El día en que Colo Colo prefirió a Blandi en lugar de Zampedri

Fernando Zampedri disputa el balón con Gabriel Florentín, en el duelo entre la UC y Argentinos Juniors.
Fernando Zampedri disputa el balón con Gabriel Florentín, en el duelo entre la UC y Argentinos Juniors. (Foto: Conmebol)

A fines de diciembre de 2019, el Cacique recibió una propuesta formal para fichar al actual goleador de la UC. Por esos días, el autor del gol sobre Argentinos Juniors lucía un rendimiento irregular y lo afectaban las lesiones mientras la elección alba arribaba con cartel de figura.



A mediados de diciembre de 2019, Colo Colo trabajaba afanosamente en la búsqueda de soluciones ofensivas. Mario Salas, entonces estratega del Cacique había pedido como prioridad el fichaje de un centrodelantero. La avanzada edad de Esteban Paredes, el principal referente ofensivo del Cacique por esos días, y la inestabilidad de Javier Parraguez, quien constituía la alternativa para el Tanque, lo llevaron a encargarle al director deportivo del club, Marcelo Espina, que se abocara a la búsqueda de un refuerzo para fortalecer una plaza decisiva para el funcionamiento que pretendía el Comandante.

Ahí comienza a tejerse una historia desconocida hasta hoy. En algún momento, el Cabezón tuvo en su casilla de correo electrónico una propuesta para fichar a Fernando Zampedri. Sin embargo, se inclinó por aferrarse a la opción que más lo seducía: el fichaje de Nicolás Blandi, quien llegaría a Macul a comienzos de enero de 2020. Avalado por un currículo que incluía el origen de su trayectoria en Boca Juniors y un pasado reciente como referente ofensivo y capitán de San Lorenzo de Almagro, a Espina, como a Salas, no les cupo duda alguna. Zampedri, en tanto, terminaría transformándose en el flamante fichaje de Universidad Católica. Y, para colmo del Cacique, en el principal referente ofensivo del equipo de Las Condes. Mientras, Blandi aún lucha por convencer en Pedreros. Al técnico Gustavo Quinteros y, principalmente, a los hinchas del equipo popular.

“Le mandé un correo para ofrecérselo. Me lo contestó muy gentilmente. Me dijo que estaba viendo otras opciones para el delantero extranjero que Colo Colo necesitaba. Después, llegó Blandi”, revela a El Deportivo Alex Varas, quien intentó intermediar la operación.

El exarquero, quien se formó en la UC y había jugado por los albos a mediados de los 2000, contaba con la autorización de los agentes de Zampedri para encontrarle club. “Trabajo hace siete años con los empresarios de Zampedri. Le conozco toda la carrera. Siempre me llamó la atención, porque era goleador y fuerte en el área. Entonces, pensé que podría ser una buena opción para Colo Colo, que buscaba un jugador de sus características. Optaron por Blandi”, insiste.

Zampedri, en otra celebración por la UC: frente a Curicó Unido. (Foto: Agenciauno)

La UC se movió más rápido

Universidad Católica, en tanto, no tuvo dudas. Rápidamente activó el plan para conseguir la cesión del centrodelantero. Pactó directamente con Rosario Central, el dueño del pase del goleador: un préstamo por un año, que incluía una opción de compra por US$ 1,5 millones. A fines de 2020, los cruzados ejecutaron la mentada cláusula. Zampedri respondió con goles: marcó 20 tantos que resultaron claves para la obtención del tricampeonato y que, por cierto, lo consagraron como el máximo anotador del torneo.

Por esos días, en todo caso, Zampedri era una apuesta. El grueso de su trayectoria lo había realizado en clubes del ascenso transandino. Los problemas físicos le habían impedido alcanzar una consolidación más rápida. Atlético Rafaela, Sportivo Belgrano, Crucero del Norte, Guillermo Brown, Boca Unidos, Juventud Unida y Atlético Tucumán antecedieron el paso más trascendente que dio antes de llegar a Chile: el 13 de julio de 2017, firma por Rosario Central. Tal como le pasaría en San Carlos de Apoquindo, reditúa de inmediato: se transforma en el goleador canalla en la Superliga argentina, con siete tantos en 24 juegos.

En la temporada siguiente, sigue en estado de gracia. Zampedri se transforma en uno de los valores más destacados del equipo rosarino, que se quedó con la Copa Argentina y en su goleador en el segundo certamen en importancia en el país, en el que marcó cuatro tantos en siete encuentros. En la Superliga marcó la misma cantidad, pero en 21 compromisos. Rosario optó por cederlo. En la UC aún lo agradecen. En Macul, en tanto, quizás todavía se arrepientan por la determinación que adoptaron.

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