Austria anunció hoy que instalará una valla metálica en su frontera con Eslovenia para controlar el paso de refugiados al país, lo cual supone un nuevo golpe al espacio de Schengen que permite el libre paso de personas entre varias naciones europeas.

La barrera tendrá 3,7 kilómetros de longitud y 2,2 metros de alto y está prevista que se instale en el paso fronterizo de Spielfeld en un plazo de seis semanas. 

Según dijo la ministra del Interior de Austria, Johanna Mikl-Litner, la valla no rompe el acuerdo ya que en este se consideran excepciones en determinados casos. Además, aseguró que es una medida temporal que tiene como objetivo canalizar el flujo de llegadas.

"Estamos hablando de un flujo ordenado, no de una barrera", dijo el jefe de gabinete, Josef Ostermayer, a la prensa.

Con esto, tal como lo señaló el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el espacio Schengen queda más débil y está a punto de derrumbarse con la multiplicación de barreras en respuesta a una falta de consenso sobre cómo gestionar juntos la crisis migratoria.

A esto se suma el restablecimiento del control fronterizo temporal que está haciendo Suecia desde esta semana.

Eslovenia, por su parte, desplegó una alambrada en su frontera con Croacia, mismo país con el que Hungría cerró sus fronteras. Este último también cerró el paso con Serbia.