El crudo relato de la madre de joven con esquizofrenia muerto tras intervención de guardias en Mall Plaza Vespucio
La familia del joven presentó una querella por homicidio calificado con la agravante de ensañamiento para causar dolor en la víctima. Su madre pide que se cite a declarar tanto a los representantes de la empresa de guardias, como también a una ejecutiva del centro comercial.
El 15 de septiembre Brenda Cortés y su hijo Rolando Maximiliano Segovia acudieron al Mall Plaza Vespucio a realizar un trámite rutinario.
Primero fueron a una peluquería del sector, donde Segovia, joven de 27 años y quien padecía de esquizofrenia, se cortaba el pelo recurrentemente, y luego a comer una empanada. Era la previa de las Fiestas Patrias. Tras ello, fueron al BancoEstado a buscar dinero de la pensión que el padre del joven le enviaba. Fue allí donde la tranquila jornada sufrió un brusco quiebre.
A eso de las 16.00, luego de retirar el dinero en un cajero automático, una persona abrió una mampara generando un fuerte ruido, lo que generó una descompensación en Segovia. De ahí en adelante se fueron suscitando una serie de hechos que derivaron en la muerte del joven luego de ser reducido por un grupo de guardias del Mall Plaza Vespucio, de la empresa Securitas Chile.
Así se relata en la querella que presentó este lunes la familia de la víctima en el Décimo Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago contra todos quienes resulten responsables por el delito de homicidio calificado.
Los detalles de la querella
En la primera parte de la acción judicial, presentada por los abogados Sebastián Andrade Delvas y Matías Rodríguez, del estudio jurídico MRM Legal Abogados, se relata quién era la víctima.
“Mi hijo Rolando tenía solo 27 años y contaba con diagnóstico de salud mental de esquizofrenia. Este diagnóstico fue pesquisado entre los 20 y 21 años de edad”, señala la madre. Ahí también se afirma que en su vida solo tuvo dos episodios de descompensaciones, pero nunca con golpes.
“Él se relacionaba en algunos grupos de 20 personas, se reunía y compartía con sus familiares en diferentes celebraciones; se relacionaba con sus sobrinos pequeños, entre ellos bebés que podía cargar, podía salir a comprar, eran salidas cortas, pero podía salir a la calle sin ninguna dificultad”, se añade en la acción penal.
Luego se abordan los hechos que provocaron que el joven se alterara ese lunes 15 de septiembre. Tras el ruido de la mampara, dice el texto, la madre decidió sacar a su hijo del lugar.
“Nos dispusimos a salir de BancoEstado, y por los pasillos fuera del banco otra persona venía caminando de frente, y esta última desvía su caminar de manera brusca, es ahí donde Maxi se descompensa y le da un golpe de puño. Esta persona cae al piso y yo inmediatamente contuve a mi hijo y le dije que nos fuéramos", se lee en la querella.
Fue tras eso que, primero, unos jóvenes quisieron detener a Segovia golpeándolo, lanzándole agua e increpándolo: “En ese momento se acerca un guardia y nos indica que no nos podíamos ir. Esta persona era el jefe de guardias privados del Mall Plaza Vespucio, cuyas características físicas -según recuerdo- eran las de un hombre de baja estatura y calvo. Inmediatamente llegan más guardias y comienzan una discusión con mi hijo Maxi, la que termina en golpes”.
“Frente a esta situación yo gritaba que mi hijo era esquizofrénico, que se encontraba descompensado y que yo podía calmarlo por ser su cuidadora y figura de apego relevante”, agrega la madre en su relato.
Fue allí cuando un sujeto en moto agredió al joven con un casco. Tras ello, cinco guardias redujeron a Segovia. Lo tiraron al piso, luego lo esposaron y cada uno ejerció una acción, las que están descritas en la querella: “Un guardia le afirma su brazo izquierdo mientras ejerce presión sobre mi hijo y le pone las esposas. Un segundo guardia afirma e inmoviliza sus piernas. Un tercer guardia afirma e inmoviliza su brazo derecho, ejerciendo presión sobre Rolando. Un cuarto guardia coloca su rodilla en su cuello mientras realiza golpes en su rostro. Y un quinto guardia realiza golpes de puño y pies mientras lo rodea”.
La acción ocurría mientras la madre miraba la escena a un costado: “Me decían: ‘Señora, déjenos hacer nuestro trabajo’. Ese trabajo era matar a mi hijo”.
De hecho, la madre, quien es testigo de los hechos, dice que los guardias insultaban a su hijo mientras ocurría la detención: “Lo insultaban con garabatos tales como ‘hijo de pe... , tienes que pagar lo que hiciste, conche...’ y otros improperios".
Una rodilla en la nuca
Luego de la reducción, que se extendió por 20 minutos, la querella relata que los guardias se percataron que el joven ya no tenía pulso. Entonces, dice la acción penal, le realizaron RCP, pero con las esposas puestas. Sin embargo, el joven ya había perdido la vida, lo que fue constatado por personal del Samu: “Los guardias de Securitas Chile en ningún momento trataron de calmar la situación, la actitud de ellos siempre fue increparlo, tratarlo con insultos y golpes”.
En otro punto de la querella se expresa que el jefe de guardias les señaló que “no hubo ningún uso desmedido de la fuerza” y que Segovia murió “debido a un paro cardiorrespiratorio o traumatismo encéfalo craneano por acción de un tercero”. No obstante, el certificado de defunción del Servicio Médico Legal reveló que la causa de muerte fue estrangulamiento.
Para el abogado el actuar de los guardias fue doloso y con ensañamiento para generar inhumanamente dolor en la víctima: “La muerte de Rolando Segovia se produjo a consecuencia de un grave actuar doloso de los guardias que intervinieron en la reducción y que resultan responsables de su muerte, los cuales realizaron de manera consecutiva y sostenida una serie de actos con el objetivo de causar su muerte”.
Por último, el abogado pide que se cite a declarar al representante legal de la empresa Securitas Chile, se requisen las cámaras GoPro que portaban los guardias y se cite a Ivana Páez, la directora de operación del mall. “Nos parece impresentable que si la muerte ocurrió el 15, el 16 sabíamos la causa de muerte y hasta hoy los guardias, que sabemos quiénes son, no están siquiera en calidad de imputados”, añadió Delvas a La Tercera. “Esto es inexplicable para la familia”.
La semana pasada el Mall Plaza suspendió el servicio de esa empresa de seguridad para el centro comercial. Desde la Fiscalía Metropolitana Oriente señalaron que se encuentran a la espera del informe de autopsia del SML y que por el momento no se han emitido órdenes de detención. Se espera que los guardias declaren esta semana en la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones.
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