
Luis Castillo, coordinador red privada Covid-19: “Algunas organizaciones estaban reservando camas para necesidades propias de las clínicas”
El exsubsecretario de Redes Asistenciales cuenta que tardó una semana en recorrer los recintos privados (y sus bodegas) de la Región Metropolitana. Allí encontró ventiladores dados de baja que permitieron duplicar o triplicar la capacidad de las UCI. Cuando concluya el período más duro de la pandemia, el rol de Castillo tendrá continuidad: estará a cargo de retomar las cirugías del GES retrasadas por el Covid-19.

Fue a mediados de mayo, y atendiendo al llamado del exministro Jaime Mañalich -con la venia del Presidente Piñera-, que el exsubsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, volvió a las oficinas del Ministerio de Salud, como coordinador de la red privada Covid-19. Diez meses antes había dejado el cargo, tras polémicos dichos en una radio y roces con la Democracia Cristiana.
De vuelta a la cartera sanitaria, Castillo comenta que aunque ya se cumplió el plazo para duplicar las camas críticas en la red privada, y con una meta cumplida “con creces”, sigue colaborando en la emergencia. Sin embargo, y una vez pasado el peak de la pandemia, su rol de coordinación derivará a elaborar un plan para resolver la demanda de cirugías GES que están en lista de espera, con plazos vencidos en algunos pacientes, a propósito de la crisis sanitaria.
“El ministro (Enrique) Paris me ha pedido que me quede y que ayude a generar un plan integrado, privado y público, de manera que cuando se den las condiciones determinadas por la autoridad sanitaria para aperturar el sector público y privado en cirugía mayor ambulatoria, electiva, que lo ayude a que esto se haga de manera coordinada con el sector privado, integrada con el sector público”.
-¿Se espera una segunda ola de colapso de la red, a propósito de cirugías postergadas?
Viene un momento de empezar a pensar una planificación y un programa de apertura de actividad de cirugía mayor ambulatoria, y de empezar a resolver todas las patologías GES que su garantía de oportunidad puede estar vencida y que es necesario solucionar. Allí la complementaridad público-privada será clave. Eso sí, debe hacerse de manera lenta, progresiva, para tener un back up en caso de rebrotes por Covid-19.
-A largo plazo, y post pandemia, ¿debe continuar el modelo de red integrada a disposición de la autoridad sanitaria? ¿Puede perpetuarse como una política sanitaria?
La integración ha sido un ejemplo de trabajo coordinado. De mi parte, veo muy bien que el trabajo complementario sea un elemento permanente, rutinario en el enfoque de resolución de patologías que afectan a todos los chilenos. Están todas las condiciones para que sea una cosa permanente, eso tendrá que ser considerado por el ministro de Salud en un momento dado.
-A propósito de la “leve mejoría” que ha enunciado el ministro Paris, y como jefe de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Barros Luco, ¿cómo ha visto el pulso de la pandemia, en cuanto a ocupación hospitalaria?
Así como el ministro ha planteado que las cifras de contagios y de positividad vienen a la baja en varias regiones, entre esas, la Metropolitana, el número de pacientes Covid-19 en las clínicas y en los hospitales públicos también ha disminuido. En el Barros Luco pasamos de 21 camas UCI a 104, divididas en seis unidades. Y hace dos semanas que el número de urgencias por Covid-19 viene cayendo y así también el número de casos que ingresan a cuidados intensivos. Pero, simultáneamente, el número de pacientes no Covid-19 con patologías graves aumenta. La caída es compensada por un aumento de los otros enfermos. Una de esas seis unidades, que era solo para pacientes con Coronavirus, hoy es solamente para pacientes con infartos al corazón, al cerebro o con nefropatías.
-En una conversación cuando se cumplió la meta, usted contó que recorrió todas las clínicas de la RM, incluso las bodegas. ¿Cómo se concretó la ampliación en la red privada?
La estrategia fue conocer cuál era la cantidad de camas basales de UCI, de cuidados intermedios, salas de recuperación y el número de pabellones. A eso, se le sumó el número de máquinas de anestesia, de ventiladores convencionales invasivos y no invasivos. Fui clínica por clínica, intentando que reconvirtieran las unidades intermedias en intensivas, las salas de recuperación postoperatoria en tratamiento intensivo; y las salas de cirugía, con sus máquinas de anestesia, en sala de cuidados intensivos.
-Cada recinto privado y público reporta su cantidad de camas libres a la UGCC. Cuando el exministro Mañalich dio el ultimatum para la duplicación, ¿había un subreporte de cupos de hospitalización por parte de las clínicas?
Sí, absolutamente. Había un subreporte de camas, y habían cupos que en algunas organizaciones se estaban reservando para necesidades propias de las clínicas, para sus propios requerimientos, lo mismo que en respiradores. Pero eso se revirtió en la medida en que empezamos a pasar visita por toda la red privada de la Región Metropolitana. Y además, posterior a esas visitas, hubo un plan de fiscalización a cargo de la Superintendencia de Salud, con la información que ellos tenían y la que yo facilité.
-Ya se han vuelto de rutina las citaciones al ministro Paris al Congreso, a los subsecretarios, o a cualquier autoridad sanitaria. ¿Tendría algún problema si lo citaran, considerando la resistencia que en su minuto mostró la DC cuando era subsecretario?
Yo no tengo ningún problema. Si ocurriera (críticas), ya sería el colmo de la testarudez y la falacia, porque estamos en una emergencia nacional, y yo creo que no hay momento para preocuparse de esos temas.
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