La “generación perdida” de Turquía, 10 años después

La Roja Sub 20 de Turquía tenía a jugadores como Castillo (18), Robles (8), Rabello (14), el arquero Melo y el capitán Lichnovsky.

En junio de 2013, la Sub 20 de Mario Salas fue la última selección chilena en disputar un Mundial de la categoría. En teoría, se trataba de un plantel llamado a ser el recambio de la Roja adulta. Sin embargo, la realidad ha sido distinta. Al día de hoy, un tercio de ese grupo juega en la B y uno de los íconos del plantel, Nicolás Castillo, está inactivo.



En el verano de este año, la selección chilena Sub 20 de Patricio Ormazábal disputó el Sudamericano de Colombia y tropezó en su intento por llegar al Mundial de la categoría, el cual recientemente fue ganado por Uruguay. Lamentablemente para los intereses del fútbol local, por cuarta vez consecutiva la Roja no pudo alcanzar el objetivo mayor. Para peor, la plantilla (que tenía a jugadores como Lucas Assadi, Darío Osorio y Tomás Avilés, quien luego jugó el Mundial para Argentina) ni siquiera alcanzó el hexagonal final, para pelear por uno de los cupos. La ilusión chocó con la amarga realidad. En ese sentido, otros elencos han sacado la cara por el continente en las últimas ediciones, como Venezuela en 2017, Ecuador en 2019 y Uruguay este año.

El recuerdo de la última vez se hace cada vez más lejano. El año 2013 fue tan especial como positivo para las selecciones chilenas. La Roja absoluta, de la mano de Jorge Sampaoli, aseguró su presencia en el Mundial de Brasil, en octubre. Pero antes, durante el verano, el combinado juvenil liderado por Mario Salas hizo los deberes y metió a Chile en la Copa del Mundo de Turquía, una cita que generó ilusión por el anhelo de hacer cosas importantes. Además del rendimiento en tierras otomanas, el deseo era ver a las que se consideraban como las cartas del futuro en la Selección. Eran el relevo natural (teóricamente) del grupo que clasificó a dos Mundiales y, posteriormente, ganó la Copa América de 2015 y la Copa Centenario 2016.

Sin embargo, el paso del tiempo y las vicisitudes del fútbol hicieron que esa historia tuviera un rumbo distinto. Han pasado 10 años desde aquel certamen Sub 20 (un 23 de junio fue el debut mundialista, ante Egipto) y la realidad dista bastante respecto a lo que proyectaba ese plantel. Tanto así que después se le conoció como la “generación perdida”.

Esta historia comenzó al otro lado de la cordillera. En Argentina se jugó el Sudamericano, clasificatorio para el Mundial. En la fase grupal, la Roja de Mario Salas tuvo un andar impecable, con 100% de rendimiento (12 puntos en cuatro partidos). Esto incluyó una victoria de 1-0 sobre el anfitrión, con gol de Nicolás Castillo, abriendo su participación. Así, llegó en buen pie al hexagonal final. Sin embargo, la clasificación a Turquía llegó en el último partido. Gracias a un gol de Bryan Rabello, se empató 1-1 con Perú y permitió acceder a una de las cuatro plazas para la cita planetaria.

La Copa del Mundo

La base de aquel equipo se conformaba por un grupo de jugadores de incipiente trayectoria en el medio local, como Darío Melo, Felipe Campos, Igor Lichnovsky, Valber Huerta, Nicolás Castillo, Claudio Baeza, Mario Larenas y César Fuentes. Además, había tres que estaban en Europa: Christian Bravo (Inter de Croacia), Ángelo Henríquez (Wigan) y Bryan Rabello (Sevilla B). Uno que fue importante en el Sudamericano y se perdió el Mundial por lesión fue Diego Rubio, quien en esa época estaba en el Sporting de Lisboa. El menor de la dinastía, canterano de Colo Colo, era uno que iba “al sacrificio” con Salas, porque siendo un delantero centro jugaba por afuera. El 9 de la Selección era Nico Castillo.

El tiempo diría que, en ese Mundial, los chilenos enfrentarían a jugadores que hoy están en la cresta de la ola. Un ejemplo es Inglaterra, rival en la zona de grupos. En los británicos estaba nada menos que Harry Kane, actual estrella del Tottenham y goleador histórico de la selección inglesa con 58 tantos. Él convirtió el gol en el empate 1-1 con Chile del 26 de junio de 2013, en Antalya. También estaba John Stones, el polifuncional valor del Manchester City, reciente ganador del triplete (Premier League, Copa FA y Champions), así como Eric Dier (otro de los Spurs) y James Ward-Prowse (del Southampton).

En octavos de final, el rival fue Croacia. Los balcánicos contaban, por ejemplo, con Ante Rebic, actual extremo del Milan y mundialista adulto en 2014 y 2018. Fue campeón de la Serie A en la temporada 2021-2022. Además, estaba el golero Dominik Livakovic, una de las figuras del seleccionado adulto que salió tercero en la Copa del Mundo de Qatar 2022 y hace días atajó en la final de la Nations League. El periplo de la Roja juvenil en Turquía se acabó en cuartos de final, cayendo en el alargue ante Ghana.

La generación

La palabra recambio se enquistó de un tiempo a esta parte, si el debate trata sobre la selección chilena. Precisamente, el grupo de futbolistas que fue a Turquía estaba llamado a tirar del carro de la Roja. Sin embargo, los hechos han demostrado lo contrario. En 2020, Reinaldo Rueda, cuando estaba a cargo del seleccionado, fue crítico respecto a este aspecto, apelando a este elenco. “Si hacemos ciclos de cuatro años, ¿dónde están los jugadores de 27 años del fútbol chileno? Los que tuvo el profesor Mario Salas en el Mundial de Turquía. ¿Cuáles de esos están vigentes, si hubiera un proceso de acompañamiento?”, declaró el colombiano, hace tres años. “¿Cómo hacer para tener una buena selección si en sus clubes no juegan? La generación de los chilenos que tienen 27 años se está perdiendo”, postuló.

Cuando ha pasado una década, la pregunta cae de cajón: ¿qué es de esa generación? Los datos son elocuentes. En lo inmediato, en la última nómina de Eduardo Berizzo para la fecha FIFA, consideró sólo a dos jugadores que estuvieron en el Sub 20 de 2013: Brayan Cortés y Diego Valdés. Si el golero de Colo Colo perdió el puesto en el Cacique con Fernando De Paul, el volante del América de México es un recurrente blanco de críticas porque no se afianza en la Selección, no logrando repetir las actuaciones que sí muestra en la Liga MX, donde es la figura de las Águilas.

En entrevista con El Deportivo, el año pasado, Mario Salas manifestó que el plantel que comandó aún puede ser importante para la adulta. “Yo pensé que esa generación de Turquía en algún momento podía haber llegado más alto, pero se topa con esta Generación Dorada que obtiene títulos. Es el momento para que la generación de 2013 tome la batuta de la Selección actual y la que viene. Todavía es tiempo para que puedan hacerse cargo de la selección”, planteó en aquella ocasión el actual DT de Magallanes.

La realidad de cada uno de los 21 integrantes de la plantilla es muy dispar. Un dato decidor exhibe que un tercio de los jugadores (7) hoy está en el Campeonato Ascenso, la segunda categoría del fútbol local: Alejandro Contreras (Santiago Morning), Sebastián Martínez (Wanderers), Christian Bravo (Barnechea), Andrés Robles (Antofagasta), Nicolás Maturana (Santa Cruz), Mario Larenas (Antofagasta) y Álvaro Salazar (Barnechea). Por contraparte, son cuatro los jugadores que están en Primera División: Felipe Campos (Everton), Brayan Cortés (Colo Colo), Cristián Cuevas (U. Católica) y César Fuentes (Colo Colo).

El caso de Darío Melo es particular. El golero formado en Palestino era el titular para Mario Salas, tanto en el Sudamericano como en el Mundial. Llegó a ser el 1 del club árabe y estuvo en la Roja que ganó la China Cup 2017, con Juan Antonio Pizzi. Sin embargo, su carrera fue declinando tras un paso casi desapercibido por Colo Colo. Tras estadías por Concepción y San Felipe, hoy milita en la Segunda División (la tercera categoría) con Deportes Melipilla.

Nombres propios

De momento, son tres los futbolistas que no tienen equipo. Uno es nada menos que el ícono de la generación, uno que prometía ser carta de gol para la Selección. Se trata de Nicolás Castillo. Las lesiones han sido el karma del atacante formado en la UC, quien no ha podido refrendar en el extranjero (con la excepción de su buen paso en Pumas de la UNAM) todo lo que se auguraba sobre su figura. La última experiencia de Castillo fue en el Necaxa, donde apenas sumó 56 minutos. Hace más de un año que no juega. Su partido más reciente fue el 15 de enero de 2022, con la camiseta de los Hidrorrayos, ante el Monterrey, por la liga mexicana. Para encontrar el último gol de Nico Castillo hay que retroceder bastante. Fue el 9 de noviembre de 2019, por el América, en una goleada 5-0 sobre Veracruz. ¿Su futuro? Una incógnita.

Ángelo Henríquez es otro de los nombres que prometía mucho. El exdelantero de la U recaló para la temporada 22-23 en el Miedz Legnica de Polonia, firmando inicialmente por tres años. Sin embargo, el atacante se fue al cabo de la liga, en la que descendió a la segunda categoría. El balance personal de Henríquez fue más positivo porque convirtió siete goles. Desde su etapa en el Dinamo de Zagreb que no registraba tantas anotaciones en un campeonato de liga fuera del país. El tercero que está sin club es Óscar ‘Pollo’ Hernández, ex Unión Española y Fernández Vial, entre otros.

Restan por detallar los que están en el extranjero. Son seis, de los cuales cuatro juegan en México. Valber Huerta y Claudio Baeza son compañeros en el Toluca, mientras que Diego Valdés es la figura del América. Por su parte, Igor Lichnovsky está buscando un nuevo club luego de que Tigres no lo inscribiera para el próximo Apertura ‘23 de la Liga MX, para liberar un cupo foráneo. Uno que lleva una extensa inactividad es Felipe Mora, delantero del Portland Timbers de la MLS, quien no juega desde julio de 2022. Fue operado dos veces en la rodilla izquierda, incluyendo una intervención que implicó un injerto de cartílago y hueso de un cadáver. Tras casi un año sin jugar, el ex Audax ya se encuentra disponible.

Mientras tanto, hay que ir a la Serie B de Brasil para dar con el paradero de Bryan Rabello. El enganche, fruto de las inferiores de Colo Colo, está en el Gremio Novorizontino, que marcha en el tercer lugar de la segunda división brasileña.

Como está planteado, la generación de Turquía 2013 era la esperanza del recambio. No obstante, los fríos números aterrizan aquella ilusión. De los 21 mundialistas, apenas dos registran más de 20 presencias en la selección absoluta. Son Diego Valdés, con 26 partidos, y Nicolás Castillo, con 24.

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