Las cifras tras la “primera línea” contra el Covid-19: Chile tiene 2,9 intensivistas y 2,4 urgenciólogos por cada 100 mil habitantes

Planes de "reconversión" de facultativos de otras especialidades y la consulta de opiniones médicas mediante videoconferencia entre doctores de medicina intensiva, son parte de la estrategia para suplir la falta histórica de especialistas en medio de la pandemia.


“Levantamos una ‘célula’ de intensivo Covid-19 que funciona por videoconferencia. Ahí los médicos intensivistas conformaron un equipo que funciona 24/7. Reciben llamados de distintas partes de Chile, comparten parámetros de algún paciente y sugieren qué es prudente, por ejemplo, en el caso de un traslado. O para indicaciones de tratamiento o de manejo, se consulta una segunda opinión entre pares”, relata el ministro de Salud, Jaime Mañalich detallando una de las iniciativas que se han levantado para reforzar el trabajo de los médicos intensivistas del país frente a la pandemia y que, en cifras generales, escasean en el sistema de salud. De hecho, según el registro de prestadores de la Superintendencia de Salud, existen apenas 583 en el país.

Así, el análisis de la cifra muestra que por cada 100 mil habitantes en Chile se cuenta solo con 2,9 facultativos de esta especialidad, tan requerida para los casos graves de casos Covid-19. En el caso de los urgenciólogos la tasa es de 2,4, mientras que la disponibilidad de especialistas en enfermedades respiratorias (broncopulmonares) es de 2,6. La cifra de anestesiólogos (9,7) es más esperanzadora, pues cuentan con las aptitudes para poder realizar una intubación. Los números, en todo caso, son preocupantes cuando se calcula según los parámetros de la OCDE, donde en promedio, entre doctores de medicina intensiva, de urgencia y broncopulmonares, la disponibilidad es apenas de 0,02 médicos por cada mil habitantes.

Mientras, la cifra que hoy encendió las alarmas fue la detallada por el ministro en su reporte diario: 286 funcionarios de salud contagiados de Coronavirus, 256 en la red pública y 30 en el sector privado, con tres de ellos en estado de gravedad. Así, y aunque los decretos de alerta sanitaria han permitido la contratación de nuevo personal de salud, el ministro Mañalich recalca que, hasta el minuto, no ha sido necesario.

“No lo hemos necesitado por ahora, porque la baja de especialistas en la red asistencial ha sido mínima. Donde se concentran nuestros casos de funcionarios enfermos, no solo doctores, y con cuarentenas preventivas, es en la atención primaria de salud. En la red hospitalaria, intensivistas, expertos en enfermedades respiratorias, la baja que tenemos es absolutamente mínima”, comenta con tranquilidad la autoridad sanitaria.

Movilidad de especialistas

El salubrista y presidente de la fundación Creando Salud, Matías Goyenechea, explica que, y aunque no se tiene con precisión el detalle de la distribución de estos especialistas, es clave “poder contar con equipos móviles, tanto de personal altamente calificado, como es el personal que está manejando los problemas de medicina intensiva. No solo los médicos, sino que también el personal como enfermeras o técnicos que se requieren para esto, los equipos deben ser ‘movibles’ a lo largo del territorio, para que puedan apoyar en función de aquellos lugares en los cuales las tasas de hospitalización y tasas de pacientes con ventilación mecánica lo ameriten”.

Y aunque el ministro Mañalich detalla a La Tercera PM que distintos centros de salud tienen planes de “reconversión” de doctores, reentrenándolos en competencias básicas de medicina intensiva -“se han recapacitado alrededor de 1.500 médicos que han vuelto a tener conocimientos básicos, como la intubación. Son técnicas que han dejado realizar por distintos motivos y que pueden retomarla ahora. Entiendo que la Católica y la Chile están haciendo entrenamiento en simuladores”-, Goyenechea es escéptico de lo que puede entenderse como un curso “express”: “Se puede entregar algún tipo de conocimiento básico, pero entiendo que para efectos de formar un personal ad hoc a las necesidades, se requiere más tiempo”.

Claudio Castillo, académico en Salud Pública de la Usach y asesor del Ministerio de Salud de la administración anterior, indica que el foco debe estar puesto “la brecha que tenemos desde antes de la pandemia. El problema sí es el número de especialistas y también su distribución territorial. Lo que hay que fortalecer es la atención primaria. Hay regiones donde hay especialistas únicos o donde derechamente no hay”.

Castillo agrega que “otra ola” de la pandemia puede venir de los pacientes crónicos desplazados por la emergencia que significa una pandemia, que puedan comenzar a contagiarse y a agravarse dada su condición de base, por eso llama a mantener la disponibilidad de médicos en la atención primaria que no solo estén preocupados de la situación urgente.

Con todo, Mañalich es tajante en su juicio: “Desde el punto de vista de recursos humanos en hospitales, yo no veo que vayamos a tener un problema”.

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