Paula de Solminihac: “El arte público debe activar la creatividad de las personas”

La artista y académica de la UC, Paula de Solminihac.

La artista y directora de Nube Lab abre el primer Festival de Esculturas Juegos en el Parque Padre Hurtado. Entre este viernes 1 y el domingo 3, el encuentro presenta seis obras interactivas que buscan acercar la experiencia artística, así como dos mesas redondas en torno al juego y la idea de compost en el arte. La entrada es gratuita y el pasaporte de ingreso se obtiene llevando materiales de reciclaje.


La instalación tenía la forma de una ondulante rama con flores. Desplegada transversalmente sobre la playa, invitaba a la gente a recorrerla, a caminar y apropiarse del espacio. El 29 de noviembre de 2022, en el contexto de Miami Art Week, la artista Paula de Solminihac inauguró Morning Glory, una instalación site specific que ganó el premio Faena, curado por un jurado internacional. Durante 10 días, Morning Glory convocó a una diversidad de públicos y acogió desde sesiones de meditación a una jam session.

-La obra tuvo miles de interacciones, desde gente especializada en arte, skaters, vecinos, personas con sus mascotas. Me fui dando cuenta de que el arte público es algo social, es un lugar de encuentro y que tiene que activar la creatividad de las personas -dice.

Un año después de esa experiencia, la artista y directora ejecutiva de Nube Lab inaugura el primer Festival de Esculturas Juegos en el Parque Padre Hurtado. Con apoyo de la Municipalidad de Las Condes y el propio parque, el festival abre mañana y se extiende hasta el domingo con la idea de ser un punto de encuentro entre el arte y las personas.

El festival presenta seis esculturas diseñadas por artistas jóvenes con sentido interactivo: no son obras para mirar sino para jugar e interactuar con ellas. Junto a las esculturas, el festival contará con cafetería, música y dos mesas de conversación: el sábado, Ocio, Curiosidad y Juego, con Carla Pinochet, Valeska Grau y Ricardo Greene. y el domingo, Arte, Imaginación y Compostaje, con Andrea Casals-Hill y Pablo Chiuminatto.

Parte de las esculturas del festival

El festival nació en el contexto de Nube Lab, fundación que dirige Paula de Solminihac y funciona como un laboratorio creativo en el mismo parque, con el propósito de unir arte y educación. El taller se apoya en la cooperación y la creación con economía de recursos, y en ese sentido la idea de sustentabilidad está en el centro de su proyecto. Y es uno de los ejes del festival, destaca su directora.

-En Nube usamos materiales sencillos y reciclados, y la idea del intercambio y la cooperación es central. Entonces la invitación es que la gente traiga materiales de reciclaje y eso te da un pasaporte para los juegos. De este modo ponemos en valor otro tipo de intercambio -dice Paula de Solminihac.

Este año Nube Lab comenzó una residencia para seis artistas jóvenes con el título “Del arte para mirar al arte para jugar”. Ese fue el origen del festival. Durante siete meses, Javiera Álvarez, Ana Castillo, Felipe Pineda, Mariana Robert, Diego Silva y Florencia Varela trabajaron diseñando y elaborando la esculturas destinadas al juego.

-Cuando simplificas el mensaje y logras que la energía esté en las personas, el arte se hace más comprensivo, algo que el arte contemporáneo a veces olvida -dice la artista y académica de la UC.

El equipo creativo de Nube Lab y los artistas de las esculturas.

Según cuenta, al interior de Nube comenzaron a conversar en torno a experiencias de arte público e interactivo. En esas conversaciones recordaron la carpa de Violeta Parra en La Reina. También la feria de arte itinerante Luna Luna, con juegos diseñados por artistas como Salvador Dalí y Basquiat. Fue entonces cuando decidieron emprender el festival.

Así, Felipe Pineda diseñó Hielo a la deriva, una instalación basada en piezas que se mueven y que la gente debe recorrer, equilibrándose como si se tratara de témpanos que flotan en el mar; Mariana Robert ideó una casa que evoca un horizonte con forma curva y que invita a recorrerla, y Diego Silva dio forma a una serie de sillas sonoras siguiendo la idea del juego de las sillitas musicales, entre otros.

Parte del proceso de producción de los juegos.

En la realización ha trabajado el equipo de Nube Lab y un grupo de voluntarios, estudiantes de la UC.

-Es emocionante, es otra moneda de cambio que hace mucho sentido y que releva también el poder de cambio del arte y del trabajo en colaboración -dice la directora.

Más informaciones en nubelab.cl/festival-

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