Arresto domiciliario nocturno para capitán de Carabineros imputado por apremios ilegítimos contra actriz María Paz Grandjean

En mayo de 2020 Carabineros anunció que cambiaría la munición de las escopetas antidisturbios tras recibir denuncias de personas heridas en los ojos. Foto: Pedro Rodríguez.

La actriz recibió el impacto de un balín en el rostro cuando salía del GAM el 18 de octubre de 2019. "El medio utilizado, una escopeta antidisturbios, aparece como desproporcionado. No existe ninguna justificación para el empleo del armamento utilizado en contra de la víctima”, razonó la jueza.


El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago estableció las medidas cautelares de arresto domiciliario parcial nocturno, arraigo nacional, prohibición de portar armas de fuego y municiones; además de informar traslados y el lugar donde preste servicios cada 15 días, al capitán de Carabineros imputado este martes por el Ministerio Público como autor del delito consumado de apremios ilegítimos.

La magistrada Marcia Figueroa Astudillo solicitó mantener reserva del nombre, rostro y domicilio del uniformado imputado. El oficial identificado con las iniciales T.P.R.S. fue, según la indagatoria del Ministerio Público, quien disparó un balín al rostro de la actriz María Paz Grandjean en las cercanías del Centro Cultural Gabriela Mistral el viernes 18 de octubre de 2019, en medio de las manifestaciones que dieron inicio al llamado estallido social.

La jueza Figueroa además fijó en 120 días el plazo de investigación.

Al resolver, la magistrada consideró que, si bien a la hora y lugar de los hechos se registraban manifestaciones, el imputado, como funcionario policial preparado, debió evaluar la situación concreta en que se encontraba y que, en ese momento, no existía una afectación a la integridad de los funcionarios bajo su mando. Incluso, “por el tono del lenguaje utilizado por la víctima, lo cierto es que el medio utilizado, una escopeta antidisturbios, aparece como desproporcionado. No existe ninguna justificación para el empleo del armamento utilizado en contra de la víctima”, razonó la jueza.

Asimismo, para el tribunal, una vez producida la lesión “un agente del Estado tiene la obligación de proporcionar auxilio a la víctima, lo que no fue evidentemente efectuado por ninguno de los funcionarios policiales, especialmente considerando que el imputado era el jefe de la patrulla en una institución jerarquizada como Carabineros”.

Según lo expuesto por la fiscal Ximena Chong en la audiencia, alrededor de las 19.53 horas del 18 de octubre de 2019, en la intersección de Ramón Corvalán con la avenida Libertador Bernardo O’Higgins, un grupo de personas se encontraba entorpeciendo parcialmente el tránsito vehicular cuando un grupo de efectivos de Carabineros, bajo el mando del imputado, capitán de la Prefectura de Fuerzas Especiales de Santiago, intervino para controlar y dispersar la manifestación.

En dicho contexto, uno de los manifestante lanzó un objeto contundente a los uniformados, por lo que el imputado hizo uso de la escopeta antidisturbios que portaba en dos ocasiones; apuntando el segundo disparo en dirección a la víctima, María Paz Grandjean Cárdenas, quien se encontraba en la esquina suroriente de la intersección.

La actriz recibió el impacto de un balín disparado a corta distancia en la cara, provocándole lesiones de carácter menos graves en la zona mandibular y malar derecha.

“En el sector donde se ubicaba la víctima no había manifestaciones violentas, no había muchedumbres, ni siquiera había otras personas a su alrededor”, afirmó la fiscal en su relato de los hechos investigados. El imputado disparó a Grandjean desde unos 16,5 metros. “En el momento en que se ejecuta el disparo aludido por parte del imputado no existía riesgo alguno para la integridad de Carabineros, ni de transeúntes o de cualquier otro tercero”, detalló la persecutora.

Ningún carabinero prestó auxilio a la víctima ni dejó registro del uso del armamento o del incidente en el libro de novedades de su unidad ni en otro documento oficial.

A días del hecho la actriz relató a La Tercera que empapada por la acción de un carro lanzagua divisó a un uniformado con su rostro cubierto. “Ladeé la cabeza para verle la cara, y ahí sentí el impacto en mi rostro. Vi cuando me disparó, y creo que quiso dispararme a la boca o al ojo derecho, pero como alcancé a correrme no entró, sino que me quemó y alcanzó a rozarme la mejilla. Pero me agarré la mandíbula y noté que estaba deforme, y botando sangre por afuera y dentro de la boca. Quedé paralizada”, explicó.

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