciendo. “¿Crees o no crees que existe vida después de la muerte?”, le pregunta Egil a Arne.

La pregunta hace juego con la línea existencial que ha desarrollado Knausgård en su obra. SI bien, mantiene su característica escritura puntillosa y llena de detalles, ahora entra en una dimensión más profunda y universal. “Escribí muchas páginas sobre mí y mi propia vida, creo que fueron como tres mil setecientas páginas y aunque hay diferentes capas, solo hay una especie de tono y de voz…lo que quería hacer después de eso era algo completamente diferente”, comentó el mismo autor en una charla con el canal de YouTube de la casa editora catalana.

“El objetivo de esa novela, personalmente, es alejarme de mí mismo, de mi propia forma de pensar y adentrarme en algo un poco diferente, lo cual es divertido. Por supuesto soy yo, pero diferentes partes de mí”, agregó.

La voz de sus traductoras

Poco amigo de las entrevistas y de los viajes, una buena manera de aproximarse a Knausgård es a través de quienes han trabajado en su escritura. Como lo han venido haciendo juntas desde la saga Mi lucha, la traducción desde el noruego al castellano corrió por cuenta de la dupla Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo. La primera, noruega, la segunda, española. Ambas fueron contactadas por Culto y nos contaron cómo fue la aventura de traducir esta novela.

“El proceso de traducción fue el mismo que en todos los libros que traduzco con Asunción Lorenzo (hemos traducido juntas más de 80 libros). Ella no sabe noruego, pero sabe ver todos los errores que cometo. Yo no soy española, y a pesar de más de media vida viviendo en España, sigo cometiendo muchos errores”, señala Baggethun. “Traduzco unas veinte páginas, que a continuación envío a mi co-traductora. Ella corrige todo lo que ve mal, y después vemos juntas las correcciones, o por teléfono, o en persona”.

¿Qué es lo más difícil de traducir a Knausgård? Responden esta vez a coro: “Tal vez lo más complejo de Knausgård sea su ‘variedad’, es decir su manera de tratar con la misma intensidad una cuestión filosófica como un hábito cotidiano, su manera de detallar lo más cotidiano. Las diferencias culturales son siempre difíciles de transmitir y no sólo en Knausgård”.

Un asunto es la naturaleza. En sus libros es difícil no encontrarse con alguna mención – o descripción- del viento, los árboles, el campo, etc. A veces puede resultar complicado encontrar palabras adecuadas en el español. Además, algo de lo más arduo de traducir a Knausgård es el enorme volumen de sus libros”.

¿Cómo ha sido la recepción de la novela? “Hay opiniones muy diversas entre los críticos sobre este libro -comentan-. Algunos dicen que lo que domina son los desafíos de la vida cotidiana, o de la crisis ecológica; otros que trata sobre todo del día del juicio final. Hay muchas referencias a la muerte, y el libro concluye con un largo ensayo sobre la muerte. Creemos más bien que es un libro sobre lo reflexivo y no un libro sobrenatural. Lo vemos como una evolución muy positiva que muestra su gran diversidad”.

A diferencia de otros autores que trabajan mano a mano con sus traductores, esta vez, Knausgård descansó bastante en la dupla. Así lo comenta Kirsti Baggethun: “No he trabajado directamente con él, porque tiene muchos traductores. En esta ocasión, no he sentido la necesidad de preguntar nada. No obstante, he estado con él en alguna presentación y me ha parecido extremadamente amable”.

En 2019, el diario El País escogió a Mi lucha dentro de los mejores libros del siglo XXI. Quizás es pronto para saberlo, pero La estrella de la mañana tiene un cierto aire a clásico y es probable que en unos años lo veamos en un listado similar. El tiempo lo dirá.

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