“Desde lo valórico es muy grave”: la enérgica reacción en Azul Azul tras la dura sanción de la CMF contra Michael Clark
El presidente de Universidad de Chile apelará a la sanción que le imposibilita ejercer un cargo en una sociedad anónima durante cinco años, tras las graves acusaciones contra Sartor. En el elenco estudiantil no se apresuran a anticipar escenarios, pero algunos miembros del directorio se muestran críticos de la figura del ingeniero.
La jornada en que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) dio a conocer la sanción contra los directores de Sartor Administradora General de Fondos, incluido Michael Clark, sorprendió a la plana mayor de Azul Azul en plena reunión. La noticia irrumpió mientras los gerentes discutían temas propios del club y generó un inmediato clima de incomodidad. Fue un verdadero terremoto interno. Nadie esperaba que el fallo saliera en ese preciso instante ni que incluyera una multa tan alta para el presidente de Universidad de Chile.
La sanción impuesta por el regulador, de 65.000 UF, es decir, cerca de $ 2.500 millones, y una inhabilidad temporal de cinco años para ejercer como director o ejecutivo principal en las entidades contempladas en el artículo 36 y el inciso primero del artículo 37 del Decreto Ley N° 3.538 de 1980, golpeó de lleno a Clark, quien hoy se anota como controlador mayoritario de la sociedad anónima que administra al club.
Pese al impacto, Clark transmitió rápidamente una señal. No piensa renunciar y mantendrá sus funciones mientras el proceso no quede ejecutoriado. El ingeniero lo reiteró públicamente en radio Cooperativa. “Yo voy a seguir siendo presidente de la U. Vamos a apelar en todas las instancias. Vamos a apelar, porque considero que muchos de los descargos a los cargos hechos no se toman en cuenta”, reclamó.
“La Universidad de Chile recibe al año entre $ 300 y $ 400 millones de parte del club; es nada, es insignificante”
Dentro del directorio hubo distintas lecturas. El representante de la Casa de Estudios, Héctor Humeres, fue claro en su diagnóstico. “La situación de Clark no le hace bien al club. ¿Si debe renunciar? Es algo que él debe analizar, pero claramente lo que está pasando no le hace bien a la institución”, afirma a El Deportivo. El abogado y académico sostuvo que la decisión del presidente de Azul Azul de no dar un paso al costado “inquieta” y que la apelación que presentará ante la CMF podría no ser el camino más conveniente.
Otro director, Andrés Weintraub, se pronunció desde España. “Las acusaciones son muy graves. Llegando a Chile me voy a informar más, pero es todo muy grave. La parte legal está abierta, pero desde lo valórico me deja muy preocupado”, dice el académico. “¿Si debe renunciar? No sé. Hay que recordar que él tiene mayoría en el directorio y tiene derecho a defenderse, pero esto es muy grave desde lo valórico, te insisto".
Weintraub, de paso, responde a las críticas que acusan a que la casa de estudios evita tomar medidas por el royalty anual que recibe por ceder el nombre a la concesionaria. “He escuchado en muchas personas que la casa de estudios no se pronuncia por el dinero. El presupuesto de la Universidad de Chile es de US$ 1.000 millones al año, y del club recibe cerca $ 300 o $ 400 millones. Es nada, es insignificante... es insultante cuando se habla que la Universidad no se pronuncia por el dinero que recibe del club. La casa de estudios ya se pronunciará cuando lo estime conveniente”, avisa.
Desde el bloque opositor al oficialismo dentro de la mesa fueron más duros. El bloque compuesto por Daniel Schapira, Eduardo Schapira y Juan Pablo Pavez, que hoy tienen el 21,44% de las acciones, pedirá su renuncia por calificar de “inaceptable” lo que está sucediendo, más allá de que reconocer el derecho a que ejerza su defensa.
En tanto, los directores del oficialismo, es decir, Cecilia Pérez, José Ramón Correa, Cristian Aubert, Roberto Nahum y Aldo Marín, aseguran que el timonel se defenderá de las graves acusaciones y que no tiene contemplado dejar el cargo.
Antecedentes del fallo
La resolución de la CMF corresponde al proceso de supervisión iniciado en 2024 sobre los fondos administrados por Sartor AGF, los cuales “financiaron a algunas personas jurídicas y naturales vinculadas a una serie de irregularidades financieras”.
Las multas aplicadas a los directores de la administradora suman $ 14.569 millones. Clark recibió la tercera más alta; por encima quedaron el presidente Pedro Pablo Larraín (80.000 UF, equivalentes a $ 3.170 millones) y el gerente general Alfredo Harz (75.000 UF).
Además de las multas, el regulador decretó la revocación de la autorización de existencia de Sartor AGF por infracciones a la Ley Única de Fondos. También impuso inhabilidades de cinco años para la mayoría de los directores, salvo Miguel León.
Lo que viene
En paralelo, el presidente de Azul Azul sostiene que la resolución es arbitraria. “Yo la verdad que este fallo no me lo esperaba, no estoy contento, considero que es muy injusto. Al leer en diagonal el fallo, creo que ninguno de mis descargos se toma en cuenta”, apuntó. También remarcó que ocupará “todas las instancias de apelación que la ley permite”. Primero presentará un recurso de reposición ante la CMF y, en caso de no tener una respuesta positiva, puede apelar a la Corte de Apelaciones.
La incertidumbre se mantendrá durante las próximas semanas. Clark se abocará a preparar la apelación y el directorio continuará sesionando, aunque con la presión pública e interna instalada. El episodio abrió un nuevo capítulo en una administración que ya ha vivido cuestionamientos internos y externos. Ahora enfrenta la sanción más relevante que haya golpeado a uno de sus controladores.
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