“Apoyar el Golpe de Estado en 1973 es algo comprensible”: las reflexiones en 2019 de Patricio Fernández que resurgen en medio de críticas del PC a sus posturas

Patricio Fernández.

En publicaciones antiguas de Twitter, el asesor presidencial a cargo de la conmemoración de los 50 años del Golpe, indicó que era entendible que algunos quisieran el golpe, pero que "votar que SÍ 15 años después para que el dictador siguiera en el poder, a sabiendas de lo ocurrido, es un pecado de la derecha muy difícil de excusar”. Junto con eso, en un podcast de 2019, el exconvencional sostuvo que las víctimas de asesinados y desaparecidos en Chile son "una cifra chica" en comparación a otros países, que el Frente Amplio tiene una idea "creada intelectualmente" de lo que fue la dictadura y que "toda la derecha que conocemos fue pinochetista".


—Uno se ha dedicado buena parte de su vida a que sea justamente la verdad y la historia compartida lo que más se sepa, de manera que no soy un negacionista.

Así, de forma breve, Patricio Fernández, asesor presidencial a cargo de la conmemoración de los 50 años desde el Golpe de Estado, hizo frente este lunes a los cuestionamientos que recibió por parte de organizaciones ligadas a los derechos humanos y por el Partido Comunista (PC), a raíz de sus dichos en torno al quiebre democrático de 1973.

Esto, luego que, en entrevista con Radio Universidad de Chile, dijera que “la historia podrá seguir discutiendo por qué sucedió o cuáles fueron las razones o motivaciones para el Golpe de Estado”. Tras eso, los cuestionamientos de los comunistas y organizaciones apuntaron a que sus dichos podían ser considerados “negacionistas” y que se abrían a la reivindicación del quiebre democrático.

En medio de la polémica, Fernández ha eludido dar declaraciones, salvo algunas aclaraciones por Twitter. Sin embargo, en sus tiempos de comentarista, se refirió en extenso al Golpe Militar que encabezó Augusto Pinochet. Por ejemplo, en un tweet publicado en octubre de 2019, el exconvencional manifestó que “apoyar el Golpe de Estado en 1973 es algo comprensible -se vivían tiempos de mucha tensión y nadie sabía lo que vendría- pero votar que Sí 15 años después para que el dictador siguiera en el poder, a sabiendas de lo ocurrido, es un pecado de la derecha muy difícil de excusar”.

Ese mismo día, ante un cuestionamiento del periodista Freddy Stock, el actual asesor respondió: “Sí (es comprensible apoyar el Golpe). Eran tiempos rabiosos, se amenazaban unos a otros con medidas violentas. De haber tenido edad, yo sin duda habría sido de la Unidad Popular y quizás hubiera deseado la revolución armada. De modo que otros desearan el golpe me resulta comprensible. Otra cosa fue el Sí a Pinochet en 1988″.

Un mes antes, en septiembre de 2019 y en el podcast Columnistas Pagina 13 de T13 Radio, Fernández profundizó en su visión sobre la figura de Pinochet, en el contexto del 46° aniversario del Golpe Militar. Ahí, al inicio, el exconvencional tuvo palabras para quienes hoy están en el gobierno del Presidente Gabriel Boric. “Tenemos una generación, el Frente Amplio (FA) y algo en Evópoli, pero es más nítido en el FA, que nació para el plebiscito (de 1988). La generación del 2011 (en referencia al movimiento estudiantil): Giorgio Jackson, Gabriel Boric, nacieron el 87, 88. O sea, no es que ellos no se acuerden o eran chicos en el tiempo de Pinochet, no estaban (...). Ellos están aprendiendo, están haciéndose de una historia a posteriori. O sea, cuando en el FA (...) hablan de la dictadura, hablan de una dictadura enteramente creada intelectualmente. O leída, o conversada, o procesada (...)”, dijo.

A continuación, sostuvo que existe una “máxima que se usó mucho después de terminada la dictadura, y todavía se repite. Y a mí me parece de una ingenuidad que habría que sacarla un poco. Es el ‘nunca más’, como ‘para que nunca más suceda...’. Yo no creo para nada en eso de nunca más. No lo creo posible. Estoy bastante convencido de que la derecha hoy día, ante circunstancias parecidas a las que vivió entonces, vuelve a apoyar el Golpe, vuelve a hacer un Golpe, y vuelve a apoyar posiblemente una dictadura igual (...)”.

En esa misma línea, enfatizó: “Seamos sinceros... Esto me tocó hablarlo el otro día con el Rojo Edwards: la derecha de cierta edad es pinochetista, nunca ha dejado de ser pinochetista. Otra cosa es lo que traten de decir cuando están frente a un micrófono (...). Están ahí las fotos de sus cumpleaños. Estamos hablando de gente de todo el gobierno actual (de Sebastián Piñera en ese momento), un pedazo muy grande del gobierno actual. Y esta vez no lo digo haciendo denuncia, sino que en esas fotos está (Alberto) Espina, está Evelyn Matthei, está (Joaquín) Lavín (...). O sea, toda la derecha que conocemos fue pinochetista. No ha pasado tanto tiempo. Y, no obstante, esa gente va a hacer declaraciones correctas. Pero si se encuentran en confianza, tomándose dos copetes, no dudan (...). Con el golpe no dudan, podrían dudar con haber votado que Sí el 88″.

Patricio Fernandez, Periodista, escritor, ex Convencional.

En cuanto a Augusto Pinochet, Fernández manifestó que “el ejercicio que viene es ir analizando y poniendo en su lugar a Pinochet y lo que fue su gobierno, porque hay varios Pinochet que uno puede ir sacando a colación aquí. Uno es el traidor. Estamos hablando de un general que era considerado general rojo, de confianza del general (Carlos) Prats, etcétera, que se da vuelta la chaqueta en un momento determinado. Otro es el revolucionario, por decirlo así, porque si alguien hizo una revolución en Chile, fue Augusto Pinochet, y no fue Salvador Allende”.

Sobre este último punto, agregó que “uno podría decir que Salvador Allende es más bien el último capítulo de una historia. Y el que refunda -a lo mejor queda grande la palabra, pero no tanto- el que refunda Chile, el mismo que se viene gobernando también después de la recuperación de la democracia, es Pinochet. Gira el eje, digamos (...)”.

También distinguió que ‘otro Pinochet’ fue el “dictador terrible”, frente al que dijo: “Yo le tengo mucho miedo a que ese dictador terrible, a medida que pase el tiempo. Por razones además numéricas, va volviéndose menos evidentemente terrible. ¿Qué quiero decir con esto? Por esto es que creo que es importante la literatura y no solo (...) la historia. En Chile las víctimas, entre los asesinados y los desaparecidos, son 3.227. Esto para cualquier número de los lugares que conocemos, con horrores y muertes, es una cifra chica (...). El Salvador es más chico y en los años 80 murieron 100 mil personas. En México, desde el gobierno de Calderón hasta ahora, van 200 mil (...)”.

En ese sentido, sostuvo que “si Pinochet se volvió el ícono de las dictaduras latinoamericanas, es es buena medida porque antes de él estaba Salvador Allende, porque la democracia chilena era bastante ejemplar al lado de otras varias latinoamericanas (...). Entonces, cómo esto se evalúe después decía... A eso me refería con estos números chicos, comillas chicos´-enfatizó-, porque la realidad de cada uno de estos números es una inmensidad”.

“Lo otro que creo en que hay que tomar consciencia es que lo que más sirve ahora para entender a esos familiares que persiguen la justicia después de pasados montones de tiempo, con familiares desaparecidos o muertos, la mejor explicación de por qué eso perdura, la podría dar quizás la familia de Jaime Guzmán, que no ceja, ni se cansa ni para de perseguir a los que se supone que fueron los culpables del asesinato de su pariente”, agregó.

A Fernández, en todo caso, por sus dichos de estos días lo salieron a respaldar los presidentes de los partidos del Socialismo Democrático. Y también en el gobierno. Esta mañana, el ministro de Justicia, Luis Cordero, indicó en radio Infinita que “no hay ninguna frase que haya dicho (Fernández) a la cual uno le pueda atribuir relativismo o negacionismo en materia de derechos humanos (...), Y en esto soy particularmente cuidadoso”.

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