La subterránea conversación en el mundo del “A Favor”

Dirigentes de Chile Vamos, republicanos, Amarillos y Demócratas, durante una reunión realizada el 2 de octubre, en la sede del Congreso en Santiago. VICTOR HUENANTE / AGENCIAUNO

Las negociaciones para consensuar la nueva propuesta constitucional y el trabajo conjunto para que se apruebe revitalizaron las relaciones entre Chile Vamos, republicanos, Amarillos y Demócratas. Las tratativas estuvieron cruzadas por un factor adicional: la municipal. La apuesta es enfrentar unidos la elección de alcaldes y gobernadores del próximo año. Aunque todo dependerá, reconocen, del resultado del plebiscito.


Fueron múltiples las reuniones que, entre fines de septiembre y principios de octubre, se sucedieron entre las fuerzas políticas que estuvieron por el Rechazo en el plebiscito de 2022, buscando un acuerdo para este segundo proceso constituyente.

En el Congreso y, muchas veces, en la casa del exministro Isidro Solís, los dirigentes de Republicanos, Chile Vamos, Amarillos y Demócratas se juntaron para lograr un entendimiento que asegurara que los mismos partidos que enfrentaron -y ganaron- el 4S, logrando un 62%, estuvieran esta vez por visar el nuevo texto.

Pero no solo eso. En paralelo, de forma privada y subterránea, un factor cruzó estas tratativas: la supervivencia municipal. Con la decisión ya tomada por parte del oficialismo de ir en una sola lista desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista -la que comunicaron el 9 de octubre- y una mayoría de municipios gobernados por fuerzas afines al gobierno, el escenario se fue clarificando y apurando en pos de un entendimiento entre los partidos que están por el “A favor”.

Así, mientras las tiendas de oposición siguen “quebrándose la cabeza” –según describe uno de los coordinadores de la campaña- para convencer a la ciudadanía de que apoyen la nueva propuesta, varios de sus dirigentes ya están conversando para enfrentar de forma coordinada el súper año electoral que viene, en que se renuevan alcaldes, concejales y gobernadores.

La búsqueda de candidatos ya se ha puesto en marcha en los grandes partidos y en los más pequeños.

Tanto José Antonio Kast como Evelyn Matthei -cartas presidenciales del sector- han comentado en privado que, más allá de la trascendencia que tiene cerrar el tema constitucional, la verdadera batalla se disputará en las municipales, elecciones que tienen una fuerte capacidad predictora respecto de la presidencial.

Así lo cree también Sebastián Piñera. El exmandatario se encuentra muy arriba del tema, mapeando y haciendo mediciones en varias comunas del país. Por de pronto, dos de sus exministras más cercanas, Cecilia Pérez y Karla Rubilar, figuran hoy como cartas para retener La Florida y Puente Alto. Piñera cree también -y así se lo ha manifestado- que Felipe Alessandri (RN) debería intentar recuperar Santiago, que hoy dirige Irací Hassler (PC).

Competencia inteligente

Aunque nadie reconoce negociaciones ni un pacto electoral en sí, varios dirigentes, en particular los secretarios generales de los partidos que van por el “A favor”, han realizado conversaciones cruzadas para sondear opciones y delinear algunos bordes para enfrentar los comicios.

Uno de ellos es lo que han bautizado como “competencia inteligente”. Es decir, competir con un solo candidato en comunas emblemáticas que están hoy en manos oficialistas, como Santiago y Recoleta, Valparaíso, Ñuñoa y San Bernardo, entre otras. Y generar así, entonces, acuerdos por omisión en favor de la carta más fuerte.

“La izquierda tiene una alianza electoral en las municipales que va desde el PC a la DC. Nuestra aspiración es representar a un electorado que vaya desde la centroizquierda, al centro, y por qué no a la centroderecha”, dice el presidente de Amarillos por Chile, Andrés Jouannet.

“Pertenecemos a Chile Vamos y nuestra prioridad es escoger con ellos a nuestros mejores candidatos. Pero por supuesto que estamos abiertos a llegar a niveles de coordinación con Demócratas y Amarillos”.

Rodrigo Galilea, , afirma el presidente de RN.

Sin embargo, tanto este partido como Demócratas -colectividad liderada por los ex DC Ximena Rincón y Matías Walker- niegan un acercamiento concreto con la derecha con miras a las elecciones del 27 de octubre de 2024. Estos últimos sí revelan que se encuentran en conversaciones con el Partido Social Cristiano (colectividad que esta semana dio libertad de acción a sus 446.483 militantes) y otros movimientos para fortalecer una alianza electoral de centro, donde no descartan sumar a Evópoli.

En ambas tiendas señalan que su prioridad es la aprobación de la nueva Constitución y la consolidación como partidos.

Ximena Rincón (Demócratas) y Andres Jouannet (Amarillos). Desde Chile Vamos ya se han manifestado dispuestos a abrir cupos a ambas tiendas. Foto: Dedvi Missene

Chile Vamos abre puertas al centro

Desde Chile Vamos ya se han manifestado dispuestos a abrir cupos a ambas tiendas, así como también al Partido de la Gente, y así prolongar el actual entendimiento constitucional.

El presidente de la UDI, Javier Macaya, ha transmitido a estos partidos que ojalá pudiesen confluir en una identidad común de oposición a la izquierda más radical.

Un dirigente del bloque revela, incluso, que algunas de las alcaldías grandes de la V Región podrían ser buenas plazas para que compita una figura exconcertacionista o del partido liderado por Franco Parisi, que han manifestado un especial interés por Valparaíso.

Otra fuente agrega que en las conversaciones que hubo con Demócratas para que se sumaran al “A favor” se comentó que podrían darles cupos preferenciales en la Cuarta y Séptima Región (zonas que representan Walker y Rincón).

“Para el ciclo electoral que viene no veo viable ser parte de una alianza con republicanos, tenemos proyectos políticos distintos. Ello no implica no hacer algún tipo de estrategia electoral entre todos los partidos del sector”.

Gloria Hutt, presidenta Evópoli

Desde RN y la UDI señalan que no tienen “problemas de cupos”. Al contrario, necesitan ir a disputar muchas plazas tras la dura derrota sufrida en la municipal de 2020, especialmente en la Región Metropolitana y sus zonas aledañas.

“Pertenecemos a Chile Vamos y nuestra prioridad es escoger con ellos a nuestros mejores candidatos. Pero por supuesto que estamos abiertos a llegar a niveles de coordinación con Demócratas y Amarillos”, afirma el presidente de RN, Rodrigo Galilea.

“Para el ciclo electoral que viene no veo viable ser parte de una alianza con republicanos, tenemos proyectos políticos distintos. Ello no implica no hacer algún tipo de estrategia electoral entre todos los partidos del sector”, dice la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt.

El presidente de la UDI, Javier Macaya, ha transmitido a Amarilolos y Demóratas que ojalá pudiesen confluir en una identidad común de oposición a la izquierda más radical. FOTO: FRANCISCO VICENCIO/AGENCIAUNO

Kast muestra sus cartas

Desde republicanos aseguran que se encuentran enfocados de lleno en la campaña por el “A Favor”, sin embargo, Kast ya ha comunicado -en privado- a líderes de la derecha que no buscan disputar las grandes alcaldías.

En reuniones que ha sostenido en las últimas semanas, el líder republicano transmitió que el objetivo estará puesto en la elección de concejales, factor que medirá el real peso del partido a nivel nacional y que será clave -como fuerza territorial- en las presidenciales de 2025. Para ello, ya trabaja un equipo de búsqueda liderado por Macarena Bravo y Catalina Ugarte, además de una escuela municipal.

Esta definición republicana allana el camino a pactos por omisión -que, por ejemplo, se daría con Alessandri en Santiago-, lo que para algunos dirigentes no significa un acuerdo político programático que pudiera traer costos en sus bases.

Sin embargo, un dirigente de la UDI advierte que el descuelgue de algunos parlamentarios republicanos que votarán “En contra” -entre ellos el senador Rojo Edwards y el diputado Johannes Kaiser- debilita esta opción. “¿Qué pasa si hacemos un pacto con republicanos en una comuna equis y aparece un candidato descolgado de la derecha republicana?”, se pregunta.

Kast ha transmitido en privado a líderes de la derecha que el objetivo de republicanos estará puesto en la elección de concejales. FOTO: DIEGO MARTIN /AGENCIAUNO

El plebiscito, factor clave

Pero, a pesar de los avances, en los partidos que apoyan el “A favor” advierten que el resultado del referéndum será un factor clave para la continuidad del trabajo en conjunto.

“No es lo mismo perder 49% versus 51%, que 30% versus 70%”, dice un dirigente del sector, explicando que mientras más abultada sea una eventual victoria del “En contra” aumentan las posibilidades de un quiebre entre estas fuerzas, particularmente entre republicanos y Chile Vamos.

En la oposición explican que de ganar el rechazo -como hoy arrojan las encuestas-, republicanos podría acusar a Matthei de no habérsela jugado por este nuevo proceso. Argumentos tendrán. La alcaldesa descartó esta semana coordinar a las mujeres por el “A favor”, que había anunciado días antes el presidente UDI, Javier Macaya. “La verdad es que no tengo mucho tiempo para dedicarme a otras cosas que no sean mi labor de alcaldesa”, dijo.

Aunque cercanos a la edil de Providencia dicen que ella no cuenta con vacaciones para hacer campaña, en el sector leyeron sus dichos como un blindaje ante un eventual triunfo del rechazo. Ello le permitiría, además, diferenciarse de Kast, quien ha asumido un rol activo en la campaña por el “A favor”.

Desde Chile Vamos, en tanto, podrían culpar al fundador del Partido Republicano por haberse dado “gustitos” en el nuevo texto, entre ellos, por la objeción de conciencia y la protección de la vida de “quien” está por nacer. Esto, acusa la izquierda, podría complicar el futuro del aborto en tres causales.

Desde Amarillos y Demócratas, en tanto, también reconocen que el resultado podría marcar su futuro. “Si gana el ‘En contra’, sin duda, nos pegará fuerte. Si se impone el ‘A favor’ mantenemos nuestro atractivo y podemos transformarnos en la niña bonita de las municipales”, comenta uno de sus líderes.

“Hoy estamos conversando un pacto electoral con Amarillos y no con el resto de los partidos (que apoyan el A Favor)”.

Ximena Rincón, senadora y líder de Demócratas

Pero en la oposición también existe el convencimiento de que cualquiera sea el resultado del plebiscito, lo mejor será dar vuelta la página y aprovechar la oportunidad histórica que primero les dio el Rechazo y hoy el “A Favor” para pavimentar una propuesta política y programática amplia, desde la derecha republicana a un centro liberal.

El sueño de muchos, entre ellos Piñera y Pablo Longueira, es copar el centro y emular lo que fue la Concertación, un entendimiento político e instrumental que permitió a los partidos de centroizquierda gobernar el país durante cuatro períodos presidenciales, desde 1990 hasta el 2010.

Justamente, una de las cosas que revivieron esta idea ha sido el protagonismo que tuvo en este proceso constitucional -y está teniendo hoy en la campaña- un grupo de experimentados dirigentes de la ex Concertación.

Solís, Zarko Luksic y José Pablo Arellano, entre otros, por Amarillos, y los senadores Rincón y Walker, por Demócratas, fueron claves para moderar el actual texto constitucional y lograr que sus bases lo respaldaran. Muchos reconocen, eso sí, que no les quedaba otro camino más que arrimarse a la derecha, ya que no serían acogidos por el oficialismo tras apoyar el Rechazo en el plebiscito del año pasado. “Era una cuestión de supervivencia”, señalan.

“El trabajo entre el centro y la derecha partió en el mundo del Rechazo y se ha profundizado ahora en el ‘A favor’, sentando las bases de una futura gobernabilidad, con las diferencias naturales que existen entre todos los partidos”, afirma Gonzalo Müller (Ind. UDI), uno de los coordinadores de ambas campañas, junto a Jorge Selume (Evópoli), Bernardo Fontaine (Ind. RN) y Marco Antonio González (republicano).

Justamente la estrategia escogida por los cuatro creativos para dar vuelta las cifras es mostrar un proyecto de nueva Constitución que no representa únicamente a la derecha, sino que es un texto más transversal y elaborado en democracia.

El exdiputado DC Zarko Luksic -en la foto junto a Cristian Warken y Andrés Jouannet- fue uno de los negociadores de Amarillos quien tendió puentes con republoicanos para moderar el actual texto constitucional FOTO: DIEGO MARTIN/ AGENCIAUNO

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