El cara a cara de los candidatos al histórico balotaje en Bolivia
Entre la crisis económica, la falta de dólares, el futuro del litio, la polémica de los “autos chutos” y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Chile, Rodrigo Paz y Jorge Quiroga se juegan hoy la presidencia del país altiplánico.
Luego de 20 años de gobierno del MAS, los candidatos al balotaje parecen como una vuelta al siglo XX. Por un lado está Rodrigo Paz, el senador del Partido Demócrata Cristiano, quien es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, que gobernó entre 1989 y 1993. Por el otro, el representante de la alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga, fue presidente entre 2001 y 2002, completando el gobierno de Hugo Banzer, que empezó en 1997.
En una Bolivia que, por primera vez en 40 años, entra en recesión económica, el ganador del balotaje de este domingo - el primero de la historia del país- tendrá que lidiar con una falta de combustible que ha llegado a amenazar a la industria. El rol del saliente Movimiento al Socialismo (MAS) y Evo Morales también será un tema a vigilar, considerando que, aun habiendo perdido las elecciones, los movimientos campesinos que aún lo siguen pueden volver a las calles.
Habiendo ganado la primera vuelta con un 32,06% de los votos, Paz es el que empezaba con ventaja, contra el 26,70% de Quiroga, el 17 de agosto. Sin embargo, las últimas encuestas le dan ocho puntos de ventaja al expresidente.
El período entre vueltas tomó un mes entero, y durante ese tiempo, el tema principal de la campaña fue uno: la crisis económica, que tiene a Bolivia con una recesión por primera vez en 39 años, con una caída del PIB de -2,4%. Luego de dos décadas de gobierno del MAS, las propuestas de Quiroga y Paz no parecen distar tanto entre sí, y ambos apuestan por el libre mercado y la minimización del Estado.
En entrevista con La Tercera, Carlos Cordero, analista político y académico de la Universidad Católica Boliviana, comenta las diferencias y similitudes entre ambos candidatos. “Quiroga propone fortalecer la economía liberal de mercado, producción y exportación, respeto a la propiedad privada y desarrollar una sociedad de propietarios y productores. La idea más novedosa es entregar títulos de propiedad a cada boliviano sobre los bienes y recursos del Estado. Títulos que pueda guardar, invertir o vender”, señala el experto. En tanto, Rodrigo Paz insiste en fortalecer al Estado y que “desde allí se invierta y desarrolle la economía, protegiendo al ciudadano de una economía liberal voraz e insensible”.
En tanto, en medio de una carencia de dólares y combustible en el país, ambos han mostrado soluciones distintas para la crisis. “Jorge Tuto Quiroga ha posicionado la idea que la solución es traer e inyectar dólares a la economía, conseguidos mediante préstamos de organismos internacionales. Con dólares frescos se comprará combustibles y se mantendrá el subsidio al transporte público. Rodrigo Paz ha insistido en la propuesta de resolver de manera inmediata la provisión y distribución de combustibles, sin especificar el cómo; por otra parte, ha formulado dos salidas opuestas respecto de levantar o mantener la subvención al precio de los combustibles”, señala Cordero.
Una de las polémicas recientes en la campaña presidencial tiene que ver con los “autos chutos”, que son vehículos robados en general en Chile, y que se venden luego en Bolivia. Cifras de la Cámara Automotor Boliviana hablan incluso de 120 mil autos al año. En ese contexto, Rodrigo Paz dijo para un canal de YouTube: “Parece que fuera un pecado tener un auto chuto en Bolivia, cuando todo el mundo tiene un auto. Los vamos legalizar, porque negarlo sería un grave error”.
Esas declaraciones, que pasaron desapercibidas en un primer momento en Bolivia, terminaron generando una polémica alrededor de un potencial “perdonazo” que regularizaría los autos robados. Frente a las críticas que se le hicieron desde Chile, el candidato del PDC negó esto último: “Los vehículos indocumentados los vamos a ordenar, y los robados los vamos a devolver, y así sabremos cuánta gasolina y diésel consumimos y cada uno va a ayudar y aportar”.
Por su parte, “Tuto” Quiroga aprovechó la ocasión para expresar su rechazo a la legalización de estos autos. “Que Bolivia no sea santuario de la criminalidad. Tú no puedes comercializar vehículos robados. Los vehículos robados se devuelven. Bolivia no es un país de ladrones”, afirmó en una entrevista con F10, sosteniendo que la política sobre el parque automotor no puede incluir medidas que alienten la informalidad.
Otro ámbito importante para ambas candidaturas tiene que ver con el estado de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, considerando que estas han estado cortadas desde 1978. En una conversación con La Tercera, el senador José Ormachea, aliado de Quiroga, indicó: “Para Tuto es una prioridad el restablecimiento de las relaciones con Chile, como es una prioridad la normalización de las relaciones con el mundo democrático. Nosotros no queremos que se ideologicen nuestras relaciones exteriores. Nuestro servicio exterior se va a juzgar, es decir, se va a evaluar en función a cuántos negocios vienen a Bolivia, en función a cuántos turistas vienen a Bolivia, en función a cuánto dinero logran traer a partir de nuestro servicio externo”.
Por su parte, Paz habló con T13 y se refirió a la necesidad de reabrir estas relaciones: “Voy a reabrir las relaciones con Chile, Estados Unidos y todo aquel que sea un buen socio para que Bolivia se reactive. Es real la vinculación comercial, familias enteras se van para Chile y vuelven, yo me las encuentro en la ruta. Yo voy a reabrir las relaciones con Chile, voy a reabrir las relaciones con los Estados Unidos, voy a reabrir relaciones con todo aquel que sea un buen socio, para que Bolivia se reactive y la gente tenga empleo, trabajo y una vida digna en la patria”.
Si ambos candidatos coinciden en esto, es su ritmo y sus alineamientos en política internacional lo que podría diferenciarlos, aunque ligeramente. Para Carlos Cordero, “Quiroga fue un duro crítico del Socialismo del Siglo XXI y de figuras como Chávez, Maduro o de gobiernos socialistas como Venezuela, Cuba y Nicaragua. En cambio, Paz, parece simpatizar y estar más a gusto con la política exterior desarrollada por el MAS, pero con una actitud más pragmática, de restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y con Chile”.
De todos modos, Cordero asegura que estos últimos años la idea de mejorar el lazo entre ambos países gana terreno: “La opinión pública boliviana y las nuevas generaciones, se inclinan en la actualidad a potenciar las relaciones bilaterales. Creo que existe una mejor disposición social y colectiva, de ambas sociedades y líderes políticos para crear escenarios de diálogo y aproximación entre Chile y Bolivia”.
Una de las grandes diferencias entre Quiroga y Paz tiene que ver con su visión respecto al futuro del litio, considerando que el país, junto a Chile y Argentina, forma parte del “triángulo del litio”: una región donde se concentra más del 50% de las reservas del mineral en el mundo. En una perspectiva más capitalista, Quiroga propone dar títulos de propiedad individual a cada boliviano y crear una alianza estratégica con Chile y Argentina. En tanto, más moderado en su propuesta, Paz opta por fortalecer el papel de YLB, la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos, además de explotar más el oro también.
El economista boliviano Roberto Laserna comenta al respecto: “Ambos quieren crear un ambiente legal más favorable a la inversión extranjera y en concertación con las regiones y comunidades locales. Paz promete hacerlo en el marco de una descentralización más radical y Quiroga integrando a los ciudadanos como accionistas de un fondo de inversión que administraría las acciones en todas las empresas estatales”.
En la opinión del experto, ambos son muy optimistas sobre la posibilidad de explotar el salar y avanzar a una mayor industrialización, y “no parecen tener una conciencia muy clara sobre las dificultades del mercado y la tecnología”.
Luego de 20 años de gobiernos del MAS, la posibilidad de que la influencia de la izquierda termine en Bolivia es muy lejana. Algunos aseguran que podría haber protestas, organizadas por los movimientos sociales cercanos al partido, y como tal, la relación con esa parte del electorado es importante.
Al respecto, históricamente Quiroga ha estado en la oposición a Evo, mientras que Paz podría ser más cercano. “El problema sobre tender puentes con Morales está en Morales, que no es un político de pactos o concertación, salvo quizás en el límite de la derrota. Paz parece más inclinado a buscar algún esquema negociado de convivencia y eso le ha facilitado el avance electoral hasta ahora, acogiendo a una parte del apoyo social del MAS. Quiroga ha tenido un discurso más fuerte y confrontacional con Evo, aglutinando y cohesionando a la oposición. Seguramente negociará, pero desde una posición de fuerza”, vaticina Laserna.
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