“Quería recuperar mi auto lo antes posible”: la declaración del militar cuyo vehículo estaba en manos de los sospechosos del crimen del cabo Palma

Peritajes al vehículo en el cual se cometió el crimen del carabinero Daniel Palma.

El suboficial Boris Medina Cifuentes arrendaba tres autos para que fueran manejados por terceros para labores de traslado de pasajeros, a través de aplicaciones móviles. Sin embargo, uno de ellos se vio involucrado en el tercer asesinato a un carabinero, este año, y en 23 días. En su declaración ante Carabineros dice desconocer el destino que se le daba verdaderamente al ya reconocido Chevrolet Sonic color azul.


“Medina, te busca Carabineros”.

El llamado sorprendió a Boris Medina Cifuentes cuando compartía en una actividad de camaradería con sus colegas del Regimiento Caballería Nº 3 Húsares de Angol. Eran las 22.20 de la noche del 5 de abril y personal del OS-9 lo esperaban en la recepción.

Cuando le dijeron el motivo de su visita, la sorpresa se transformó en preocupación, porque el tema no era menor: hace una hora, en el centro de Santiago, desde un auto que estaba inscrito a su nombre, un grupo de delincuentes había disparado en contra del cabo Daniel Palma Yáñez (33), quien terminaría falleciendo durante la madrugada del 6 de abril.

Como el auto Chevrolet Sonic, de color azul, estaba inscrito a su nombre, los investigadores querían saber cuál era el nexo del militar con los sospechosos del crimen. El suboficial Medina quiso comenzar contando la historia, desde un comienzo.

“En el mes de marzo del año 2022, no recuerdo el día exacto le entregué a cargo mi vehículo marca Chevrolet Modelo Sonic, a un conocido que mantengo en la ciudad de Concepción de nombre Bladimir Alexis Díaz Pardo (...) A él lo conocí por medio de un grupo de WhatsApp de conductores de la ampliación Uber; con el fin de que este lo trabajara como Uber, quedando de acuerdo que el pago por el auto sería de forma semanal de $ 85.000″, declaró el suboficial Medina ante los investigadores, en calidad de testigo.

Durante el año 2022 -según relató el militar- no mantuvo ningún tipo de problema con los dos hombres que le arrendaban sus autos. Posteriormente, en enero de este año, a Bladimir le entregó un tercer vehículo para que también lo pusiera a trabajar como Uber.

Es por esa fecha el auto entra en terreno sospechoso. Bladimir le entregó el Chevrolet azul a un hombre de nacionalidad venezolana para que lo trabajara. “Este sujeto le pagaba a Bladimir y este me pagaba a mí, siendo algo así como subarriendo del auto. Hasta el 12 de marzo me pagaron sin ningún tipo de complicación, luego de ello, el 20 de marzo, Bladimir me avisó que este venezolano quería comenzar a pagar de forma mensual”, recordó.

Hasta ahí todo bien, pero por esos días, el militar recibe un mensaje, a través de Facebook, en que una mujer le indica que su auto estaba “botado” en calle San Francisco con Coquimbo. La misma esquina en que los sospechosos del crimen del suboficial Palma habían tenido un altercado antes de huir y disparar al policía.

FOTO: DIEGO MARTIN / AGENCIAUNO

“En ese instante yo llamo de inmediato a Bladimir y le pregunto por qué el auto estaba en Santiago abandonado y este me manifiesta que el auto lo tenía el venezolano de nombre Carlos; a lo cual también lo había llamado y también le escribía, pero Carlos no le contestaba”, sostuvo ante los policías. Entre los investigadores se habla que esa persona es Carlos Cortez Flores, alias “Carlitos Nike”, quien aún permanece prófugo.

El suboficial prefirió hablar directamente con quien usaba su auto así que le escribió. El joven de 22 años le respondió que se había ido a Santiago desde Concepción a ver a un primo y había dejado el auto estacionado en la calle y no sabía que había feria, pero que lo iría a retirar de inmediato.

Era el 2 de abril, a tres días del crimen, y el suboficial quería su auto de vuelta. Al parecer, ya no confiaba en quienes tenían su vehículo, el cual, además -según los antecedentes del caso- también participó en un asalto en Vitacura, en marzo de este año.

“Hablé con Carlos y luego llamé al Bladimir para decirle que quería recuperar el auto (...). No me interesaba el pago del auto, quería recuperarlo lo antes posible, quedando de acuerdo que este fin de semana de Semana Santa me entregarían el auto en la ciudad de Concepción”, recordó.

¿Quién conocía a Carlitos Nike?

Según el suboficial, sólo habló por WhatsApp con el venezolano de nombre Carlos y que nunca lo vio en persona, salvo en una foto que vio de él, a través de una captura de pantalla con su perfil de Facebook.

Bladimir Díaz Pardo también declaró en la investigación. En su testimonio comenzó relatando que se desempeñaba como conductor de aplicaciones de transporte, Didi, Uber, Indrive y Cabify, desde hace siete años, realizando viajes dentro de la provincia de Concepción, principalmente.

“Generalmente, para trabajar como conductor de transporte, arriendo un vehículo y hago un pago semanal que varía entre $ 85.000 y $ 100.000 semanal, dependiendo de las características del vehículo”, relató a los policías del OS-9 de Carabineros.

Uno de los autos que arrendó para manejar fue el del suboficial Medina. “La entrega del vehículo se realizó en el Regimiento del Ejército de la comuna de Angol, cerca de un servicentro, al parecer era un Petrobras. El traspaso del vehículo fue en horario del almuerzo y don Boris andaba vestido con uniforme militar”, explicó en su testimonio.

Sin embargo, a través de un abogado que conocía en la región y que trabajaba en temas para regularizar a migrantes, a Bladimir se le recomendó un joven venezolano que necesitaba un auto para trabajarlo. “Desde ese momento, me empecé a comunicar con Carlos, esto fue hace como un mes atrás. Los pagos eran realizados en efectivo”, indicó, agregando que sólo se reunió con él en dos o tres ocasiones.

Pero, para corroborar lo señalado antes por el militar, la policía le consultó “¿Tiene perfil de alguna red social de Carlos, Luis, Emigli?”, a lo que el entrevistado respondió: “No, no mantengo ningún perfil de esas personas”.

En sus declaraciones, los dos entregaron características físicas de “Carlos” para que la policía pudiera ubicarlo y vincularlo -o no- en el crimen del suboficial Palma.

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