El conflicto armado entre Irán e Israel continúa escalando entrando a su sexto día de enfrentamientos directos, con una nueva ofensiva la madrugada del viernes de al menos 30 drones y decenas de misiles lanzados por la nación musulmana contra territorio israelí, particularmente sobre la región de Tel Aviv.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que la mayoría de los proyectiles han sido interceptados, aunque las alarmas antiaéreas se activaron en distintas zonas del país, y se escucharon explosiones en Jerusalén y alrededores.

Una escalada sin precedentes

El conflicto se desató el pasado viernes, cuando el Ejército israelí lanzó un ataque sorpresa contra múltiples objetivos en Irán, bajo el argumento de impedir que la República Islámica desarrolle armas nucleares, una acusación que Teherán ha negado reiteradamente, asegurando que su programa tiene fines civiles.

A diferencia de los años anteriores, en los que ambos países libraban una “guerra en la sombra” mediante ciberataques, atentados y operaciones encubiertas, esta vez se trata de un enfrentamiento directo y a gran escala, sin precedentes en la historia reciente del Medio Oriente.

Hasta la noche del lunes, el Ministerio de Salud iraní reportó 224 muertos y más de mil heridos por los ataques israelíes desde el inicio del conflicto. Entre las víctimas se incluyen altos mandos militares y científicos vinculados al programa nuclear.

En el lado israelí, los servicios de emergencia confirmaron 24 fallecidos y 472 personas heridas, varias de ellas de gravedad, como consecuencia de los misiles iraníes lanzados durante el fin de semana y este lunes.

Preocupación internacional

La comunidad internacional sigue expresando su alarma ante la posibilidad de una guerra regional. Diversos líderes han solicitado una desescalada inmediata, pero ambas partes han reiterado su intención de continuar con los ataques mientras no se logren sus objetivos estratégicos.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó el lunes a evacuar Teherán inmediatamente y reiteró que “Irán no puede tener un arma nuclear”. Por su parte, el gobierno iraní señaló que seguirá respondiendo con fuerza mientras continúen los bombardeos israelíes sobre su territorio.

Mientras tanto, las sirenas de alerta y el despliegue de sistemas antimisiles se han vuelto parte de la rutina diaria en Tel Aviv, Jerusalén y otras ciudades israelíes, en un conflicto que amenaza con transformar la geopolítica de la región y aumentar la inestabilidad global.