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Lily Garafulic

El 15 de marzo, a los 97 años, dejó de existir esta escultora y artista visual. Sus esculturas son un legado importante de la forma en cómo decidió hacer las cosas, no temiendo ir más allá de lo que conocía. Una actitud que no solo aplicó a sus obras, siempre se mantuvo en contacto con la docencia y fue la primera mujer en dirigir el Museo de Bellas Artes.

14 Mayo 2010 En la foto, Escultura Bicentenario, ubicada en el Parque de Las Esculturas. Foto Richard Ulloa / La Tercera. CULTURA - ESCULTURA - IMAGEN BICENTENARIO - LILY GARAFULIC - ESCULTORA - ARTISTA PLASTICA - PARQUE DE LAS ESCULTURAS - PR...

Desde chica fue pionera. Nació en Antofagasta en 1914, luego de que sus padres emigraran de Croacia. Ya adulta, fue la primera escultora en tener una exposición individual y más adelante fue la primera mujer que dirigió el Museo Nacional de Bellas Artes. Pero uno de los legados más reconocidos de este carácter de adelantada, es su trabajo y la forma en cómo se influyó de aquello que la impresionaba.

Cuentan que de una de las antiguas canteras del cerro San Cristóbal, Lily Garafulic extrajo piedra granito para esculpir un autorretrato, que fue su primera obra de talla directa en la piedra. Esta forma de trabajar el material fue incentivada por su profesor Lorenzo Domínguez, quien se alejó del uso de los moldes como era habitual en la escultura de esa época, comienzos de los años 30 en la Escuela de Bellas Artes, donde dicen Lily se inscribió a escondidas de sus padres. En ese comienzo Garafulic trabajaba con materiales como terracota, mármol, piedra y bronce, haciendo retratos y bustos figurativos.

A fines de esa década y producto de un viaje a Europa toma contacto con Constantin Brancusi, sindicado como el pionero del modernismo. "Es una cosa maravillosa en la vida poder encontrar lo que se está buscando y que de repente, como un rayo irrumpe. Para mí, él sigue siendo el primer escultor de la Era Moderna. El sentido de valor de la forma, el tratamiento casi artesanal. Todo lo hacía manualmente, hasta los asientos que tenía en su taller", escribió Lily acerca de la impresión  y posterior influencia que le causó el trabajo de este escultor.

Imagen para el Bicentenario. Escultura de Lily Garafulic ubicada en el Parque de las Esculturas en Santiago hecha de mármol travertino de Calama.

En 1944 se va becada a estudiar a Nueva York y hacia finales de esa década regresa a Chile, según cuentan, motivada por un encargo: hacer los 16 Profetas, obra escultórica para la Basílica de Lourdes. Se trata de 16 figuras de 3,5 m de altura y que están a más de 50 m del suelo resguardando la cúpula. Esta obra monumental tuvo impacto no solo en Chile, sino que también en el mundo y fue sindicada por la revista Life como una sucesora de Brancusi.

La influencia de este último empieza a notarse y sus obras comienzan a adquirir el aspecto como si  fueran un boceto. Uno de los trabajos que más se dice representan esta nueva mirada de Garafulic es El Mar, obra hecha en piedra que reúne lo elaborado y lo aparentemente inacabado.

Un viaje, nuevamente, influye fuertemente su trabajo; en los 60 Garafulic va a Isla de Pascua y la imponencia de los moais le hacen replantearse su trabajo, tanto así que parte en la búsqueda de nuevos materiales para representar esta nueva forma de trabajar: maderas carcomidas, virutas de metal, soldaduras y pernos, algo nuevamente inusual para la época.

Escultura Bicentenario

Desde 1973 a 1975 fue directora del Museo Nacional de Bellas Artes, y su actual director, Roberto Farriol, señala que "no solo deja un valioso legado para la escultura chilena, sino que también para la preservación del patrimonio artístico de nuestro país. Fue ella quien impulsó la modernización de las prácticas de conservación de la colección del museo, gracias a un convenio entre el MNBA, la OEA y la Unesco, que creó el Laboratorio de Restauración y Conservación de Obras de Arte del MNBA. Instancia que más tarde dio lugar a la creación del Centro Nacional de Conservación y Restauración de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam). Además, tuvo una sólida labor como formadora de artistas y fue pionera en incorporar a la escultura nacional las raíces latinoamericanas".

Hace algún tiempo el museo se encuentra investigando en torno a ella, según cuenta Farriol "con miras a la realización de una exhibición retrospectiva, con un gran énfasis en el levantamiento documental. Labor de largo aliento, que sin duda contribuirá a incrementar información en torno a su obra, lo que es parte importante de la misión que debe cumplir el Museo, como también dar algunas luces (hipótesis) sobre sus procesos artísticos, asunto no siempre revelado por los creadores. Todo ello con un fin: intentar acercar al espectador a una mejor comprensión del arte en sus diferentes manifestaciones, corrientes, contextos y la particular visión de cada artista". Mientras tanto están sus obras y su taller, donde pedía ir hasta dos semanas antes de su muerte.

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