La obsesión de John Lennon con Brigitte Bardot y el decepcionante día en que se conocieron
Desde un póster en su pieza de adolescente en Liverpool hasta un incómodo encuentro bajo los efectos del LSD en 1968, la actriz francesa fue durante años el ideal femenino de John Lennon. Una obsesión que influyó en su vida sentimental, su imaginario artístico y que terminó en una cita tan esperada como decepcionante.
Primero fue la fantasía de un adolescente. Con las hormonas bullendo dentro de él, John Lennon, no dudó en pegar un afiche de la actriz francesa Brigitte Bardot en su habitación de la casa de Mendips, Liverpool, donde residía junto a su tía Mimi.
Aunque desde comienzos de los 50′, Bardot había acumulado experiencia en películas, no fue con Y Dios creó a la mujer (1956), cuando se volvió un símbolo sexual. Una beldad absoluta. Una estrella cuya estampa dejaba helado a cualquiera. Entre estos, al joven Lennon, de 16 años.
Fallecida este fin de semana a los 91 años, Bardot era la fantasía masculina de la época. Pete Shotton, uno de los amigos más cercanos de Lennon en su época escolar, recordó que por entonces la francesa era su preferida. “Durante los siguientes quince años, al menos, Brigitte Bardot seguiría siendo la chica favorita de John”, comentó al portal Mersey Beat.
Cynthia Powell, la primera esposa de John, lo conoció en sus días en el Liverpool College of Art. De inmediato notó su interés en Bardot. Por ello adaptó su look y su atuendo para parecerse, en algo, a la estrella. “La imagen perfecta de mujer que John tenía era Brigitte Bardot -recordó-. Me identifiqué rápidamente con su estilo de vestir y peinado. Apenas había pasado por mi transición de secretaria a bohemia cuando conocí a John, pero bajo su influencia se estaba produciendo otra metamorfosis, ¡y esta vez el énfasis estaba en el empuje! Melena larga y rubia (adiós a la Hiltone), suéteres negros ajustados, faldas cortas ajustadas, zapatos de tacón alto y puntiagudos, y para el toque final, medias de rejilla negras y ligueros".
Un ideal que se repetía en los jóvenes ingleses de la época, como lo recordó Paul McCartney, uno de los que mejor conoció a Lennon en esa época. “Todos estábamos fascinados. Así que las chicas tenían que ser rubias, parecerse bastante a Brigitte. John y yo solíamos tener conversaciones secretas insinuando, aunque sin decirlo, que podríamos estar muy contentos de que nuestras novias fueran la versión de Liverpool de Bardot. Mi novia se llamaba Dot y, por supuesto, John tenía a Cynthia. Conseguimos que ambas se tiñeran de rubias y usaran minifaldas. Es terrible, la verdad. Pero así eran las cosas”.
Y no solo en el look. En los bocetos y dibujos que John desarrollaba en la Escuela de arte, había una permanente presencia de mujeres rubias, inspiradas en Bardot. Lo recordó Helen Anderson, estudiante de aquellos años que compartió con Lennon. “Durante sus primeros seis meses en la universidad, sus cuadros eran muy salvajes y agresivos -dijo a Mersey Beat-. Todos los que pintaba incorporaban el interior de un club nocturno, con dibujos muy marcados, muy oscuros, y siempre había una chica rubia en la barra que se parecía a Brigitte Bardot”.
Ya convertidos en The Beatles, Lennon no dejaba atrás su obsesión con Bardot, tal como lo recordó Astrid Kirchherr, la fotógrafa alemana que les conoció en sus días de Hamburgo, cuando se emparejó con Stu Sutcliffe. “John siempre me llamaba la Brigitte Bardot alemana y admiraba mi larga melena rubia y mi cintura estrecha”, recordó.
El decepcionante encuentro entre John Lennon y Brigitte Bardot
Aunque al parecer hubo intentos desde el campamento Beatle por conocer a Bardot, cuando el grupo ya era famoso a nivel mundial, el encuentro recién se concretó en 1968. Sucedió que Derek Taylor, el jefe de prensa de los Beatles, había recibido un mensaje en las oficinas de Apple en Saville Row diciendo que Brigitte estaba alojada en el Hotel Mayfair y había solicitado un encuentro con los cuatro Beatles.
Rato después, Taylor le comunicó la noticia a Lennon. Este se alegró, pero le recordó que Paul McCartney estaba en Escocia por esos días. Entonces Derek llamó a George y Ringo, pero declinaron la invitación, por lo que él tendría que acompañar a John. Antes, decidieron tomar LSD, la droga alucinógena de moda por entonces, y por la noche partieron hacia el Mayfair.
Brigitte había hecho una reserva en un Beauchamp Place, pero estuvo lejos de ser una noche memorable. El beatle estaba bajo el efecto del ácido y apenas pronunció algunas palabras. Al menos esa fue la versión que le contó a su amigo Pete Shotton, una vez que volvió de la cena. “Lo único que le dije a [Bardot] en toda la noche fue ‘Hola’ cuando fuimos a darle la mano”, recordó Lennon. “Luego se pasó todo el rato hablando en francés con sus amigos, y no se me ocurrió nada que decir. Fue una noche terrible, peor que conocer a Elvis”.
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