Los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia realizarán este sábado una visita conjunta e inédita a Kiev para reunise con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, e instar a Rusia a aceptar una tregua.

Es la primera vez que el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Friedrich Merz; el primer ministro británico, Keir Starmer; y su homólogo polaco, Donald Tusk, viajan juntos a la capital de Ucrania, invadido por Rusia en febrero de 2022.

Esta muestra de unidad europea, de enorme valor simbólico, se produce un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, exhibiera su fuerza e influencia con un colosal desfile militar en la Plaza Roja de Moscú, con motivo del 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

La llamada “coalición de voluntarios” agrupa a una treintena de países aliados de Ucrania bajo el liderazgo de París y Londres.

Esta alianza trabaja, en particular, en la creación de una “fuerza de garantía” destinada a respaldar una posible tregua con Rusia y a impedir cualquier nuevo ataque por parte del Kremlin, que lleva invadiendo a su vecino ucraniano desde febrero de 2022.

Apoyo “inquebrantable”

Los dirigentes europeos expresarán su apoyo “inquebrantable” a Ucrania y, siguiendo los pasos de Estados Unidos, exigirán a Moscú un alto el fuego “total e incondicional de 30 días”, indicó un comunicado conjunto de las cuatro naciones.

“Seguiremos aumentando nuestro apoyo a Ucrania. Intensificaremos la presión sobre la maquinaria bélica de Rusia” hasta que Moscú “acepte un alto el fuego duradero”, dijeron, según el texto.

El presidente estadounidense, Donald Trump, urgió el jueves a Rusia a aceptar un “alto el fuego incondicional de 30 días” y amenazó con imponer nuevas sanciones occidentales en caso de que no lo haga.

El momento elegido para la visita a Kiev de los personeros europeos no deja de llamar la atención de los analistas.

El viaje se produce un día después de que Putin recibiera en Moscú al presidente chino, Xi Jinping; al de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y también al primer ministro eslovaco, Robert Fico, cuyo país es miembro de la Unión Europea.

Un funcionario de la presidencia francesa que pidió no ser citado reconoció, sobre la elección de viajar el 10 de mayo, que había “toda una serie de símbolos”.

“El hecho de que los mandatarios de Francia, Alemania, Reino Unido y Polonia se hayan reunido cuatro días después de la elección (por parte del Parlamento) del jefe de gobierno alemán, demuestra la unidad, la fuerza y la capacidad de reacción de Europa”, subrayó.