El 4 de agosto de 2014, a las 15.00, el abogado Luciano Devia ingresó a la sala de entrevistas de la cárcel Santiago 1 para reunirse con el interno Jesús Sepúlveda. En ese momento, y según el Ministerio Público, el defensor no solo entregó consejos legales, sino que también 85 fragmentos y tres comprimidos de clonazepam.

Siete meses después, esta vez en la ex Penitenciaría, Devia habría ingresado 200 comprimidos de viagra, también en el marco de una visita. Posteriormente, el 18 de noviembre de 2015, volvió a Santiago 1 y habría entregado a un reo una chaqueta con 1,7 gramos de marihuana en su interior.

Por los dos primero hechos, Devia fue condenado de manera unánime el lunes 14 de enero, en el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago. Los magistrados le dictaron una pena de cuatro años y medio de libertad vigilada, además de una multa que se aproximó a las 16 UTM.

Esto, por los delitos de "tráfico ilícito de pequeñas cantidades de sustancias estupefacientes o psicotrópicas" y "expendio, a cualquier título, de sustancias peligrosas para la salud".

Según explicaron desde la Fiscalía Centro Norte, "se logró acreditar dos de los tres hechos por los cuales fue acusado". Y en cuanto al ingreso de la marihuana en la chaqueta, indicaron que "no fue condenado, porque los tribunales consideran que para efectos de condenar, la cannabis debe tener la pureza necesaria y actualmente no están los medios científicos para determinar eso".

Si bien Luciano Devia ya fue condenado, según la fiscalía el abogado aún puede "solicitar, a través de un recurso, que se haga el juicio de nuevo, porque no está finiquitado el caso".

Por su parte, durante la audiencia de desarrollo del juicio , el abogado negó los hechos que se le imputaban, asegurando que el fondo de las acusaciones tenía relación con los problemas que tenía con los efectivos de Gendarmería.

El tribunal, no obstante, no consideró esta afirmación al momento de dictar su resolución.