Cumbre del G7: Biden, Macron y Johnson salen al paso de la diplomacia de las vacunas de China y Rusia

El primer ministro británico, Boris Johnson, como anfitrión de la cumbre virtual del G7 desde Londres. Foto: Reuters

El primer ministro británico Boris Johnson, el Presidente francés Emmanuel Macron y su par estadounidense Joe Biden aprovecharán la reunión virtual de hoy para anunciar la colaboración de sus países con la distribución de vacunas a las naciones más pobres.


Analizando los acuerdos de suministro actuales para las vacunas contra el Covid-19, la organización internacional ONE Campaign -que busca poner fin a la pobreza extrema y las enfermedades prevenibles para 2030- dijo que los países ricos, como Estados Unidos y Reino Unido, deberían compartir el exceso de dosis para “potenciar” una respuesta global a la enfermedad. No hacerlo, según el movimiento global, negaría a miles de millones de personas la protección esencial contra el virus, llegando incluso a prolongar la pandemia.

El informe, que analizó los contratos con los cinco principales fabricantes de vacunas -Pfizer/BioNTech, Moderna, Oxford/AstraZeneca, Johnson & Johnson y Novavax- descubrió que Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido, Australia, Canadá y Japón han asegurado más de 3.000 millones de dosis, más de mil millones extras de los 2,06 mil millones necesarios para administrar dos dosis a toda su población.

Trabajadores descargan un cargamento de la vacuna china de Sinopharm en Budapest. Foto: Reuters

De acuerdo a la organización, este exceso -en conjunto con otros suministros adquiridos a través del programa global de intercambio de vacunas Covax y acuerdos bilaterales- podría ayudar a proteger a las personas vulnerables en los países más pobres, reduciendo significativamente el riesgo de muertes a causa del virus y acelerando el fin de la pandemia.

En este contexto, el Presidente francés, Emmanuel Macron, pidió ayer a Estados Unidos y los países europeos que asignen hasta el 5% de los suministros actuales de vacunas a los países en desarrollo.

El Presidente francés, Emmanuel Macron, durante la cumbre virtual del G7, hoy en París. Foto: AP

La declaración llegó un día antes de la cumbre del G7 -conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- evento que marcará el debut de Joe Biden en el escenario mundial. En la cumbre que se está llevando a cabo hoy de manera virtual, se espera que el nuevo mandatario estadounidense anuncie una contribución de US$ 4.000 millones para un esfuerzo internacional para impulsar la compra y distribución de vacunas a los países más pobres. Así, Biden dispondría una donación inmediata de US$ 2.000 millones a Covax, y entregaría los US$ 2.000 millones restantes durante los próximos dos años, a medida que otros países cumplan sus propias promesas.

Biden también hará un llamado a los socios del G7 a cumplir con sus compromisos con Covax, iniciativa en la que el expresidente Donald Trump se había negado a participar debido a sus vínculos con la Organización Mundial de la Salud.

Una persona espera en la fila de la farmacia de Walmart, donde está disponible la vacuna de Moderna, en Connecticut. Foto: Reuters

Ahora, Estados Unidos se comprometió a trabajar a través de Covax para garantizar una “distribución equitativa de las vacunas y el financiamiento a nivel mundial”, dijo ayer la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.

En su primer memorando de seguridad nacional, Biden pidió a los funcionarios de su administración que desarrollaran un plan para donar los excedentes de vacunas una vez que haya suficientes suministros para todo el país.

El primer ministro británico, Boris Johnson, anunciará que los excedentes de la vacuna de Reino Unido se compartirán con otros países que los necesiten a través del esquema Covax, y dará a conocer un programa para producir vacunas para nuevas enfermedades, que busca establecer una red de seguridad global para contrarrestar futuras pandemias.

El primer ministro británico, Boris Johnson, habla con una trabajadora sanitaria durante una visita a un centro de vacunación en Gales del Sur. Foto: Reuters

“Como líderes del G7 debemos decir hoy: nunca más. Al aprovechar nuestro ingenio colectivo, podemos asegurarnos de que tenemos las vacunas, los tratamientos y las pruebas para estar listos para la batalla contra futuras amenazas para la salud, mientras derrotamos al Covid-19 y reconstruimos mejor juntos”, dijo Johnson.

Los mandatarios no han sido los únicos en reaccionar. A principios de esta semana, el secretario general de la ONU, António Guterres, criticó la distribución “tremendamente desigual e injusta” de las vacunas Covid-19, advirtiendo que 10 países han administrado el 75% de todas las vacunas.

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. Foto: AP

Guterres dijo el miércoles que 130 países no han recibido ninguna dosis de la vacuna, señalando que “en este momento crítico, la equidad de la vacuna es la mayor prueba moral ante la comunidad global”.

Se espera que la cumbre, a la que le seguirá una presencial en junio en Cornualles, Reino Unido, se centre además en el cambio climático y la conferencia COP26, que se llevará a cabo en el mismo país.

La pantalla de la oficina del Consejo Europeo en Bruselas, donde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, participaron de la cumbre del G7. Foto: Reuters

Frente a las acusaciones de que Rusia y China están ganando influencia a través de la “diplomacia de las vacunas”, algunos estados de la UE han mostrado preocupación de que el G7 se esté utilizando para establecer una alianza contra China. De hecho, este año fueron invitados a la reunión Australia, India y Corea del Sur, países que se han enfrentado con Beijing. Sin embargo, el gobierno británico ha negado el tono “antichino” de la reunión.

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