El sorpresivo mea culpa de Macron: Admite “error” en su reforma de salud de 2018

El Presidente Emmanuel Macron en una imagen del 31 de marzo. FOTO: AFP

"Debemos poner fin a este empobrecimiento”, dijo hoy el jefe de Estado francés en una visita a un hospital parisino, tras un encuentro con personal médico que le expuso furioso sus deplorables condiciones laborales.


En 2018 el Presidente Emmanuel Macron se felicitaba junto a su ministra de Salud en ese momento, Agnès Buzyn, por la presentación de la reforma al sistema de salud denominada “Mi salud 2022, un compromiso colectivo” , un plan que buscaba la renovación del sistema francés. Sin embargo, dos años y una pandemia después, el mandatario reconoció un error en dicho proyecto.

“Sin duda cometimos un error en la estrategia anunciada hace dos años”, admitió Macron hoy en una visita sorpresa al hospital parisino Pitié-Salpêtrière, donde murió a fines de febrero la primera víctima de coronavirus en Francia. En el lugar se reunió con el personal médico y la dirección del hospital, quienes le expusieron furiosos sus deplorables condiciones laborales.

La crisis por el Covid-19 ha colapsado el sistema de salud francés, uno de los mejores del mundo, y ha dejado 27.425 fallecidos y 178.870 contagiados a la fecha.

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“Debemos poner fin a este empobrecimiento”, dijo el jefe de Estado, quien indicó que el error estaba en que la estrategia de hace dos años “no tenía suficiente sentido” y tenía “una relación con el tiempo y un alcance que no eran para nada suficientes en comparación con el estado en el que estaba el hospital”. “Estábamos poniendo fin a quince años de bajar las tarifas hospitalarias, incluso las aumentamos. Estaba convencido de que estábamos cambiando las cosas (...) es muy cruel conmigo mismo", dijo y agregó que ”fue una gran estrategia, pero deberíamos haberla aplicado hace 10 años".

Así, durante un encuentro con médicos y funcionarios de los hospitales de asistencia pública de París, Macron anunció que el Ministro de Salud, Olivier Véran, tenía el “mandato” de comenzar “a partir de la próxima semana” un trabajo de concertación con miras a mejorar los salarios y las carreras del personal médico y paramédico. “Es una inversión, no un gasto”, indicó.

Ya a fines de marzo el jefe de Estado había prometido “una inversión masiva y un plan de actualización” para el hospital después de la crisis. Eso sí, los problemas de los hospitales franceses anteceden a la crisis del Covid-19. El personal médico de urgencias realizó huelgas y manifestaciones durante el año pasado para reclamar por más personal y fondos. El gobierno respondió anunciando el año pasado un plan para responder a las inquietudes e inyectó fondos al sistema, pero claramente aquello no fue suficiente.

“Debe haber un shock salarial”

En el encuentro que no contó ni con micrófonos ni cámaras, el personal médico demostró su enojo ante la situación sanitaria del país y sus condiciones laborales. “Durante meses estuve pidiendo equipos, y solo tuvimos (suficiente para) tres días para luchar contra el virus”, dijo al Presidente francés Martin Hirsch, jefe de la red de hospitales de París. “No son pequeños aumentos los que harán las cosas, debe haber un shock salarial”, aseguró el jefe de la comisión médica de los hospitales ,Thomas Similowski, y subrayó que “una enfermera que comienza está al borde de la pobreza”.

Una mujer ondea una bandera de Francia en apoyo a los trabajadores de la salud en París.

“Señor Presidente, usted ha levantado una esperanza maravillosa en la gente, no se aceptará un retroceso”, le dijo Dominique Thabut, jefe del departamento de hepatología, resumiendo las dificultades expresadas en la reunión por varios de sus colegas.

Un día antes, el jueves, Macron se reunió durante casi dos horas por videoconferencia con una docena de médicos de hospitales, algunos de los cuales habían firmado el 3 de mayo en Le Figaro una columna titulada “¡Liberemos al hospital del flagelo burocrático!”.

Así, a medida que Francia sale del confinamiento, los funcionarios de la salud -quienes han estado en la primera línea de la pandemia- también esperan dejar atrás unas condiciones que los mantienen trabajando al borde de la desesperación.

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