Tatazumai, Muji / 2016


En su tienda de la Quinta Avenida en NY, la japonesa Muji montó durante un mes una exhibición inolvidable. Piezas en una edición única, en venta solo en ese lugar, fabricadas por artesanos japoneses que regularmente colaboran con la marca. Su nombre: Tatazumai, que en japonés define la apariencia, lo dice todo. La apariencia de Muji históricamente ha sido esta, la simpleza de lo anónimo, lo simple, lo ancestralmente bueno para la vida.
Muji es la abreviatura de Mujirushi Ryohin, productos de calidad sin marca en japonés. Y basados en esa filosofía, quienes han estado a la cabeza de Muji han comercializado y sacado más que buenos dividendos a este concepto desde 1980, cuando abrió su primera tienda en Japón. En el momento en que nació Muji el marketing estaba en su apogeo y las grandes marcas seducían exhibiéndose de lado a lado en poleras, zapatillas y lo que fuese. Ahí surgía Muji, la no marca, que basó en gran medida la esencia de sus productos en el concepto de eliminar radicalmente cualquier aspecto accesorio de los objetos, buscando la ideal elección de materiales y la simplificación de los envases. El atractivo y función inherente del objeto se fortalecen con el modo de utilizar y disfrutar por parte del consumidor; por lo mismo, y a pesar de que la marca japonesa ha trabajado con un sinfín de diseñadores, ninguno ha firmado un producto, lo mismo que los artesanos, hasta ahora, ya que por primera vez los mismos artesanos que han colaborado con piezas que se venden a todo el mundo han creado una serie específica y única para Muji, eso sí con firma.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.