La nueva vida de Angela Merkel

Angela Merkel
La canciller alemana, Angela Merkel, a la espera de una audiencia parlamentaria en febrero de 2017, en Berlín. Foto: AFP

La canciller alemana no ha dicho cuáles son sus planes luego de que abandone su cargo tras 16 años en el poder. Solo se ha limitado a comentar que quiere “dormir y leer”.


Desde que la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que no se presentaría para la reelección en los comicios generales de septiembre pasado, se ha especulado sobre qué es lo que hará cuando abandone el poder.

Luego de estar al mando por 16 años de la mayor economía de Europa, la canciller de 67 años aún preside el gobierno en funciones, a la espera de que los ganadores de las elecciones generales de septiembre lleguen a un consenso sobre cómo se conformará el nuevo Ejecutivo liderado por los socialdemócratas, acompañados de los verdes y liberales, algo que podría ocurrir en diciembre.

“Hay poco tiempo y espacio para pensar en el tiempo después”, dijo cuando se le preguntó sobre sus planes en una entrevista con el canal alemán Deutsche Welle.

“No haré más política. No estaré como solucionadora de conflictos políticos, eso lo he hecho muchos años, 16 como canciller, con gusto también en la Unión Europea, en lo internacional, siempre me he empeñado en el multilateralismo”, añadió.

El Presidente francés, Emmanuel Macron, le da la bienvenida a la canciller alemana, Angela Merkel, en la Maison la Chimie, en París. Foto: AFP

Merkel dijo que su plan inmediato después de dejar el cargo es dormir y leer. “Es solo que estuve muchos años ocupada con la agenda que me dieron, y siempre tuve que estar preparada. Como jefe de gobierno, tienes que hacerlo, en caso de que algo suceda, para que siempre puedas responder de inmediato. Y ahora voy a ver qué me gustaría hacer voluntariamente. Pero eso solo se hará evidente en unos meses a partir de ahora”, indicó.

En todo caso, no es la primera vez que le preguntan sobre sus planes luego de dejar el gobierno. De hecho, durante una visita a Washington DC en julio, se le preguntó a Angela Merkel cómo imaginaba su jubilación. Aunque había respondido a esta pregunta de forma evasiva en otras ocasiones, en esa oportunidad deslizó que primero se tomaría un descanso y no aceptaría ninguna invitación.

Además, contó que tuvo que aceptar que sus tareas anteriores “ahora las haría otra persona”, y agregó: “Creo que esto me gustará mucho”.

Es así como ha mencionado que en esta nueva etapa, en la que contará con tiempo libre, ha querido pensar en “lo que realmente me interesa”, ya que en este período al mando del gobierno alemán no ha tenido el espacio para pensar en ello.

“Después de eso, tal vez intente leer algo, entonces mis ojos comenzarán a cerrarse, porque estoy cansada, entonces tomaré una pequeña siesta, y luego veremos dónde aparezco”, dijo con una sonrisa luego de recibir un doctorado honoris causa por la Universidad Johns Hopkins.

Una respuesta similar dio en un evento en Düsseldorf, a comienzos de septiembre, donde compartió un podio con la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Allí señaló: “He decidido por mí misma que, en primer lugar, no haré nada y solo esperaré lo que surja”.

La canciller alemana, Angela Merkel, y la reina Margarita II de Dinamarca sonríen mientras se saludan antes de una reunión en Berlín, el miércoles. Foto: AP

“Claro, recibiré invitaciones. Pero si tuviera que empezar a hacerme una agenda de nuevo, sólo porque tengo miedo al vacío, al horror vacui, no quiero eso”, añadió en el encuentro, según consigna la agencia Bloomberg.

En esa oportunidad, Merkel explicó que debido a que ingresó a la política hace más de 30 años, nunca ha podido preguntarse qué más podría interesarle. “Y como he cumplido los 67 años, tampoco tengo un tiempo infinito”, señaló.

“Quiero pensar con mucho cuidado en la fase de mi vida que ahora se acerca sobre la cuestión de lo que surge en mí”, dijo Merkel. “¿Quiero escribir, hablar, caminar, quiero estar en casa, quiero viajar por el mundo?”.

Cuando Adichie la invitó a Nigeria, Merkel respondió: “De hecho, podría ser que visite países africanos”.

Muchos se preguntan si acaso una persona que durante décadas tuvo planificados todos los días desde la madrugada hasta la noche, tras haber asumido una enorme responsabilidad, puede desconectarse de un día para otro. “Solo te das cuenta de lo que extrañarás cuando ya no lo tengas”, dijo recientemente en Berlín, informó Deutsche Welle.

Angela Merkel saluda después de dirigirse al último mitin de la CDU y la CSU en Munich, el 24 de septiembre de 2021. Foto: AFP

Uno de los temas claves será el sueldo que recibirá tras su retiro. Según la cadena alemana, para su pensión posterior, los diversos derechos derivados de su trabajo como canciller, ministra de gobierno y miembro del Bundestag se compensan entre sí. Merkel se beneficia del hecho de que ha trabajado durante mucho tiempo, indicó el medio.

Las fórmulas precisas para los cálculos, hasta cinco decimales, se encuentran en la denominada Ley Federal Ministerial de 1953. Después de un mínimo de cuatro años en el cargo, los cancilleres tienen derecho al 27,74% de sus ingresos anteriores. Con cada año adicional en el cargo, su titularidad crece un 2,39167% hasta un máximo del 71,75%. Teniendo esto en cuenta, Merkel puede contar con una pensión de aproximadamente 15.000 euros al mes.

A ello se suma que califica para seguridad personal y un automóvil oficial con conductor por el resto de su vida. También tiene derecho a una oficina en las instalaciones del Bundestag en Berlín, incluida la administración de la oficina, dos asesores y una secretaria.

Angela Merkel llega al museo "Deutsches Auswandererhaus" (Centro de Emigración Alemán) en Bremerhaven, Alemania, el 4 de noviembre de 2021. Foto: Reuters

Los exfuncionarios del gobierno están obligados a respetar la confidencialidad por ley. Pero incluso si no se les permite revelar ningún secreto, siguen siendo populares en el mundo empresarial como consultores, sobre todo debido a sus amplios contactos políticos. Es así como algunos de los predecesores de Angela Merkel se han movido al sector privado. Después de que Helmut Schmidt dejó la Cancillería en 1982, se convirtió en coeditor del semanario Die Zeit y fue un orador popular, por lo que cobraba no menos que US$ 15 mil, según dijo en una entrevista en 2012.

La prensa alemana ha especulado con que es probable que Merkel permanezca en Berlín por el momento. Es porque su esposo, el químico cuántico Joachim Sauer, aún no piensa en dejar de trabajar. Aunque es profesor emérito en la Universidad Humboldt de Berlín, el hombre de 72 años ha extendido su contrato como investigador senior, al menos hasta el próximo año.

Extrañará a Macron

En la entrevista de 20 minutos con la Deutsche Welle, la canciller reconoció que siempre le ha gustado el trabajo y ha sido una persona curiosa. “Acabo de estar en la conferencia sobre el clima en Glasgow. Era la vigésimo sexta. Y yo pude dirigir la primera que se celebró en Bonn. En aquel momento era una ministra de Medio Ambiente muy joven. Entonces se me abrió el mundo, con toda esa multitud de Estados miembros de la Convención Marco sobre el Cambio Climático. Y esforzarse por alcanzar un compromiso, por superar los conflictos, fue un gran desafío, y siempre lo llevé conmigo. Además, me ha permitido conocer tantas cosas, tantas personas diferentes, culturas diferentes... Siempre lo he percibido como un enriquecimiento. Y eso aporta energía. Obviamente, es mejor no proponerse muchas cosas más”, precisó.

Angela Merkel y Vladimir Putin saliendo de una conferencia de prensa conjunta luego de sus conversaciones en el Kremlin, en Moscú, el 20 de agosto de 2021. Foto: AFP

En otros temas, Merkel ha destacado su compromiso con el multilateralismo. Además, reconoció que echará de menos al Presidente francés, Emmanuel Macron, y sobre las relaciones con París admitió que ambos países “tienen siempre problemas diferentes, pero a veces también comunes. Y siempre nos hemos consultado con la perspectiva de los pasos europeos. Esta discusión la echaré, sin duda, de menos”.

Además, sostuvo que extrañará a muchos de sus colegas jefes de gobierno, “porque hemos trabajado juntos a gusto”.

Sobre la política climática, Merkel, quien se desempeñó como ministra federal de Medio Ambiente en la década de 1990, dijo que entendía la presión de los jóvenes para avanzar más rápido en la lucha contra el cambio climático. “Nunca antes se había ampliado aún más la brecha entre las estimaciones científicas y la realidad. Eso tiene que cambiar ahora en esta década. No lo estamos haciendo tan mal en Alemania en comparación con otros países”, comentó Merkel en la entrevista que se realizó mientras se llevaba a cabo la cumbre COP26.

Angela Merkel habla con Camilla, duquesa de Cornualles, mientras asisten a una recepción por la COP26, en Glasgow, Escocia, el 1 de noviembre de 2021. Foto: Reuters

La canciller también dijo que uno de sus momentos más desafiantes llegó en 2015, cuando el país vio una gran afluencia de refugiados de países devastados por la guerra como Siria y Afganistán. Ella dijo en ese momento que “podemos hacerlo”, abriendo las fronteras del país a los solicitantes de asilo en una decisión controvertida.

“Sí, lo hicimos”, afirmó Merkel en la entrevista, pero reconoció que “no todo salió exactamente como debería”. “Por supuesto, todavía no estamos fuera de peligro cuando se trata de luchar contra las causas fundamentales del desplazamiento y la migración”, dijo. “Todavía no hemos logrado dar a Europa un sistema común para abordar el asilo y la migración”.

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