Rangers queda damnificado por el temporal: tendrá que salir de Talca por el resto del año

El estado en que quedó la cancha del Fiscal de Talca.

La cancha del estadio Fiscal está inundada y otros sectores del recinto también sufrieron daños producto de las lluvias y el desborde del río Claro. La dirigencia activa un plan de emergencia.



La imagen es impactante. A la cancha del estadio Fiscal de Talca ya no le queda verde. Es, por así decirlo, una piscina llena de agua de color café. Y, debajo, barro. El temporal que afecta a la región del Maule no cesa, aunque el que daña seriamente el campo de juego no es el río que le da el nombre a la región, sino el Claro, que corre a algunos metros del recinto deportivo en el que juega como local Rangers y al que se ha recurrido en varias ocasiones para que el fútbol chileno, en general, solucione algunas urgencias.

El reducto estará inutilizable por el resto del año. Si en las primeras horas posteriores a la tragedia se confiaba en la posibilidad de una recuperación más rápida, en virtud de un sistema de drenaje que solía ofrecer resultados óptimos , la evidencia dio paso a la decepción: el sistema colapsó y, aparte del daño en la cancha, hay otras zonas afectadas. El agua también se filtró al sector de vestuarios. Volver a dejar todo en condiciones demandará tiempo y, sobre todo, recursos. Y, hoy, la prioridad en la región está puesta en otro sentido: ir en ayuda de la población afectada por las inclemencias del tiempo.

Duro panorama

Felipe Muñoz, presidente del club rojinegro, describe a El Deportivo el desolador panorama. “Hay unos 80 centímetros de agua sobre la cancha. No es posible realizar una evaluación final hasta que salga el agua. El IND va a empezar un trabajo con motobombas para sacarla y ver el daño. También están inundados los camarines, un foso. Preliminarmente, creemos que no vamos a poder contar con la cancha hasta el próximo torneo”, establece el dirigente.

Rangers, en un partido por la Primera B
Rangers, en un partido por la Primera B (Foto: Agenciauno)

Muñoz ya tuvo que enfrentar una situación similar. En 2015 presidía a Copiapó, cuyo recinto también quedó completamente inutilizable. Dalcio Giovagnoli, el actual técnico piducano, estaba a cargo de Cobresal, en El Salvador, otra de las localidades afectadas. “Parece que soy yo el de la mala suerte”, desliza Muñoz, antes de recordar la otra tragedia. “En Copiapó fueron dos años, porque el daño en el estadio fue estructural. Y la ciudad estaba tan afectada, que los presupuestos fueron a los hospitales, las escuelas. Ahora debería haber presupuesto para recuperar el estadio Fiscal. En Copiapó costó como tres mil millones recuperar el estadio. Acá, está claro que habrá que resembrar. Por eso, hay que pensar en otro plan”, sostiene.

A Rancagua

Ya resignado a las consecuencias que ha generado la emergencia, el timonel piducano se aboca a encontrar soluciones para terminar la temporada con los menores contratiempos posibles. En ese sentido, la mirada apunta a un destino específico. “Estamos gestionando para ir a Rancagua. Es la posibilidad que tenemos más concreta”, especifica. La más cercana, quedó descartada. “Decidimos no intentar en Curicó por la rivalidad que hay. Nadie nos ha llamado para ofrecernos ese estadio, tampoco”, puntualiza.

La mudanza, necesariamente implicará realizar ajustes que alterarán el devenir del plantel. En efecto, a partir de ahora y hasta el término de la temporada, tendrán que viajar siempre para cumplir sus compromisos. “La ANFP inicialmente pretendía suspender los partidos de Santa Cruz y Rangers. Nosotros no aceptamos, porque en nuestra planificación ya tenemos suspendido el partido contra Wanderers y significaría jugar domingo y miércoles, con viajes incluidos, considerando que no vamos a estar en Talca”, explica Muñoz en relación al esfuerzo adicional que tendrá que afrontar el plantel rojinegro producto del desastre natural.

Sigue en El Deportivo

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.