Iván Monalisa, un escritor chileno y sobre tacones por las calles de NY

Foto: Camilo Fuentes.

El autor del elogiado libro de cuentos Las biuty queens (Alfaguara, 2019) lleva más de 20 años radicado en EEUU. Performista y actor de la U. de Chile, mañana salta a la pantalla con El viaje de Monalisa, documental que se estrena en Nueva York. El registro de Nicole Costa le sigue los pasos a Iván Ojeda (Llanquihue, 1966), verdadero nombre del también autor que narra las vidas de travestis y transexuales en Manhattan, y que a ratos se viste también de mujer para vender su cuerpo y posar bajo las luces.


Pedro Lemebel se lo porfió varias veces. "Ivana, me encantaron tus crónicas", le mandó a decir por correo el fallecido autor de Tengo miedo torero a Iván Monalisa, un artista y actor formado en la Universidad de Chile al que había conocido en las alocadas noches de la escena local más under de los 80, y quien daba entonces sus primeros pasos en la literatura. La correspondencia se prolongó en el tiempo. "Gracias, Pedro, qué bueno que los hayas leído, pero no son crónicas, son cuentos", respondió Monalisa. Lemebel no se la guardó: "Querida, te conozco. Son crónicas, especialmente el cuento del chico de al lado".

Performista y escritor chileno radicado hace más de veinte años en EEUU, Iván Ojeda, su verdadero nombre, nació en 1966 en Llanquihue. Pasó dos años por Derecho en la Universidad Católica de Valparaíso, pescó sus pilchas y se vino a estudiar teatro a Santiago, primero en el desaparecido Teatro La Casa de Fernando Cuadra y luego en la Universidad de Chile. Estrenó obras de teatro y performances. Eran fines de los 80, sus compañeros, además de Lemebel, eran Pancho Casas, Carmen Berenguer, Sergio Parra. Estuvo, sin quererlo, envuelto en la escena de vanguardia de la época.

"Qué aburrido es el arte", ha dicho Monalisa en varias ocasiones. "Toda esa escuela de gente como la Nelly Richard han coartado, han hecho como una dictadura de lo que es bueno y de lo que no es bueno. Y eso no me parece bien. Porque hay mucha gente joven y cuando uno es joven es muy influenciable".

Una beca lo llevó junto a una amiga a Nueva York en 1996, y lo que iba a ser un breve paso por dos semanas en EEUU se convirtió en una vida de más de 20 años. El vértigo de Nueva York lo sedujo, y las luces de neón de Times Square lo encandilaron.

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Iván Monalisa en una fiesta de Legibilities, el sello formado por el editor chileno Carlos Labbé en Nueva York. Foto: María Gracia Donoso.[/caption]

¿Has estado indocumentado todo este tiempo?, le preguntaron hace tres años, cuando su nombre comenzó a oírse cada vez más alto en Nueva York tras las publicación de su primer libro de cuentos, La misma nota, forever (2014), publicado por el sello fundado por el también escritor chileno Carlos Labbé, Sangría Editora. "Sí -respondió-, pero ahora ya estoy viendo la visa, tengo que ponerme las pilas. No tengo ni seguro de salud". Hace más de 20 años que Monalisa no pisa Chile ni ve a su familia. Actualmente vive en el Bronx y trabaja a medio tiempo en una tienda de HyM. Sigue haciendo performance y, por cierto, escribiendo.

Este año, Alfaguara publicó en Chile, España y Argentina su elogiado libro Las biuty queens, una serie de cuentos escritos en spanglish y en gran medida autobiográficos, aunque su autor ha dicho que no del todo. Desde ahí toma distancia de la crónica de Lemebel, aunque en su escritura logra colarse algo de su humor y, a ratos, el retrato sucio y pixelado de las calles y las vidas bohemias de travestis y transexuales que se "hacen la calle".

Así lo muestra El viaje de Monalisa, documental biográfico y dirigido por la actriz y su ex compañera de universidad Nicole Costa, que mañana se estrena en el festival de cine DOC NYC, en el Cinepolis del barrio de Chelsea. Allí sus personajes lucen casi idénticos a él: fuman crystal meth, participan en concursos de belleza y caen en la cárcel por buscar clientes encumbradas sobre dos tacones aguja. El filme debutará en 2020 en Chile.

"En algunas ocasiones me cogieron dentro del carro, cuando el cliente de turno me estaba pasando el dinero. Otras, solo por estar caminando en el área. Esperamos a que te hicieras tu dinero. Agradece, me dijo una vez el hipócrita del teniente Torres, encargado de arrestar a las trabajadoras sexuales que andaban por su territorio", escribe el autor en Las biuty queens. La prostitución es un tema del que le interesa hablar. "Hay mucho morbo porque es algo de lo que no se habla entonces hay mucho mito. Pero es más simple de lo que uno piensa, si se le saca la carga valórica y moral: es una transacción bien básica", dijo en 2016.

https://vimeo.com/221194029

Dos espíritus

A veces es Iván, a veces es Monalisa. Depende del día o la noche. El personaje nació a poco de su llegada a EEUU, cuando tuvo que vérselas solo, sin papeles ni con qué parar la olla. De a poco, fue cobijado por un grupo de travestis dedicados en su mayoría a la prostitución, y él se unió a ellas.

"La Monalisa es alta, rubia, hace dinero. ¿Cachái? El Iván es tímido, la Monalisa no. La Monalisa se come los medios minos, el Iván no. O sea sí pero no. So, obvio que hay una diferencia. Pero I like it también. Un tiempo viví en pleno Midtown y me encantaba ir en el día al grocery y pedir huevadas, y los tipos me conocían y todo. Y luego iba de noche como Monalisa y no me reconocían", contó el artista hace tres años. "Yo me defino como two spirit, non-conforming. No quiero ser siempre mujer ni mucho menos hombre".

Mientras aún regula su situación migratoria, Monalisa prepara su primera novela. Ha venido trabajándola desde hace más de un año, siempre a mano y a partir de cientos de anotaciones en pequeñas libretas. "Siempre ando con ellas. Estoy escribiendo una ficción sobre utopías del tipo George Orwell", declaró meses atrás el autor, cuyas lecturas lo acercan más a las obras de Carver y Bukowski que a las de autores chilenos.

"Te voy a ser bien sincero. Soy súper ignorante. So, no he leído mucho de la literatura chilena. Bueno, Diamela Eltit viene de hace tiempo y es un referente importante. Aunque también hay algo como de vacas sagradas con esos grupitos. Y yo no estoy muy en esa onda de las vacas sagradas, ¿me entendís? Porque hay mucha gente manoseando un discurso dicho, redicho, ultra-dicho; ya parece como una receta", sostuvo en marzo pasado.

De momento seguirá en EEUU: "Tengo trabajo que hacer aquí todavía. Por ejemplo, terminar la obra de teatro y la novela. Porque la novela en realidad es como Nueva York. Muchas escenas o muchos lugares que voy a recorrer son de acá. Creo que cerraría un ciclo: los cuentos, la obra de teatro y la novela. No hay muchos transgéneros que escriban de los transgéneros. Hay que gente que escribe estudios sociológicos, que es necesario, pero alguien que hable desde adentro, no que yo sepa. Y bueno, ya es tiempo".

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Afiche documental El viaje de Monalisa.[/caption]

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