“Les comenté que ‘Lucho Plátano’ había asesinado al PDI”: la confesión clave para esclarecer el homicidio del comisario Valdés

“Les comenté que Lucho Plátano había asesinado al PDI”: la confesión clave para esclarecer el homicidio del comisario Valdés
Una confesión clave hizo caer a Lucho Plátano.

Gabriel Inostroza Morales fue el sujeto que trasladó la noche del crimen al principal imputado, y en su declaración ante los investigadores entregó una serie de antecedentes respecto de la jornada. Fue, junto a un testigo protegido, quien presenció de cerca el actuar de Luis Vásquez Villenas. Pero aunque en un principio se posicionó sólo como testigo, la fiscalía logró acreditar que colaboró con el antisocial de 20 años para que se mantuviera prófugo. En tanto, el amigo de la víctima que estaba junto a él momentos antes del ataque declaró: "Desde mi punto de vista, lo que le pasó a Daniel no se trataría de un robo en ningún caso. Este sujeto llegó directamente a dispararle”.


Alta expectación ha generado la detención de Luis Vásquez Villenas, más conocidos como Lucho Plátano”, presunto autor material del homicidio del comisario de la PDI, Daniel Valdés Donoso. Fue buscado por “cielo, mar y tierra”, como sostuvo el director general Sergio Muñoz, y tras 22 días prófugo, se logró su captura. Esto, como dieron cuenta los fiscales Héctor Barros y Álex Cortés en medio de la audiencia de formalización, porque existía evidencia científica que lo vinculaba al hecho, pero también, porque durante el curso de la indagación se tomaron declaraciones que resultaron clave para identificarlo.

Y entre ellas, hay una que resulta esencial para posicionar a Vásquez Villenas como el homicida del detective: la de Gabriel Inostroza Morales. Este último fue quien trasladó al sujeto de 20 años la noche en que arremetió en contra del funcionario policial, y si bien inicialmente se le catalogó como testigo, los persecutores establecieron que también tuvo participación en el delito de robo con homicidio en calidad de encubridor, pues apoyó al imputado los días en que se mantuvo en la clandestinidad.

Según él, sólo actuaba como el chofer del detenido, y eso le habría permitido observar y conocer de primera fuente que “Lucho Plátano” se acercó a Valdés Donoso para robarle y dispararle en reiteradas ocasiones.

En su declaración del 3 de febrero, Inostroza Morales indicó que se desempeña en una empresa textil y que en sus tiempos libres ejercía como taxista irregular. Por eso conoció a Vásquez Villena, ya que una pareja que frecuentaba sus servicios lo recomendó para que también le hiciera “carreras”. Al Luchito lo conocí ya que necesitaba una carrera, por lo que el Julio me pidió que lo trasladara. Me dijo que era de confianza, dándome a entender que no me iban a cogotear”, comentó, agregando que luego él también se transformó en cliente habitual.

Sabía, de todas maneras, que el joven no era de los trigos más limpios. “Yo escuché que el Luchito se dedicaba a robar yo sabía que usaba armas, pero nunca las vi directamente, sólo en una ocasión que se bajó a comprar completos vi que portaba un arma en el pantalón. Él dijo, sin que yo le preguntara, que la usaba ya que tenía muchos enemigos”.

La noche del homicidio

De acuerdo con el testimonio de Inostroza, la noche del 17 de enero él trasladó a “Lucho Plátano” creyendo, inicialmente, que irían a la población San Gregorio, en La Granja, sin embargo, llegaron hasta la esquina de la casa del detective, en La Cisterna.

“El día que sucedieron los hechos del homicidio del funcionario policial, con el Luchito comenzamos a conversar cerca de las 20:00 horas, y me pide a través de una llamada de whatsapp que lo vaya a buscar a Lo Blanco, lugar hasta donde lo fui a buscar y él me estaba esperando afuera de su casa. Salimos por Lo Blanco hacia la cordillera, para llegar a calle San Francisco, luego nos dirigimos hacia el norte hasta antes de llegar a Américo Vespucio, en donde me dice que doblemos por calle Vicuña Mackenna, luego a Gran Avenida y finalizar ingresando a calle Goycolea, y cuando estamos llegando a Panamericana me pidió que dobláramos en U”, relató.

Hasta ahí, dice, iban hablando “de lo más normal”, momento en que desciende del auto. “No me fijé que se haya bajado con la pistola en la mano, pero cuando volvió se subió al asiento trasero con una pistola en la mano”, continuó.

Ante las consultas de los investigadores, el también imputado precisó: “Él me dijo que parara y luego que lo esperara, yo dejé las luces prendidas del vehículo, luego de lo cual se bajó. Sólo dijo que lo esperara. Yo me estacioné más adelante, ya que él me dijo que me estacionara “bien”, y dejé prendida las luces de emergencia con el motor de vehículo andando. Yo sólo vi que se bajó del vehículo, no me percaté hacia dónde se dirigió, y luego escuché una ráfaga de disparos. No recuerdo que se bajara con un arma desde el vehículo, sólo con guantes, lo que no me llamó la atención, nunca pensé nada malo”.

Tres minutos después de la ráfaga de disparos, como aseguró, ve que “Lucho Plátano” volvía al auto. “Se sube por la parte trasera del vehículo, vi que venía con una pistola en su mano y cuando se subió me dijo ‘parte viejo cul..., maneja rápido’. Me señalaba por donde me debía dirigir con el arma atrás, yo pensaba que me iba a disparar. Mientras íbamos en la marcha el Luchito iba hablando por teléfono, señalando ‘me salió un rati, me iba a disparar’, que le tuvieran un auto, y me decía acelera”, prosiguió.

Posterior a eso, comentó que dejó a Vásquez Villenas en la población San Gregorio, y que él se fue a su casa. No quiso ir a Carabineros, según él, porque “quería llegar a un lugar seguro”. Ese mismo día, recibió llamados del imputado, quien le señaló que si le preguntaban, sólo tenía que decir que era taxista, pero cuando llegaron los funcionarios policiales a su casa, dijo, optó por contar lo que sabía.

“Carabineros me explicaron que habían asesinado a un PDI, más que nada me dijeron que el vehículo estaba involucrado en un asesinato. Mientras conversaba con los carabineros les comenté que el Lucho había sido la persona que había asesinado al policía, de hecho me mostraron fotos de él y lo reconocí. La PDI llegó a los 20 minutos a mi casa, y me mostraron fotos del Lucho y lo reconocí, desconozco cómo sabía que era el Lucho quien había disparado. Posteriormente, me trasladaron al cuartel y me tomaron declaración”, sostuvo.

Testigo protegido

Vecinos del sector donde vivía el comisario Valdés afirman que este solía regar unos árboles que se encuentran fuera de su casa a las 21 horas. Y el día que fue asesinado estaba cumpliendo con esa tradición, pero no solo. Junto a él se encontrada otro vecino del sector, con quien habitualmente alimentaban a gatos callejeros y con el cual se conocían hace 8 meses. Él también asoma como testigo clave en la investigación que intenta esclarecer qué hay detrás de la muerte del funcionario.

En su declaración, afirma que mientras estaban conversando fuera de la vivienda del comisario, luego de que éste le mostrara la ampliación que estaba construyendo en el interior del domicilio, llegó un sujeto con una chaqueta oscura ancha y con un pasamontañas. “Quédate ahí”, le habría gritado y comenzó a disparar.

Cuando comenzó el ataque, como relató ante los investigadores, la persona que estaba junto al PDI se lanzó al suelo cubriéndose la cabeza, pudiendo ver cómo el asesino se acercó al cuerpo de Valdés y le robó su celular, la pistola y su identificación policial. Una vez se fue el delincuente, agregó, el testigo comenzó a pedir ayuda. Empezaron a llegar vecinos y llamaron a la policía. Pasaron entre 15 a 20 minutos para que camionetas de la institución llegaran al lugar.

Pero aunque hasta el momento la fiscalía ha señalado que el móvil del “Lucho Plátano” para actuar era el robo, este testigo considera que hay algo más. “Desde mi punto de vista, el hecho que le pasó a Daniel no se trataría de un robo en ningún caso. Yo que estuve en el lugar, noté que este sujeto llegó directamente donde Daniel a dispararle”, se lee en la declaración.

Por otro lado, y considerando que otra hipótesis que circuló era que el delincuente no quiso matar al comisario, sino que a quien lo acompañaba, el testigo dejó en claro que nunca ha tenido problemas con gente de ese tipo, descartando que él pudiera ser el verdadero objetivo.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.