Ezzati dice que Papa tenía "elementos suficientes" para expulsar a obispos

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El arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati.

Tras la decisión de la Santa Sede se conoció una nueva denuncia contra el exsacerdote Francisco Cox. La víctima, ya fallecida, era un menor acólito de 11 años.


"El Papa ha tenido los elementos suficientes, más que suficientes, para decretar lo que decretó, y estamos totalmente de acuerdo con él". Con esas palabras, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se refirió hoy a la decisión del Papa Francisco de expulsar del estado clerical a los ahora exobispos eméritos Francisco Cox y Marco Antonio Órdenes.

Esta es la tercera y cuarta dimisión de religiosos que Francisco ha ordenado en menos de un mes en la Iglesia católica chilena. Anteriormente, el Vaticano había tomado una decisión similar en contra de los exsacerdotes Cristián Precht y Fernando Karadima. Todos los casos están vinculados a presuntos abusos.

Las declaraciones que Ezzati dio a Radio ADN, tuvieron lugar hoy tras oficiar una misa en la Catedral de Santiago.

En la instancia abordó la situación del exsacerdote Francisco Cox y también la posibilidad de que sea trasladado a Chile, para aportar en la investigación que lleva adelante el fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias, a cargo de indagar los delitos cometidos en la Iglesia.

El nuevo caso

El escenario que enfrenta Francisco José Cox es complejo. Previo a la nueva denuncia en su contra, el exreligioso enfrentó acusaciones de víctimas chilenas por abusos sexuales, los cuales fueron analizados por la justicia civil. Luego se sumó un tercer caso en Alemania, donde el exsacerdote reside actualmente con la congregación Schoenstatt.

Pero una nueva denuncia se dio a conocer esta semana, a pocas horas después de hacerse pública la decisión del Papa Francisco. Se trata del caso de un exacólito de 11 años, ya fallecido, que habría sido víctima del exsacerdote.

El testimonio fue recibido en agosto pasado por el exobispo de Chillán, Carlos Pellegrin, quien abandonó su cargo un mes después.

Según detalló el exobispo a La Tercera, "yo acogí la denuncia y la remití al Vaticano como pedía la denunciante. Los hechos se remontan a los años en que Cox era obispo en Chillán, en los 70.

Tengo la impresión de que no existió un acompañamiento efectivo a las víctimas en esos años; la Iglesia aprende con los años y la experiencia dolorosa de no haber puesto a las víctimas en el centro de la atención".

De acuerdo con el exprelado, la denunciante quiso hablar directamente con él para solicitarle que los antecedentes fueran enviados a Roma, diligencia que Pellegrin habría cumplido.

La víctima habría tenido cercanía con Cox, pues era un exacólito de la Catedral de Chillán. Esta denuncia, según el exobispo Pellegrin, fue realizada por una familiar del menor fallecido, lo que habría dado origen a una investigación canónica.

Pellegrin aseguró que "en la diócesis (de Chillán) no había antecedentes previos de acusaciones en contra del exobispo emérito de La Serena".

Respecto a la situación del obispo Cox, el arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, respaldó que el exsacerdote sea sometido a exámenes médicos para que la Congregación de los Padres de Schoenstatt gestione su traslado desde la residencia en Vallendar, Alemania, hasta Chile.

Del mismo modo, Ezzati se mostró de acuerdo con que el exobispo emérito sea investigado por la justicia.

En esta línea, Hernán Godoy, uno de los denunciantes chilenos de Cox, aseguró que no tenía conocimiento de este nuevo caso.

Sin embargo, pidió a la justicia que continúe indagando al exprelado, a fin de determinar si existen o no nuevas víctimas.

"En estos momentos es la PDI la que está a cargo de toda la investigación, pero obviamente me gustaría que se investigara más a Cox (…) Que la justicia haga lo que tenga que hacer y dictamine lo que tenga que dictaminar (...) Yo me declaro un civil más y estoy esperando alguna respuesta positiva de su parte", aseguró Godoy.

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