Desde que estrenó su programa El toque de Aquiles en 2009, el chef mexicano Aquiles Chávez ha llamado la atención por su particular estilo. Además de su característico bigote y su jockey rojo, el cocinero en cada episodio interactúa constantemente con el público presente en el estudio y hace gala de su sentido del humor, siempre acompañado de un baterista en el set.

Reconocido además por enseñar recetas sofisticadas pero de preparación sencilla -algunas de sus tías y abuelas-, el oriundo de Tabasco ahora se prepara para el estreno de su segundo programa en la televisión por cable, en el que saldrá del estudio para recorrer su país natal. Se trata de Aquilísimo, la nueva producción original del canal argentino Utilísima, que se estrena para varios países de Latinoamérica este domingo a las 22 horas.

En éste, Chávez viaja por diversos puntos de su país probando platos y tragos, y mostrando el origen de las recetas que han hecho de la mexicana una de las gastronomías más famosas y celebradas en el mundo. "Programas de viajes y de cocina hay muchos y en muchos formatos, lo que tiene de diferente éste es que vamos tras la historia humana, de corazón, de cariño detras de una fonda, un restaurante o un puesto de comida", explica Chávez.

Según el chef, se trata de una especie de reality show -"porque soy yo mismo, no un personaje", dice- en el que no se mostrarán los típicos rincones turísticos del paíz azteca, sino los lugares adonde van a comer "los mexicanos de a pie", cómo el los llama. "Queremos mostrar quiénes son los que preparan la comida, la historia de los lugares, y con mucha interacción con los comensales también", cuenta.

Aquilísimo comenzó sus grabaciones hace poco más de un medio, y hasta el momento contempla la emisión de trece episodios, partiendo en Veracruz y pasando también por Tabasco, el estado natal de Chávez. Allí entró en el mundo de la cocina casi por casualidad, ya que empezó lavando ollas para juntar dinero para comprar una guitarra y cumplir su sueño de dedicarse a la música.

Si bien finalmente desistió de su vocación original, hoy por hoy se ha convertido en una estrella de la gastronomía televisada, principalmente por su estilo auténtico y revoltoso frente a las cámaras que él mismo grafica así: "antes salía un chef súper talentoso, prolijo hasta los pies, y hacía recetas que uno decía '¿Cuando podré hacerlas en mi casa?'. Entonces de repente sale un cuate bigotón, desenfadado, hablando en lenguaje cotidiano y con los errores de cualquier ser humano. Como digo, si no quiere ponerle chile no le ponga, no pasa nada".

"Mi padre me decía 'no entiendo el éxito de tu programa, porque te vemos y actúas tal como eres'. Y es que los televidentes quieren ver gente real", agrega.