Senado inicia preparativos para defenderse ante la Convención y da primeras señales para recuperar el clima de acuerdos

La presidenta del Senado, Ximena Rincón, el vicepresidente, Jorge Pizarro (DC), y la senadora Carolina Goic. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Una sentida arenga hizo el senador Montes para acordar una postura colectiva cuando la instancia constituyente debata la idea de crear un Congreso unicameral. Para algunos senadores de oposición y del oficialismo el rol de la Cámara Alta será clave para dar templanza al país. En esa misma línea, la presidenta del Senado, Ximena Rincón, llamó a cuidar la democracia.


Al inicio de la sesión de ayer martes, el senador y jefe de bancada PS, Carlos Montes, pidió la palabra para hacer un punto político y proponer un plan para preparar una respuesta colectiva frente al inminente debate que se dará en la Convención Constitucional.

Si bien el debate fue reabierto luego de que el diputado PC y senador electo Daniel Núñez propusiera “clausurar” el Senado para pasar a un modelo unicameral (tras el rechazo a la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera), era una idea que ha estado presente en las deliberaciones de los convencionales y de ciertos grupos políticos, especialmente de izquierda.

Los dichos de Núñez generaron molestia y ayer Montes remarcó ese malestar. “Ahora cualquiera dice cualquier cosa, la verdad es que fue muy insolente y agresivo lo que dijeron algunos diputados”, dijo el socialista, quien no se presentó a su reelección y dejará el Congreso.

Consciente de la arremetida que se está gestando contra el rol institucional del Senado y que tarde o temprano tendrá que ser defendido, Montes propuso a la sala pedir a la Biblioteca del Congreso un estudio sobre las ventajas o desventajas de los modelos bicameral (como existe hoy en Chile) y unicameral (solo con diputados) como proponen algunos sectores.

Además, con tono golpeado, propuso a la sala y a la mesa realizar un seminario, “no más allá de enero”, para debatir con académicos, sociedad civil y líderes políticos sobre el rol de la Cámara Alta, que sirva de insumo para que la presidenta del Senado, Ximena Rincón, exponga una opinión colectiva ante la instancia constituyente.

“Acá debemos reflexionar y sacar conclusiones. A mi juicio, lo mínimo es que de una vez por todas este Senado tenga una reflexión de lo que significa el Poder Legislativo y el papel de los distintos poderes (…). A Ud., presidenta, le va a tocar ir a hablar a la Convención (Constitucional) en cualquier momento y es muy importante exponer una reflexión del conjunto”, dijo el socialista.

Las propuestas de Montes fueron acogidas por el hemiciclo y la presidenta del Senado anunció que el próximo viernes, en la reunión de comités, analizarán el tema para acordar un plan de trabajo y fijar fechas para ese seminario.

La suerte de arenga del socialista fue solo una de las señales políticas que ayer dieron los senadores de oficialismo y oposición tras los resultados de las elecciones del domingo, que por primera vez dejaron fuera del balotaje y de La Moneda a los principales conglomerados que gobernaron el país en los últimos 30 años.

¿Qué hacemos ahora?

En el almuerzo de senadores de oposición, que se realiza todos los martes en el cuarto piso de la Cámara Alta, estuvo presente la pregunta: ¿Qué hacemos ahora?

Algunos plantearon la posibilidad de aprovechar los meses que quedan antes del próximo marzo para levantar una agenda, en vista de que luego de ese mes no tendrán mayoría. Otros plantearon la necesidad de iniciar un diálogo con el oficialismo.

En un punto de prensa, la senadora Rincón también dio otro mensaje. “Quiero hacer un llamado a cuidar nuestra democracia, a cuidar lo que tanto nos costó tener, valorar y cuidar al adversario, ser respetuosos de quien piensa distinto, y creo que eso implica cuidar el lenguaje, cuidar las caricaturas que se hacen del otro, gane quién gane, nuestra democracia se tiene que fortalecer y cuidar”, dijo la presidenta del Senado, quien ya incluso durante el debate por la acusación a Piñera venía planteando su inquietud por la crispación política.

En el Senado, algunos legisladores comentan que Rincón ha comenzado a sondear con sus pares el ambiente poseleccionario tratando de proyectar cómo serán los meses finales del gobierno de Piñera y con qué ánimo llegarán las bancadas a partir de marzo.

En esas conversaciones informales -que comenzaron a darse ayer en pasillos y lugares apartados dentro del hemiciclo y que arrojaron como primera conclusión que es necesario bajar la beligerancia en las declaraciones-, también han participado los senadores Juan Antonio Coloma (UDI), el presidente de RN, Francisco Chahuán; el timonel del PS, Álvaro Elizalde; el jefe de bancada DC, Francisco Huenchumilla, entre otros.

Para algunos, es tiempo de que cada grupo revise sus estrategias, más aún cuando las fuerzas de centroizquierda-izquierda y de centroderecha-derecha quedaron empatadas “en teoría” en el Senado. La palabra “en teoría”, en todo caso, la remarcaban varios senadores ayer, ya que cualquier descuelgue dejaría rápidamente a un sector en minoría.

Senadores oficialistas consultados por La Tercera PM señalan que el empate puede ser una oportunidad para que todos se abran a una lógica de entendimientos y persuasión. En esa línea, creen que es clave para el futuro institucional del país que el Senado recupere la templanza, en vista de que probablemente persistirá el clima de polarización en la Cámara (prueba de ello fue la polémica del diputado electo Johannes Kaiser) y que el próximo gobierno, gane quién gane, no logrará resolver la convulsión social en el corto plazo, además de que ni Gabriel Boric ni José Antonio Kast contarán con mayorías para legislar.

Un hito importante para constatar si hay suficiente ánimo de entendimientos será la forma cómo se elegirá el futuro presidente o presidenta del Senado, quien debe asumir el 11 de marzo de 2022. Por lo tanto, es una conversación que debe quedar resuelta antes de la investidura del nuevo Presidente de la República.

“En un Senado empatado, que no ocurría desde 1990, y un período complejo, polarizado, la idea es que el Senado sea espacio de diálogo para generar gobernabilidad. Hemos desarrollado conversaciones informales con distintas bancadas, pensando en lo que viene por delante, y no me cabe duda de que el Senado dará gobernabilidad a Chile”, admite Chahuán.

Efectivamente, el equilibrio de fuerzas se asemeja a lo que había en 1989, donde si bien la Concertación logró más senadores, la derecha contaba con el subsidio de los senadores institucionales que, por lo general, actuaban en sintonía con ese sector.

El inminente choque llevó a que Jaime Guzmán, fallecido senador y fundador de la UDI, entablara una negociación con la Concertación para conformar una mesa mixta del Senado y la Cámara. Entonces, el gremialismo cedió la presidencia del Senado a Gabriel Valdés (DC) y de la Cámara a José Antonio Viera-Gallo (PS). Ese diálogo, considerado la piedra angular de la llamada política de acuerdos, que predominó en los gobiernos de la Concertación, hoy se conoce como el pacto Guzmán-Valdés.

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