El día en que Marcelo Ríos fue recibido como rockstar en Argentina: las mil confesiones de Alejandro Orizola, el histórico médico de Chile en la Copa Davis

Marcelo Ríos y Alejandro Orizola (detrás de Massú) han coincidido en diferentes Copas Davis.

El traumatólogo experto en medicina deportiva conversó sobre su relación con los tenístas históricos del país, mencionando que con el Chino guardan una linda relación. Además, habló sobre la preparación del equipo chileno previo a la serie frente a Kazajistán en La Serena.



El doctor Alejandro Orizola es traumatólogo especialista en medicina deportiva con una extensa y prestigiosa carrera en el deporte nacional. Fue médico del equipo de fútbol de Universidad de Chile por más de 40 años; ha sido jefe médico del comité olímpico de Chile desde 2001; y también, ha acompañado al equipo chileno de Copa Davis por muchos años, trabajando junto a Marcelo Ríos, Nicolás Massú, Fernando González, entre otros. Ahora, se encuentra con el plantel en La Serena, previo a la serie frente a Kazajistán. En conversación con El Deportivo, el traumatólogo especialista en medicina deportiva de Clínica Universidad de los Andes, habla de la posibilidad del equipo de volver a meterse en el grupo mundial y de su larga trayectoria en esta disciplina.

¿Cuánto lleva trabajando en el tenis chileno?

En la Copa Davis llegué cuando Hans Gildemeister era jugador (1986). Deben ser unos treinta y tantos años. En esa época llegué, y desde ahí que he estado con todos los que han pasado: distintos jugadores, capitanes, formatos, todo.

¿Cómo llegó a este puesto?

Por esas cosas de la vida, Hans era paciente mío. En esa época, me planteó la posibilidad colaborar con el equipo, y así fue gracias a él que pude unirme. Después todos estuvieron de acuerdo y pude llegar a la Copa Davis.

¿Y la relación con los pares, cómo era?

El tenis tiene la particularidad de que son equipos muy chicos, entonces la relación que se forma en el grupo humano es cercana. Somos 12 personas, entonces se llega a generar un vínculo de amistad. A Massú, González y a Ríos los conocí cuando tenían 14 años; ellos debutaron chicos en la Copa Davis. Entonces uno desarrolla amistades muy cercanas con ellos, un cariño entrañable.

¿Cómo evaluaría físicamente al equipo previo a los partidos de este fin de semana?

Los he visto muy bien, me tiene sorprendido el estado en que ha llegado Garín, tanto física como mentalmente, y con un muy buen tenis. Jarry ha jugado bastante, está enterito, perfecto. Lama también está bien; y Barrios viene saliendo de una lesión importante con cirugía, pero está óptimo. Tabilo es como ‘trote de gato’, es parejito, siempre está bien.

Garín y Barrios vienen recuperándose de sus recientes lesiones, ¿han presentado alguna molestia física?

No, absolutamente ninguna. Gago está en muy buen estado físico. Barrios está aún en la etapa en que se debe completar todo su punto físico al máximo, pero lo importante es que el tenis lo tiene a muy buen nivel.

Cuando ellos no están en periodo de Copa Davis, ¿cómo es el seguimiento que les realizan?

Ellos vienen con pautas de trabajo de sus equipos. Es una forma de trabajar acá en que se les respeta el tipo de tareas que están haciendo con su equipo. Vienen con indicaciones de su preparador físico y nosotros solo mantenemos.

¿Y la comunicación con los tenistas?

Tenemos una relación en general bastante directa, de mucha confianza y amistad, entonces uno siempre está preguntando por ellos, y cuando se acercan las fechas de la Copa Davis, empezamos a tener un contacto más seguido a través del día a día: cómo están, en qué están, qué es lo que tienen proyectado hacer, etc., para que nosotros lleguemos con todo eso listo y no nos preocupemos acá.

Cuerpo técnico de la Copa Davis.

Cuatro jugadores vienen de disputar el Abierto de Australia, jugado en cancha dura, ¿hay que realizar trabajos especiales para adaptar los cambios de una cancha dura a una de arcilla?

Por supuesto, aunque no es un trabajo específico. En el tenis, ellos tienen que acostumbrarse a cómo corre la pelota y cómo da el bote que es completamente distinto. Por eso nosotros normalmente empezamos a entrenar una semana antes.

Massú hizo énfasis en jugar al nivel del mar, ¿cuánto puede influir jugar así?

Mucho, porque es gente que está acostumbrada a un tenis en superficies más duras, entonces la pelota corre y bota de forma distinta. En copa Davis es típico: el local tiene que buscar las condiciones más adversas para los rivales. La idea es provocarles algún tipo de dificultad desde ese punto de vista, pero eso se hace en todas partes del mundo.

¿Hay alguna edición de este torneo que usted le guarde especial cariño?

Hay algunas que uno recuerda con harto cariño, cuando juntamos en Argentina después de que el Chino fue número uno, fue bastante especial por lo que nos tocó vivir. También cuando jugamos en lugares que son completamente extraños, como cuando fuimos a jugar a Zimbabue. Son vivencias muy entretenidas y enriquecedoras, pero todas las Copas Davis tienen su gracia, sería injusto destacar una por sobre la otra.

En su extensa carrera, ¿cuál ha sido el jugador con más complicaciones físicas que ha visto?

El chino tuvo que pelear contra su espalda por mucho tiempo. Es complicado para la parte médica y rehabilitación, porque a pesar de todas las complicaciones, el Chino siempre estaba ahí, y siempre jugaba, aunque estuviera muy adolorido. A Fernando en su último tiempo, los problemas de cadera también lo tenían en mal estado. Entonces era trabajoso ponerlo a punto. En lesiones importantes, nombraría a Marcelo (Ríos) y Hans (Gildemeister) con sus espaldas; y Fernando con su cadera.

¿Y el más resistente físicamente?

No recuerdo mucho hacia atrás, pero en este momento Alejandro Tabilo es una persona que tiene un físico privilegiado, no se queja mucho, entrena demasiado, tiene buen estado físico y es un buen profesional. De los que me acuerdo, diría que a Tabilo ‘no le entran balas’, pero ha habido otros más atrás en los años, solo que ahora mismo no lo recuerdo.

¿Cuál es su relación con Nicolás Massú y Fernando González?

Con el Nico y con Fernando tuve la suerte de poder estar en Grecia con ellos, entonces eso nos genera una relación bastante especial con los dos. Les tengo un cariño como de hijo, de sobrino, los conozco desde chicos, no solo son buenos deportistas, sino que también buenas personas. Uno los ve cómo van madurando con el paso del tiempo, hace sentir orgullo el haber pasado por la vida de esas personas, es un agrado y un privilegio trabajar con gente así. Les guardo un cariño muy especial.

¿Qué recuerdos guarda de ambos?

Como recuerdo, yo guardo con más cariño una foto. Fui el primero en recibir al Nico en el camarín después de que se ganó la medalla de oro en singles, y nos sacamos una foto que es la más preciada que guardo. Lo que fue ese día, el final de todo un proceso, verlo salir campeón es como si un hijo tuyo saliera campeón olímpico. La experiencia de la medalla en dobles también la guardo con harto cariño, pero esta (la de Massú) fue tan sufrida, tan especial, yo la recuerdo con muchísimo cariño.

La foto que menciona el Dr. Orizola, junto a Massú y Patricio Rodríguez.

¿Fue complicada su relación trabajando con el Chino Ríos?

No, para nada, fue todo muy natural. Lo conozco desde pequeño, tenemos mucha confianza los dos. Puedo decir que conozco al verdadero Marcelo Ríos, no al personaje que todo el mundo tiene de alguna forma caricaturizado. Marcelo Ríos es una persona muy inteligente, bastante analítico, muy buen hombre. Marcelo ha ayudado a mucha gente en necesidad, sin que alguien lo sepa, he sido testigo de eso, y nunca nadie lo ha sabido. Sigo teniendo una relación cercana con él, es un tremendo ser humano.

¿Su carácter nunca chocó con su trabajo?

No, jamás. Siempre fue muy respetuoso, él y Jorge (su papá). Muy respetuosos con nuestro trabajo médico, muy cordiales. Además, aquí todo se conversa y nada se impone.

¿Estuvo con él cuando se consagró número uno del mundo?

Lo vimos por televisión, porque estábamos con el equipo en Buenos Aires. Cuando vino, yo lo fui a recibir al aeropuerto. Me acuerdo que fue una locura, porque el Chino se vino a Argentina desde Estados Unidos llegando como número uno, y sacarlo del aeropuerto fue tremendo.

¿Y cómo fue la experiencia?

Para mí fue muy emocionante, para el Chino… Él estaba contento, en otro estado de ánimo, pero el Chino es el Chino, no le vas a pedir que ‘salte en dos patas’, pero obviamente estaba contento porque era el logro de su vida que persiguió por mucho tiempo, a nadie puede no importarle.

¿Cuál ha sido el mejor tenista a nivel mundial que ha visto?

Roger Federer, me asombra muchísimo. También me gusta Djokovic en la actualidad, pero me quedo con el suizo.

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