Revive la disputa por las cartas de Gabriela Mistral en una novela: “Esos documentos generaban muchas ansiedades”
Reeditado por Cuarto Propio, Oye, Gabriela ficciona el traspaso del archivo mistraliano al Estado y las tensiones que despertó la publicación de las cartas de amor de la poeta, donde afloran sus vínculos con otras mujeres. Elisa Clark, testigo directa de esas disputas, convirtió ese conflicto en novela.
“Oye Gabriela, es muy raro que te hayan convertido en un billete de a cinco lucas y a tu apellido en una marca de pisco, y eso pasó en vez de convertirte en más libros para los niños y los viejos para los viejos y los niños Oye Gabriela, te invito un Mistral Ice”, dice un fragmento escrito por el Poeta Reptiliano, parte de una grabación en vivo de Los Poetas Marcianos.
De esa cita, la periodista Elisa Montesinos tomó el título de su novela Oye, Gabriela, publicada originalmente en 2020 por Los perros románticos y que ahora regresa a librerías gracias a un Fondo del Libro y Editorial Cuarto Propio.
En medio de las celebraciones por los 80 años del Nobel de Gabriela Mistral, Elisa Clark —seudónimo de la autora— ve el relanzamiento como una ocasión propicia para volver a la poeta. “Fue casual, no fue planificado, pero uno aprovecha esta fecha para difundir y leer más a Mistral”, dice a Culto.
La novela surge del proceso de traspaso de los archivos de Mistral al Estado chileno, iniciado en 2007 tras la muerte de Doris Dana, su última compañera sentimental y albacea. Desde Estados Unidos, Clark cubrió para La Tercera la disputa por los documentos, especialmente cartas que revelaban pasiones y vínculos afectivos largamente omitidos de la imagen oficial de la autora.
El encuentro con el archivo fue decisivo. Para su investigación periodística, cuenta, fue fundamental la guía de la biógrafa Elizabeth Horan. “Ella no estaba segura que estos documentos se iban a dar a conocer, sobre todo las cartas de amor. En el fondo, gracias a mi trabajo, se conocieron, porque no solo ella, sino que otras investigadoras también temían que estas cartas no fueran después publicadas, o no fueran accesibles para toda la comunidad”.
Su reporteo la llevó por Washington, Massachusetts —donde vivía Doris Atkinson— y el Valle del Elqui. “Durante esos viajes, siempre fui tomando anotaciones por el lado, como una bitácora”, recuerda.
Ese material terminó conformando el cuerpo de Oye, Gabriela, junto a páginas escritas durante una residencia de escritura en el Valle del Elqui. La novela reúne varias voces, entre ellas la de Regina Coelli, una investigadora puertorriqueña que queda encerrada en la Biblioteca Nacional tras el terremoto de 2010, en medio de la agitación social de la época. Otros personajes se inspiran en figuras reales del mundo académico que han disputado la interpretación del legado mistraliano. “Se mezcla harto la realidad con la ficción. Algunas personas de la academia me han dicho que el estilo es lo que se llama roman à clef, novela en clave. Me baso en personas reales, pero exagero sus rasgos. A veces me preguntas quién es tal, porque eso generan estas novelas”, explica. En el libro, los nombres de Gabriela Mistral y Doris Dana sí aparecen tal cual.
La tensión atraviesa la narración: ahí están las disputas por revelar —o no— las cartas íntimas de Mistral, documentos que permitieron abrir una lectura más compleja de su vida afectiva. “Crecí con la imagen de Gabriela Mistral que impuso la dictadura, una mujer asexuada, célibe, madre de la patria, madre de todos, mujer sufriente que no había podido conocer el amor en su plenitud; una serie como de estereotipos que no nos permitieron leerla a cabalidad”, señala Clark.
La publicación de las cartas generó reacciones de todo tipo. “Me di cuenta de que esos documentos (las cartas) generaban muchas ansiedades, no solo respecto a cómo se disputaban, sino quien las daba a conocer primero o si querían que se conociera o no”, comenta.
“En el tiempo en que se hice estos reportajes, cuando salieron por primera vez publicadas las cartas de amor entre Doris Dana y Gabriela Mistral, había algunas en que Gabriela Mistral hablaba con voz masculina, eso lo publicamos en ese momento. Hubo un montón de reacciones en otros medios, en que discutían: ‘esto no puede ser’. Cuando ya no lo pueden negar, dicen ya, entonces no lo veamos”, afirma.
Su acercamiento a otras lecturas de Mistral comenzó en la universidad, en clases de Kemy Oyarzún, a partir de poemas como La bailarina. “Muchas personas, sobre todo ahora que se ha conocido este legado, interpretamos los textos desde una perspectiva también de género y la identidad sexual, y todo lo que eso implica”, señala.
Para Clark, esa incomodidad persiste. “He leído cartas, documentos, escritos y me he dado cuenta de que Mistral toda la vida sufrió prejuicios por su identidad sexual, pero también por su origen social. Como que se enfrentó a prejuicios de raza, género y clase... No han desaparecido hasta el día de hoy”, explica.
Además, recuerda la reciente controversia cuando la ministra Antonia Orellana reafirmó que se relevaría integralmente a la poeta, incluyendo su lesbianismo. “Hay sectores que se ofenden con su lesbianismo, que lo niegan...Cuando ya no lo pueden negar, entonce dice que no importa. ¿Cómo no nos va a importar su vida? Creo que todavía hay quienes se agarrarían a combos por esos temas, algunos de mis personajes, por ejemplo“, reflexiona.
El libro también utiliza el humor como vía para cuestionar al mundo literario y académico.
Su reaparición coincide con las actividades oficiales por los 80 años del Nobel, que incluyen murales y un futuro monumento en el Eje Alameda-Providencia, cercano a la polémica estatua del general Baquedano. Frente a esto, Clark enfatiza: “Se sigue privilegiando la imagen por sobre la obra, está bien que hayan esculturas y monumentos de Mistral, está bien que haya murales, me encanta, pero también sería bonito que se repartieran más libros”, sentencia.
Actualmente, la autora trabaja en la segunda parte de la novela, centrada en una residencia de escritura.
Sigue leyendo en Culto
Lo último
Lo más leído
1.
2.
3.
6.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Enfrenta el fin de año con los mejores descuentos$3.990/mes SUSCRÍBETE