La denuncia de acoso laboral y sexual que remece a Ñuñoa y a Revolución Democrática

Kena Lorenzini.

El municipio y el Tribunal Metropolitano del principal partido del Frente Amplio indagan los antecedentes que presentó una asesora de la concejala María Eugenia Lorenzini, que acusa malos tratos y comentarios impropios. La psicóloga descarta los hechos que mantienen abierto un sumario en la alcaldía.


Dos investigaciones en su contra, por acoso laboral y sexual reiterado, enfrenta María Eugenia Lorenzini (RD), reconocida activista feminista y concejala de Ñuñoa. Las denuncias provienen de una asesora y gatillaron la apertura de un sumario municipal, además de una investigación del Tribunal Metropolitano de Revolución Democrática, el partido en el que ambas militan.

Los antecedentes constan en una presentación de 27 páginas que la denunciante, C.E. (28 años), remitió el pasado 12 de octubre al tribunal de RD, el mismo día en que se inició la indagatoria en el municipio que dirige la RD Emilia Ríos.

El proceso en ambas entidades tiene entre sus antecedentes un informe del Comité de Salud Mental de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), realizado en el puesto de trabajo de la asesora de Lorenzini -la Municipalidad de Ñuñoa-, que concluyó que C.E. se encuentra en “riesgo laboral”.

“Evaluaciones realizadas a paciente y relato de testigos son concordantes con la presencia de riesgo laboral. Liderazgo disfuncional: hostilidad de la jefatura”, concluye el peritaje, que culminó el pasado 3 de noviembre.

Los hechos denunciados

La denunciante detalla que tras postular por medio de un aviso en redes sociales, llegó a trabajar el 28 de junio con Lorenzini, quien ese día asumía como concejala. Lo hizo motivada por desempeñarse en política con quien consideraba una referente en la lucha feminista y de minorías sexuales.

Asegura que el primer mes notó que su ritmo laboral cambió radicalmente. “Había días en que, fácilmente, trabajaba 12 o más horas”, cuenta. La trabajadora señala que la exigencia de tiempo de Lorenzini era tal, que traspasaba la vida privada.

De acuerdo a la presentación, los problemas comenzaron a mediados de julio, cuando solicitó dos días administrativos por el fallecimiento de su abuelo. Se le otorgaron, dice, aunque luego habría sido cuestionada por la concejala. Y desde ahí, afirma C.E., se desencadenó una seguidilla de situaciones que decantaron en los procesos aclaratorios que hoy enfrenta la fundadora de Humanas y La Morada, instituciones que promueven el respeto a los derechos humanos de las mujeres.

El relato de la víctima detalla instancias donde la concejala, en presencia de otras autoridades municipales, se habría dirigido a ella en forma agresiva, con gritos y malos tratos. “¿Dónde está mi esclava blanca? ¡Quiero que venga ahora!”, sería uno de los llamados que, según C.E., ocurrió en el propio municipio y frente a concejales.

En otra oportunidad, a mediados de agosto, Lorenzini la había emplazado a gritos, en duros términos, durante una reunión municipal. “Quedé paralizada y sin saber qué decir ni cómo actuar, solo tiritaba”, recuerda C.E.

Otra situación que relata el informe que posee RD ocurrió cuando la denunciante se excusó de acompañarla a una actividad fuera de su horario laboral, por tener una reunión social de carácter privado. En la ocasión, afirma C.E., Lorenzini le habría gritado palabras ofensivas y vejatorias.

“A lo único que atiné fue a decirle que iba a renunciar, y que me sentía decepcionada de conocerla realmente y saber que de feminista no tiene nada, porque es una abusadora”, se detalla en el documento.

Pero, además de las vulneraciones laborales, también hay acusaciones de acoso sexual. “Ella hacía comentarios de que era buena en la cama y que las chicas más jóvenes con quienes había salido le halagaban sus cualidades sexuales”, se describe en la presentación. “Solo atiné a decirle que los comentarios estaban fuera de lugar y del contexto laboral, y que mi mamá tenía su misma edad”, dice C.E.

Investigación de RD en pausa

C.E. también es militante de RD, por lo que el 12 de octubre decidió presentar la denuncia formalmente ante el Tribunal Metropolitano de la colectividad, intentando visibilizar las situaciones de las que dice ser víctima. Pero hasta ahora no se han visto mayores avances.

Primero, le ofrecieron una mediación asistida, mediante la cual obtendría una disculpa, lo que su abogada desestimó, pues persiguen sanciones.

Luego, el reglamento de RD estima que se debe hacer una presentación mediante “acusadores”, quienes se dedican a investigar los hechos para llegar a un veredicto. Sin embargo, en dos ocasiones no se encontraron voluntarios que quisieran hacerlo, bajo el argumento de las próximas elecciones y de que “es una labor poco reconocida, que requiere demasiado tiempo de trabajo voluntario y en ocasiones muy ingrato”, le respondieron por correo electrónico.

“Lamentablemente, por las elecciones y porque todos quieren estar en campaña, este proceso se ha demorado. No hay acusantes, que vendrían a ser algo así como la figura de un fiscal en el Poder Judicial. Por reglamento, tampoco podemos obligar a un militante a que lo haga y eso es lo que le hemos explicado a la denunciante. Por eso, ahora le estamos pidiendo que presente el relato de testigos por escrito”, cuenta Andrea Barriga, presidenta del Tribunal Metropolitano de RD.

Ante esto, el tribunal decidió suspender el proceso hasta el 26 de diciembre, donde le piden presentar por escrito el testimonio de testigos.

Lorenzini: “Está todo en proceso”

Consultada ante las denuncias en su contra, María Eugenia Lorenzini negó tajantemente estar involucrada en estos hechos. “No he cometido nada. Está todo en proceso, pero no hay una denuncia de acoso sexual. Al menos, la que llegó al municipio no es por eso”, sostiene la reportera gráfica y psicóloga.

“No puedo decir nada sobre la denuncia que hay en el partido, porque no tenía idea de ella. Sí se me citó a declarar en el municipio, de forma voluntaria. Solo sé que es algo laboral, pero no sexual”, declara a La Tercera.

Además de Lorenzini, para este reportaje fueron consultados todos los concejales ñuñoínos y la jefa de gabinete del concejo: solo Germán Sylvester (RN) y Julio Martínez (UDI) quisieron referirse al tema.

“Lo más raro es que esta alcaldía dice ser feminista en todos los concejos, pone carteles para el día de la violencia contra la mujer en la plaza y sube fotos a las redes sociales sobre el tema, pero cuando pasa algo grave como esto, a mi juicio, lo esconde y trata de retardar lo más posible la investigación, trasladando, además, a la denunciante a un puesto de trabajo distinto, causándole menoscabo”, señala Sylvester.

A su vez, Martínez asegura haberse enterado tras el sumario. “Me sorprendí mucho de que algo así estuviese ocurriendo, aunque no me consta, porque no vi nada. Es algo delicado, la palabra de una contra la otra. Espero que la investigación que se está realizando pueda solucionar este problema”, señala el hijo del recordado periodista deportivo, del mismo nombre.

En tanto, desde la municipalidad reconocieron la existencia de un sumario en curso, pero declinaron referirse a este. Y aseguraron, a través del departamento de prensa, que “hasta que ese proceso no finalice, la alcaldesa no puede referirse a esta situación”. El asunto, además, nunca se ha tratado en los concejos municipales.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.