Editorial


Esta semana La Tercera cumplió 66 años de existencia, son casi siete décadas como testigo de los cambios que Chile y el mundo han experimentado. Como MásDeco decidimos sumarnos a este aniversario celebrando las comunicaciones, la arquitectura y el diseño. Quisimos reflejar ‘el Chile que somos’, ya que especialmente en las últimas décadas, y de la mano de la tecnología, la manera de comunicarnos ha cambiado de manera radical, más rápida y transversal; el estar conectado debe ser uno de los sellos más claros del nuevo siglo, y su uso y abuso es reflejado diariamente en los millones de fotos, mails, mensajes y videos que son transmitidos cada minuto de cada día. Pero no quisimos solo quedarnos en el recuento, creemos que mirar hacia adelante es tan importante como analizar el pasado, porque es hacia donde se avanza y es inevitable. Y las ciudades están cambiando, y creo no equivocarme al decir que hay muchos pensándolas para que sean mejores en un futuro cercano. Dos visiones: la del arquitecto Luis Alonso, y cómo la obra que hace en distintos lugares del mundo es un aporte al pensar construcciones de uso mixto, promiscuas como le gusta decirles, porque así es como vivimos; cada vez desdibujando más la línea entre lo común y lo privado, o el trabajo y la casa. La otra: la Bienal de Venecia, que este año fue más relevante que nunca para Chile, no solo por la cantidad de proyectos y participantes chilenos que tomaron palco en la ciudad de los canales, sino porque el curador fue Alejandro Aravena, chileno, arquitecto y ganador del Pritzker 2016, pero sobre todo por la temática que propuso: ‘Reportando desde el frente’, desde la precariedad y la innovación que la escasez genera, y de eso Chile sabe. Creo que uno de los aportes más relevantes de Aravena, y por lo que será recordado en el futuro, es por devolver a la arquitectura su valor social, su rol como motor de cambio y de mejoras, por trabajar con ideas sobre materialidades, en un mundo donde una nueva construcción sorprendente ya no es necesaria, pero sí lo son las buenas ideas, las que afectan a muchos, como dijo Aravena en su declaración de principios al lanzar la Bienal de Venecia “Nos gustaría que este ‘Reporting from the front’ no sea solo la crónica de un testigo pasivo, sino un testimonio de las personas que realmente viven su realidad. Queremos equilibrar la esperanza y el rigor. La batalla por un mejor medio construido no es ni una rabieta ni una cruzada romántica. Por lo tanto, este informe no será una mera denuncia o queja, ni un sermón o un discurso inspirador”.
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