Donald Trump: una acusación que deja al expresidente en un limbo político

Bosquejo del expresidente Donald Trump en la corte de Manhattan. Foto: Reuters.

Biógrafos y autores de libros sobre el exmandatario republicano consultados por 
La Tercera coinciden en que el impacto a corto plazo de la acusación por el caso de Stormy Daniels “probablemente ayudará a su campaña de 2024”. Sin embargo, advierten del efecto que tendrían otras investigaciones sobre la “mística de teflón” que lo rodea.


“Si la atención que se presta a una persona fuera una moneda, Donald Trump sería el hombre más rico del mundo”. Así resumió Ted Anthony, periodista de The Associated Press, la expectación que despertó el martes la comparecencia del expresidente republicano ante la corte de Nueva York, donde fue acusado de 34 delitos federales, derivados de un presunto pago de 130.000 dólares a la estrella porno Stormy Daniels en la recta final de la campaña electoral de 2016, para que callara una supuesta relación extramarital. Se trató de una jornada histórica, ya que fue la primera imputación penal a un exmandatario estadounidense.

El hecho de declararse no culpable de los 34 delitos era parte del guión. Lo mismo que su intento por ser esposado en la comparecencia ante la corte, como reconocieron en marzo fuentes cercanas al exgobernante. Pero el fiscal de distrito, Alvin Bragg, el mismo al que Trump acusa de “fracasado” y de ser “elegido a mano y financiado por George Soros”, le arruinó la fiesta al considerar innecesario este procedimiento, lo mismo que la toma de la foto de prontuario.

“Su intención era obvia: mostrar que, en el campo de la moneda de la atención estadounidense, donde la lucha siempre continúa, Donald Trump es todavía una fuerza poderosa. Llamar la atención ha sido su mundo, y la política es un ámbito de atención”, comentó Anthony, quien escribe sobre la cultura estadounidense desde 1990. Pero, al mismo tiempo, el reportero de AP apuntó sobre los flancos débiles de la estrategia del expresidente. “Que el ámbito legal -que ha evitado con éxito hasta ahora- sea casi el mismo para él, puede ser otra realidad completamente distinta”, advirtió.

El expresidente Donald Trump siendo escoltado hasta la sala de audiencias. Foto: AP.

David Cay Johnston, periodista de investigación y ganador del Pulitzer en 2001, es autor de una trilogía dedicada al magnate: The Making of Donald Trump (La creación de Donald Trump) de 2016; It’s Even Worse Than You Think (Es incluso peor de lo que piensas) de 2018, y The Big Cheat (El gran truco), de 2021. Y asegura, sin falsa modestia, conocerlo muy bien. “He cubierto a Trump durante 35 años, más que cualquier otro periodista serio, y fui el segundo periodista en cubrirlo seriamente, lo que significa que siempre verifiqué lo que dijo y señalé cuando lo que decía era falso o engañoso”, comenta Johnston a La Tercera.

Con esa misma seguridad, Johnston cree que Trump no tiene una comprensión psicológica o emocional real de lo que significa ser responsable. “Se ha salido con la suya en delitos y fechorías, desde engañar a menores de edad para que jueguen en sus casinos, y estar involucrado hasta el cuello con un importante traficante internacional de drogas al que hizo grandes favores, hasta salirse con la suya mintiendo bajo juramento en algunos procedimientos. Entonces, ahora, Donald es muy consciente de que está en riesgo. Simplemente no sabe cómo procesar eso”, comentó Johnston en MSNBC.

Una visión similar sobre la personalidad del expresidente tiene Marc Fisher, editor senior del diario The Washington Post y coautor de Trump revealed (2016), una exhaustiva biografía no autorizada del republicano. “Trump ha pasado casi toda su vida adulta esquivando investigaciones y defendiéndose de acusaciones de irregularidades. En casi todos los casos se las ha arreglado para evitar consecuencias graves, principalmente presentándose ante el público como una víctima y un bribón que lucha tanto por los pequeños como por sí mismo. Él cree que puede superar al sistema legal a través de la demora, la negación y grandes dosis de relaciones públicas”, dijo Fisher a La Tercera.

El expresidente Donald Trump sale de la Torre Trump en Nueva York rumbo al tribunal donde lo ficharán y acusarán de cargos derivados del soborno pagado a una actriz porno durante la campaña electoral de 2016, el martes 4 de abril de 2023 en Nueva York. (AP Foto/Corey Sipkin)

Para Gwenda Blair, periodista y autora de los libros The Trumps (2000) y Donald Trump: The Candidate (2007), “la estrategia de Trump es, y siempre ha sido, pasar por encima de todo y de todos en su camino”, según comenta a este medio.

Con este patrón de conducta, explica Fisher, “Trump intentará usar la misma combinación de tácticas esta vez, argumentando que es víctima de un proceso político. Sin embargo, este es el problema legal más serio en el que ha estado en muchos años, y la experiencia de ser acusado y fichado es algo que, sin duda, lo asustará”. Según el editor de The Washington Post, el expresidente republicano es un hombre solitario, que tiene pocas personas en las que pueda confiar en su vida y esta experiencia lo sacudirá, aunque su imagen pública seguirá siendo agresiva y farisaica”.

Pero el impacto del caso de Stormy Daniels sería menor si se compara con las otras investigaciones que enfrenta Trump. Un abogado especial del Departamento de Justicia está supervisando una investigación criminal sobre el manejo de documentos confidenciales y clasificados del gobierno en posesión de Trump en el resort Mar-a-Lago, en Florida. La investigación del FBI, iniciada el 9 de febrero de 2022, se ha ampliado para incluir una investigación criminal sobre una posible obstrucción, entre otros delitos potenciales.

Un manifestante sostiene pancartas contra el expresidente Donald Trump frente a la Torre Trump en Nueva York la noche del lunes 3 de abril de 2023. (AP Foto/Corey Sipkin)

“Pero otro (caso) es Donald robando documentos de seguridad nacional, que según el registro judicial incluía material que permitiría a alguien identificar agentes encubiertos o nuestros activos; los activos son algunos dentro del Kremlin hablando con los servicios de inteligencia. Y eso es un asunto muy serio para Trump. Pero va a querer enfocarse en lo que considera como un enjuiciamiento ilegítimo de él. Para Donald, él no debe ser enjuiciado. Él no ha hecho nada malo. Donald dijo una vez que nunca pidió perdón a Dios, porque nunca ha hecho nada en su vida que requiera pedir perdón”, señaló Johnston.

Steven Schier, especialista en política estadounidense del Carleton College y autor de los libros The Trump Presidency: Outsider in the Oval Office (La Presidencia de Trump: un outsider en el Despacho Oval) y The Trump Effect: Disruption and Its Consequences in US Politics and Government (El efecto Trump: la disrupción y sus consecuencias en la política y el gobierno de EE.UU.), coincide en que la investigación de los documentos clasificados puede tener un efecto devastador para las pretensiones electorales del republicano.

“La investigación sobre su manejo de documentos presidenciales bien podría ser una amenaza legal mayor para Trump que el caso Stormy Daniels. Es importante tener en cuenta que es probable que ninguno de estos casos contra Trump se resuelva en los tribunales antes de las elecciones de noviembre de 2024. A corto plazo, los ataques a Trump lo ayudan con sus compañeros republicanos”, explica el académico a La Tercera.

Fisher opina lo mismo: “El impacto a corto plazo de la acusación y los nuevos problemas legales de Trump probablemente ayudarán a su campaña de 2024, no solo al consolidar su base, sino también a ganar la simpatía de los independientes que votaron por Trump una o dos veces antes, pero esperaban un candidato republicano alternativo en las elecciones del próximo año. Hasta ahora, Trump se ha posicionado con éxito como alguien bajo un ataque político injusto por parte del fiscal de Nueva York”.

Manifestantes reunidos en una protesta celebrada en el parque Collect Pond, frente a la fiscalía de distrito de Manhattan, el martes 4 de abril de 2023, en Nueva York. La pancarta lee "Trump o muerte". (AP Foto/Stefan Jeremiah)

Con todo, el coautor de Trump revealed advierte que el actual impulso a la campaña de Trump “puede no durar”. A su juicio, “los estadounidenses están inusualmente unidos en su deseo de una nueva generación de liderazgo, y la gran mayoría de los estadounidenses no quiere que ni Trump ni Biden vuelvan a postularse. Ese deseo de algunas caras nuevas aún puede hacer que los estadounidenses vean este caso legal como una razón más por la que Trump los agotó al final de su Presidencia”.

En ese sentido, Schier dice que “se debe dar poca importancia a las encuestas nacionales actuales de los republicanos”, las cuales siguen situando a Trump como el favorito para la nominación del partido como candidato a la Casa Blanca, a pesar de su acusación. “La nominación presidencial republicana de 2024 es un asunto de estado por estado, comenzando con Iowa y New Hampshire, dos estados donde el apoyo de Trump no es fuerte. Sin embargo, si obtiene la nominación, Trump participará en una carrera competitiva en 2024 y podría derrotar al anciano Biden”, explica.

Nina Burleigh, periodista de investigación y autora del libro The Trump Women: Part of the Deal (2020), comentó a La Tercera que incluso el caso de Stormy Daniels puede dañar “considerablemente” las opciones presidenciales del republicano. “Mucha atención de los medios a los detalles de lo que hizo podría traspasar a algunos votantes y perforar parte de la ‘mística de teflón’ que lo rodea. Una condena alejaría a los independientes. Las elecciones estadounidenses se ganan en estos márgenes”, sostiene.

Si bien Blair reconoce, por su parte, que Trump “consolidó un vínculo con millones de estadounidenses insatisfechos que sienten que ellos también han recibido un trato injusto”, cree que esta vez su situación es distinta, dice a La Tercera. “Si sus abogados pueden persuadir a un jurado de que los registros ilegales, la evasión de impuestos y el pago de sobornos de Trump para encubrir asuntos durante una elección nunca ocurrieron, no son ilegales o, en realidad, son una gran nada y no deberían ser considerados un delito, está por verse”, concluye.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.