¿Está Taylor Swift a la altura de Michael Jackson y Madonna?

¿Está Taylor Swift a la altura de Michael Jackson y Madonna?

A propósito del éxito de su faraónica gira mundial The eras tour (la que no pasará por Chile), un reciente artículo del New York Times plantea que la cantante ha logrado un nivel de impacto en los medios similar al que tuvieron Jackson y Madonna en sus años de gloria. Pero los expertos marcan algunos matices; la estadounidense explotó en un ecosistema de medios diferente y no ha logrado el suceso transversal que sí tenían las otras dos figuras pop. Incluso una comparación de trayectoria a la misma edad, muestra que ambos ya eran superestrellas globales.


“En estos días, el centro de un mundo musical fragmentado solo puede ser Taylor Swift”, dice el artículo del New York Times firmado por el señero columnista Porben Sisario. Y es cierto, hoy por hoy, la mujer de Anti-hero deber ser la estrella más rutilante de un firmamento pop cargado de varias figuras que pueden disputar ese cetro (de Miley Cirus a Rosalía y Dua Lipa). Pero su regreso a la carretera, tras cinco años sin presentarse en vivo, ha despertado un creciente interés en su figura.

Desde ese 2018, pandemia mediante, la oriunda de Pensilvania ha publicado cuatro discos que no había podido presentar en vivo hasta ahora. Al menos un par de estos (Folklore y Evermore), han tenido una gran aceptación de la crítica y se pueden considerar entre lo mejor de su carrera. De allí que su gigantesca gira de estadios, The eras tour, en que repasa su trayectoria sea uno de los fenómenos de la temporada de conciertos.

Taylor Swift (AP Photo/Chris Pizzello)

La gira, que en su paso por Sudamérica no incluye a Chile, ha generado una alta expectativa con una demanda por tickets sin precedentes. De hecho, en noviembre pasado durante la venta de tickets para los shows en EE.UU., el sitio de Ticketmaster colapsó durante la preventa para la gira y miles de personas perdieron boletos después de esperar horas en una fila en línea. En julio pasado ocurrió lo mismo para la venta de boletos para sus presentaciones en Francia.

El éxito de la gira The eras ha sido tal, que incluso la cantante pudo pagar un generoso bono de US$100.000 a los camioneros que trabajan llevando el ingente cargamento de sus shows. Además, en Los Angeles, las autoridades encabezadas por la vicegobernadora de California, instaron a la cantante a posponer sus conciertos en Los Angeles como una forma de solidarizarse con trabajadores hoteleros en huelga.

La referencia a las “eras” se ha vuelto parte del lenguaje de internet y las seguidoras de la cantante, las autodenominadas “swifties” han agotado los tickets para sus shows. Además, la cantante se posicionó como la mujer con la mayor cantidad de discos (12) en el número 1 del Billboard, superando la marca de Bárbara Streisand (con 11). Es decir, la demanda por sus shows se corresponde con lo que ocurre con sus lanzamientos discográficos, en el marco de su esfuerzo por regrabar sus 6 primeros discos, en este caso, con el más reciente Speak Now (Taylor’s version).

Por ello es que Sisario va más allá y lanzó una comparación que no sorprende en un mercado acostumbrado a levantar figuras, pero que es al menos, discutible. “El catálogo de Swift de éxitos que definieron la generación y su astuto sentido del marketing la han ayudado a lograr un nivel de demanda candente y saturación de los medios que no se veía desde el apogeo de Michael Jackson y Madonna en la década de 1980, un dominio que la industria del entretenimiento había aceptado en gran medida como imposible de replicar. en el fragmentado siglo XXI”.

Incluso el Times agrega la opinión de uno que conoce la industria desde adentro. “Lo único con lo que puedo compararlo es con el fenómeno de la Beatlemanía”, dijo el músico Billy Joel, quien asistió al concierto de Swift en Tampa, Florida, con su esposa e hijas pequeñas.

¿Qué habían logrado a los 33?

Ante el debate levantado por el NYT, los entendidos plantean algunos matices. “Creo que no son fenómenos comparables porque los tiempos son distintos y los medios masivos también. En esa época no había redes sociales, solo MTV, periódicos y radio -dice la periodista y productora de Radio Concierto, Bárbara Alcántara-. Hoy la llegada a las masas es infinita. Además en el caso de Madonna y Michael Jackson delimitaron el género del pop y fueron influencias para muchos. En el caso de Taylor, si bien ha creado una marca poderosa, aún no sabemos cuánto influirá en distintos artistas. Ahora el nivel de fanatismo comparado con Beatlemania por Billy Joel, puede ser por la locura que genera pero hay que tener en cuenta que no está comparando a Swift con los Beatles… eso es incomparable”.

Desde su costado, Fernando Mujica, conductor de radio Sonar, plantea: “Siento que el fenómeno Taylor Swift, aunque los números la están avalando, creo que todavía es muy pronto para decir si alcanza a transformarse en el fenómeno que puedan ser Madonna o Michael Jackson. Hoy el marketing, las redes, el comportamiento del público en los conciertos, generan una Taylormanía en Estados Unidos, pero aún le falta para alcanzar el nivel que tuvo por años Madonna y Michael Jackson”.

Mujica puntualiza en el eficiente trabajo de marketing que ha desplegado Swift. “Paul Stanley de Kiss agradeció la alfombra roja que le pusieron a él y a sus hijas para ir a ver a Taylor Swift. Eso está pensado, en cada ciudad en que toca tiene grandes invitados, lo que genera una telaraña en las redes sociales. Una influencia de ciertos nombres que ven a sus hijos gozar en sus espectáculos atómicos, entonces van a hablar de ella. Yo creo que acá hay una estrategia de marketing que esta dando resultados gigantescos, pero no sé si puede comparar con Madonna o Michael Jackson. Más que cifras, ahí necesitamos tiempo”.

La directora de Radio Los 40, Martina Orrego, considera que la comparación es difícil. “Michael Jackson y Madonna desarrollaron sus carreras en otra época, sin redes sociales, sin todas las particularidades de estos tiempos. Creo que como estrella pop y en términos de popularidad, es equiparable, pero Michael Jackson y Madonna son más icónicos en ciertos aspectos, por ejemplo, Madonna fue más rupturista, pero se desarrollaron en contextos muy distintos”.

Una opinión similar despliega el crítico musical de Culto, Felipe Rodríguez. “Durante los 80, las estrellas de la música fueron Michael Jackson, Madonna y Prince. De ellas, Jackson creo q fue el más grande a nivel global. Fue rostro de Pepsi y en Chile sus pasos de baile se replicaban hasta en concursos del Festival de la Una. Claro, ahora el mundo está más fragmentado en cuanto a ídolos artísticos, pero Swift no tiene el nivel de conocimiento ni el impacto de Jackson o Madonna. Su popularidad no trasciende segmentos etarios. Jackson o Madonna eran transversales, desde los niños a los abuelos. Sin embargo, Swift encarna a una artista gigante cuyo símil -con mayor talento- debería ser Rosalía”.

Michael Jackson

Basta comparar las trayectorias a la misma para aquilatar la afirmación del NYT. A sus 33 años, Swift ha llegado a un punto álgido de su carrera, tras empezar como una cantante afincada en los recovecos del country. Pero, a esa misma edad, Michael Jackson (nacido en 1958) ya había lanzado la trilogía de discos que lo consagró como Rey del pop; Off the wall (1979), Thriller (1982) y Bad (1987). Estos dos últimos además consiguieron un éxito rotundo en los charts; Thriller fue el primer disco en generar siete sencillos entre los 10 primeros en la lista Billboard Hot 100 (incluyendo hits como Bllie Jean, Beat it, The girl is mine), mientras que Bad, se convirtió en el primero en ver cinco de sus sencillos alcanzar el número 1 (entre estos, Smooth criminal, Bad, I just can’t stop loving you).

Además, Jackson ya había reinventado el género del videoclip con Thriller y ya se había embarcado en su primera gira mundial para apoyar Bad, en la que no escatimó en recursos. Eso sí, Swift lleva al menos 3 giras que abarcan visitas fuera de Europa y Norteamérica.

En 1991, precisamente a los 33, Jackson lanzó Dangerous, probablemente el último gran trabajo de su era más masiva (el primero sin la alianza construida con Quincy Jones) antes de que las acusaciones de abuso sexual comenzaran a golpear su carrera. Con ese álbum construyó una enorme gira mundial, patrocinada por Pepsi, que fue la que le trajo a Chile por primera y única vez con un historiado concierto el 23 de octubre de 1993.

El caso de Madonna (también nacida en 1958) es similar al de Jackson. A sus 33 años ya había consolidado su estrellato. Tras emerger con su primer disco en 1982, se consolidó como un referente del pop gracias a una imagen que mezclaba estética punk y new romantic. Su look se comenzó a copiar, en especial tras imponer hits como Like a virgin (1984), que encabezó el Billboard Hot 100 por 6 semanas consecutivas. A este le siguieron cortes icónicos como Material girl, Papa don’t preach, Like a prayer, y hasta canciones que si bien no llegaron al top, sí ganaron un alcance masivo, como la fantasía latina de La isla bonita. En un país obsesionado con los récords, Billboard resalta que Madonna comparte con Cher la marca de ser las únicas mujeres que lograron meter sencillos en el Hot 100 en cinco décadas distintas.

El alcance de Madonna como figura pop se amplificó gracias a sus incursiones como actriz, aunque con resultados muy dispares en taquilla y en crítica; para 1991, ya había participado en filmes como Desesperadamente buscando a Susan (1985), Shanghai Surprise (1986), ¿Quién es esa chica? (1987), Bloodhounds of Broadway (1989) y Dick Tracy (1990). Como sea, se trataba de una estrella que estaba de manera permanente en la radio, la televisión y en las salas de cine. Es decir, su presencia era total.

Es cierto que en las épocas de gloria de Michael Jackson y Madonna, existía era un ecosistema de medios muy diferente al actual, en que el streaming y las redes sociales han devorado algunas plataformas (como la TV, las revistas y los diarios en papel, por ejemplo). De hecho, en el campo digital es probablemente de lo más reconocible (aunque muy seguida de cerca por Rosalía). Pero lo cierto es que Taylor Swift todavía no alcanza ese nivel de reconocimiento transversal que exige la exclusiva realeza del pop (¿podría un sub 30 mencionar 5 canciones de Taylor Swift por ejemplo?). Probablemente, hoy estemos presenciando un momento de transición hacia una nueva manera de entender el mercado, más menos como ocurrió en los 60′s. Pero la comparación con ambas figuras del pop, aunque tiene algunos paralelos, es todavía difícil de sostener.

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.