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Maduro y el Cartel de los Soles, el nuevo objetivo de Trump

La administración estadounidense acusa al líder venezolano de estar a la cabeza de un cartel que asiste a otros como el de Sinaloa o el Tren de Aragua, y ahora envió tres buques al Mar Caribe para llevar a cabo una “operación antidroga”. En tanto, el chavismo se protege activando las “milicias” bolivarianas.

Nicolás Maduro durante un discurso anual a la nación venezolana desde Caracas. Foto: Archivo Leonardo Fernandez Viloria

La confrontación aumenta entre Washington y Caracas, a medida que la administración de Donald Trump acusa a Nicolás Maduro de ser el jefe del “Cartel de los Soles”, una agrupación criminal y terrorista que implicaría a muchos funcionarios del gobierno venezolano, facilitando el narcotráfico y el lavado de dinero de otras estructuras criminales.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró al respecto: “El régimen de Maduro no es el gobierno legítimo de Venezuela. Es un cártel del narcotráfico, según la opinión de esta administración. Maduro no es un presidente legítimo: es un líder fugitivo de este cártel, acusado en EE.UU. de tráfico de drogas al país”.

Si ya en 2020 el Cartel de los Soles era considerado una organización criminal, esta vez Washington subió la apuesta catalogando al grupo de “organización terrorista”, lo que le da más herramientas para combatirlo.

En solo un mes, dos golpes fuertes dieron cuenta de la seriedad de esta ofensiva: el primero, un anuncio de Washington en el que elevaban la recompensa ofrecida a quien pueda “aportar información para dar con Nicolás Maduro”, subiendo la cifra ofrecida a 50 millones de dólares. El número es incluso más alto de lo que se ofreció entonces por el jefe de Al Qaeda, Osama bin Laden.

Pero el segundo golpe es aún más claro: el envío de buques al Mar Caribe, en una operación “antidrogas” que ha puesto frente a las costas venezolanas a tres “buques destructores”. Algunos medios aseguran que los agentes en las embarcaciones estarían preparados para un operativo “anfibio”.

EE.UU. ordenó desplegar buques destructores cerca de las costas de Venezuela. Foto: Archivo

Ya en 2020, el fiscal general norteamericano William Barr acusó a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello de liderar el Cartel de los Soles, nombre referido a las insignias que portan los generales venezolanos en sus uniformes. Ahora, la acusación de “narcoterrorismo” aumenta la presión sobre el chavismo, y otros países latinoamericanos lo siguen: tanto Paraguay como Ecuador declararon a la entidad como terrorista, y el gobierno de Daniel Noboa la incluyó en su “guerra interna”.

La acusación principal contra esta entidad es que “proporcionaría apoyo material” al grupo criminal venezolano Tren de Aragua y al mexicano Cartel de Sinaloa, siendo dirigida a través del Estado. Estas dos agrupaciones también fueron señaladas por Estados Unidos como “terroristas”.

La Oficina del Departamento de Estado encargada de Latinoamérica se refirió al Cartel de los Soles en su cuenta en X: “Administrado por el dictador Nicolás Maduro, este grupo apoya a terroristas que invaden nuestro país para traficar narcóticos, enriquecerse e infligir violencia contra las comunidades”.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Foto: Archivo PRESIDENCIA DE VENEZUELA

En este contexto, Washington ordenó el despliegue de un escuadrón anfibio al sur del Caribe, en medio de una operación antidrogas más amplia ordenada por Donald Trump para atacar a los carteles latinoamericanos. Se trataría de los buques USS San Antonio, USS Iwo Jima y USS Fort Lauderdale, que ya están en la zona, junto a otros tres destructores, aviones de combate, submarinos y 4.000 marines. Aunque la misión que los mueve hasta allá no ha sido revelada, la propia demostración de fuerza militar es clara.

Por su parte, desde el gobierno venezolano, Maduro respondió este lunes, anunciando un despliegue de 4,5 millones de “milicianos bolivarianos”, aunque no se especificó en qué regiones del país se movilizarían. “Milicias preparadas, activadas y armadas. Y además, vamos a seguir avanzando en el plan de activación de las milicias campesinas y de las milicias obreras, con los cuerpos de combatientes obreros en todas las fábricas y centros de trabajo del país”, dijo el mandatario en un encuentro político televisado, calificando la medida como un “plan de paz”.

Desde el chavismo se defienden de las acusaciones sobre el Cartel de los Soles. El ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, por ejemplo, aseguro que “la DEA es el único cartel de drogas que opera a la luz del mundo”. En la misma línea, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, llegó a afirmar que a Estados Unidos “le molesta que hayamos derrotado al narcotráfico y exterminado a las bandas criminales en el país”.

Desde el vecino del sur, el presidente colombiano Gustavo Petro también negó la vinculación del Cartel de los Soles con Maduro. “Quien maneja el tráfico de cocaína por Venezuela no es el Cartel de los Soles, esa es una mentira como las armas de destrucción masiva de Irak, y solo sirve para invadir países”, escribió el mandatario en X.

Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela.

La primera mención del Cartel de los Soles data de los años 90, en medio de un caso de corrupción con generales involucrados en el narco. Sin embargo, su “definición actual” se dio en los últimos años, y como indica InSight Crime, think tank especializado en crimen organizado en América Latina, “es el término usado para describir los oscuros grupos dentro del Ejército de Venezuela implicados en una amplia gama de actividades criminales”.

Según Washington, entrega apoyo material y logístico a organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa, además de otros grupos que mueven droga de Colombia a Estados Unidos y Europa. Esto, principalmente al amparo del régimen, que permite liberar rutas que cruzan Latinoamérica, además de permitir operaciones de lavado de dinero para los narcotraficantes.

El periodista norteamericano y consultor de seguridad, Douglas Farah, comenta con La Tercera el origen del Cartel de los Soles: “El nombre del cartel refleja su nacimiento de la ala militar del Chavismo. Es una convergencia de intereses criminales del Estado de Venezuela, donde el Estado protege y autoriza actividades ilícitas. Sus pilares son puertos y aeropuertos para mover droga y oro, PDVSA (la empresa petrolera estatal) y sus múltiples subsidiarias, y todo el sistema bancario. Es lo que garantiza la lealtad de los sectores de poder al Estado”.

Las acciones recientes de Estados Unidos, llamando “grupo terrorista” a dicho cartel, los faculta para intervenir de manera más directa contra sus miembros. “Cuando un país es rotulado como terrorista, el país o el gobierno y los carteles que operan dentro de sus fronteras se ven expuestos a toda una legislación internacional. Ese es el mayor efecto que tienen estos reconocimientos hechos por Estados Unidos y Ecuador en cuanto al Cartel de los Soles y Venezuela”, comentó a la cadena Deutsche Welle el analista Pedro Trujillo.

Nicolás Maduro le muestra la espada de Simón Bolívar al enviado norteamericano Richard Grenell. Foto: Archivo MIRAFLORES PALACE

Desde Infobae aseguran que muchas de las maniobras recientes que viene haciendo Maduro tienen el fin de facilitar el accionar criminal de la organización. Esto, a través de la asignación de ciertos militares y jueces, en ciertas partes, “hasta el llamado a comicios -tanto estatales como municipales- para, al mismo tiempo, validar áreas de operatividad y barrer opositores que podrían estropear las operaciones”.

Según el medio argentino, junto con el fraude de las elecciones presidenciales, los recientes comicios municipales del pasado 27 de julio habrían permitido al chavismo quedarse con más alcaldías, y sobre todo, con territorios fronterizos claves para el narcotráfico, que serían utilizados por Maduro y el Cartel de los Soles.

Respecto a los lazos del presidente venezolano con la estructura criminal, Farah opina: “Maduro es el ejecutivo del proyecto pero no el único director. Tiene voz y voto, pero no control absoluto. Hay decenas de casos ya juzgados y en proceso en EE.UU. y Europa que demuestran sus vínculos directos al cartel”. En ese sentido, indica el experto, la equivocación de Trump sería presentar a Maduro como único jefe de una estructura formal con líneas de mando fijas: “Es mas bien un consorcio de intereses”.

Las acusaciones contra Maduro son vastas: En marzo de 2020, un tribunal de Nueva York presentó cargos contra el líder venezolano por conspiración para poseer ametralladoras y artefactos destructivos. También fue acusado por conspiración para importar cocaína y delitos de narcoterrorismo, cargos por los cuales es buscado actualmente.

A pesar de la escalada en las palabras y demostraciones de fuerza, Farah no está seguro de que la relación entre ambos países llegue a un punto muerto: “Como Trump es transaccional en todo y no ideológico en el sentido tradicional, es difícil predecir. Si negociar para sacar petróleo es atractivo, lo hace y autoriza la licencia para que Chevron produzca. Si dar una demostración de fuerza para calmar su base es conveniente, lo hace. Es una política transaccional e improvisada, no una política coherente”.

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