Tres millones de dólares y una gira “dramática”: la trama que terminó con la escandalosa suspensión de los shows de Shakira en Chile

La colombiana suspendió sus dos shows en Chile. Un paso por el país que tuvo un inicio errático, con un enfrentamiento entre dos productoras. Ya la semana pasada había señales de que el montaje presentaba dificultades, pero el primer show sólo se suspendió seis horas antes, en un entuerto mayúsculo marcado por la falta de información de parte de los organizadores.
Lo que sería una celebración multitudinaria terminó en un luto colectivo. Shakira se presentaría este domingo 2 y lunes 3 de marzo en el Estadio Nacional, como parte de su tour Las mujeres ya no lloran, por lo demás su esperado retorno a Santiago luego de siete años.
Pero un serio problema técnico y otras negligencias dictaron lo contrario: el primer recital se suspendió ayer por la tarde, con cientos de fanáticos ya agolpados en el recinto de Ñuñoa, quienes debieron dejar desconsolados el lugar. Culto pudo confirmar que el espectáculo de esta noche tampoco se llevará a cabo, lo que recién hace escasos minutos hizo oficial la productora responsable, Fénix Entertainment.
Con ello, la colombiana no concretará -al menos hasta el cierre de esta edición- ninguna de sus dos fechas en el país.
Eso sí, hasta estas horas se negociaba para que igual materializara un espectáculo este martes 4 o miércoles 5. Las reuniones eran frenéticas entre los encargados de la artista y el Estadio Nacional. Fénix intentaba convencer a la intérprete de quedarse un par de días más en la capital -su próxima parada es el 7 de marzo en Buenos Aires-, pero también debían ver la disponibilidad de fechas del mismo Nacional: el reducto tiene que entrar en un proceso de “siembra” para invierno de su césped durante estos días, además de contar con un tiempo limitado para la música, ya que el próximo 25 de marzo se realizará el partido de la Selección Chilena con Ecuador por las Clasificatorias del Mundial.

Por lo demás, según informaron en sus redes sociales los organizadores, la misma productora Fénix, la suspensión se debió a que “lamentablemente durante el proceso de montaje del show programado para el día de hoy (2 de marzo) en el Estadio Nacional de Santiago de Chile nos hemos encontrado con inconvenientes técnicos ajenos al artista y su producción, que impiden el correcto desarrollo del concierto, ya que el suelo donde iría el escenario se encuentra desnivelado”.
La propia artista también se expresó al respecto y culpó a la promotora de la no realización de ambas funciones. “Cuando un artista viaja a un país, su producción y su equipo entran a depender directamente de los productores locales. Mi staff y yo confiamos en todo momento en que la productora contratada por el promotor local seguiría al pie de la letra las especificaciones que fueron diligentemente proporcionadas por nuestra parte que se pudiera dar un show de la magnitud de este”, aseguró en sus plataformas digitales.

Un inicio con contratiempos
El origen del nuevo aterrizaje de Shakira en Chile ya entregó señales complejas y derivó en una cadena errática con final poco feliz. Su tour global es manejado por la mayor promotora de conciertos en el mundo, Live Nation, firma que en 2019 adquirió una participación mayoritaria en la empresa chilena DG Medios. Por tanto, la mayoría de los espectáculos trabajados por Live Nation son producidos por DG Medios en Chile, quienes han estado detrás de las venidas de Paul McCartney, Iron Maiden, Roger Waters o Coldplay, entre otros.
Con Shakira el curso era ese: DG Medios organizaría sus fechas de 2025 en la capital. Sin embargo, a fines de septiembre, Fénix Entertainment logró romper tal acuerdo y en una jugada de última hora pudo arrebatarle los recitales. El movimiento generó un fuerte ruido en la escena local de conciertos. Según estimaciones del mercado que pudo conocer Culto, cada concierto cuesta poco más de US$ 3 millones.
A partir de ahí, la producción y promoción de la cita quedó en manos de Fenix no sólo en Chile, sino que también en Argentina.
La firma tiene su casa matriz en Buenos Aires, es liderada por el empresario trasandino Marcelo Figoli y el año pasado produjo las visitas a Santiago de Roberto Carlos, las bandas Travis y Bring Me the Horizon, el rapero estadounidense Travis Scott, y los dos encuentros con Luis Miguel en el Estadio Nacional, además del récord de sus diez shows de 2023 en el Movistar Arena.
Fénix tampoco forma parte de la Asociación Gremial de Empresas Productoras de Entretenimiento y Cultura (AGEPEC), la que agrupa a las promotoras que funcionan en el país.

Según cuentan fuentes de la industria, un papel importante en el hecho de que Fénix se haya quedado con los shows en Chile lo jugó parte de la familia del fallecido presidente argentino Fernando de la Rúa.
Uno de sus hijos, Antonio de la Rúa, fue pareja y mánager de la colombiana entre 2000 y 2011, en uno de los romances que marcó su vida tanto a nivel personal como profesional. En tanto, otro de los hijos del ex mandatario, Fernando “Aíto” de la Rúa, sigue siendo parte de las gestiones que involucran los tours de la voz de Estoy aquí. Ellos también habrían empujado las gestiones para que Fénix se quedará con la escala chilena de la gira.
Otra señal de que su paso por Latinoamérica sería acontecido se dio el pasado 16 de febrero en Lima, cuando la cantautora suspendió un show en el Estadio Nacional del lugar, debido a un fuerte dolor abdominal que la llevó a ser internada de urgencia en la Clínica Delgado de la capital peruana. El recital debió ser reprogramado para casi nueve meses después, el 15 de noviembre de este año, en la misma suerte que podrían correr sus presentaciones en Chile.
La otra alerta estalló en Medellín. Su recital del 24 de febrero en la ciudad debió ser suspendido esta vez debido a un contratiempo técnico, muy similar a lo acontecido en Chile: el techo instalado por la producción local sufrió un daño que ponía en riesgo la seguridad de la artista, su staff y el público.

Por lo mismo, fuentes al interior de la organización aseguran que esta gira se ha convertido en “un drama” y en una serie de adversidades que han ido desarmando una y otra vez la planificación inicial.
En el Estadio Nacional de Chile, el montaje del concierto -de 62 toneladas- empezó el lunes 24 de febrero. Sin embargo, ya el viernes 28 se comentaba en el equipo técnico que las condiciones del escenario no eran óptimas y que había negligencias al respecto. Por ejemplo, surgieron inconvenientes con el techo del montaje, con su piso y con las pantallas. Se habla en la interna de una estructura mal instalada y de un “hundimiento estructural”.
El coliseo deportivo entregó la cobertura habitual que se utiliza para proteger la cancha. Sobre ella, la productora instaló una segunda capa para montar la tarima y es ahí donde habría surgido el desnivel y la hendidura que puso en aprietos los recitales.
Se quiso seguir adelante, pero el domingo 2 ya fue demasiado encima.
Sólo seis horas antes del inicio del show, la cita se canceló, aunque sus organizadores hablan de “reprogramación”. Durante todo el día domingo, Fénix no dio información oficial de cuándo sería la nueva fecha, de cómo sería el reembolso de los tickets, ni qué pasará con la performance de esta noche.
Sernac, por su lado, ha solicitado que, en un plazo máximo de 10 días, la productora Fenix y la tiquetera (PuntoTicket) informen sobre cómo abordarán las compensaciones.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.