Carlos Melo: "Nos interesa que los usuarios sientan que desde 2018 su opinión fue considerada"
Encargado de las bases de la licitación del Transantiago, promete que habrá participación ciudadana en el nuevo diseño.
En un paradero de Las Condes, en el cruce de las avenidas Sebastián Elcano con Colón, Carlos Melo toma todos los días la C06, un recorrido del Transantiago que lo acerca a Tobalaba, desde donde se sube a la 407, que lo deja a pasos de su trabajo en el edificio del Directorio de Transporte Público Metropolitano, en Ahumada. Aunque Melo, de 34 años, utiliza regularmente este medio, desde que asumió la secretaría técnica que estudiará las nuevas bases de licitación del sistema que se llevará a cabo en 2018, se fija en cómo el resto de pasajeros se relaciona con el sistema. "Necesitamos que las personas logren una identificación con el Transantiago", asegura.
¿En qué consiste el rol de la secretaría técnica?
Se creó principalmente para realizar propuestas y viabilizar el nuevo diseño. Y se hizo porque era muy importante que hubiera un organismo independiente a la operación del día a día del sistema. En el desarrollo anterior del Transantiago, fue un problema que un grupo cerrado trabajara en el diseño y no existiera la validación de otros actores. Además de la secretaría técnica, se inició un consejo consultivo donde hay una mezcla entre especialistas, personas que han trabajado en el sistema y representantes de la sociedad civil, para que puedan analizar las propuestas que la secretaría vaya estudiando, y tengamos un primer filtro de validación.
El trabajo que deben realizar es para que el 2018 estén listas las licitaciones, cuando los primeros contratos expiren. ¿Qué procesos deberán llevar a cabo durante estos tres años?
Para explicar bien los tiempos es mejor ir desde adelante hacia atrás. El 2018 es el año en que los primeros contratos deberán entrar en operación. Tenemos en la práctica tres años para realizar el proceso completo, por lo que estimamos que la parte administrativa de la licitación nos tomará al menos dos años, lo que nos daría como tiempo un año para estructurar el rediseño. Al inicio del cuarto trimestre del 2016 deberíamos tener listas nuestras bases de licitación.
Eso significa que el tiempo para poder estudiar el rediseño sería de sólo un año.
Tenemos dos cosas muy importantes que hacer en ese tiempo. La primera es la consulta pública de las bases, por lo que habrá una etapa de dos meses, que dejaremos para el final. Lo otro es la realización de los estudios: hoy estamos trabajando para diseñar las bases de los análisis que vamos a contratar, para que sean realizados desde febrero hasta septiembre del próximo año.
¿Cuáles serían los temas más relevantes a estudiar?
Aunque es amplio, sin duda queremos concentrar una línea relacionada con las estructuras de las unidades de negocio. Ya se ha dicho que el tamaño de las empresas es un aspecto que queremos trabajar. Por otro lado, la malla del sistema no es algo donde queramos hacer grandes cambios ya que sabemos que cuando comenzó a operar Transantiago, uno de los procesos más tortuosos a los que tuvo que adaptarse la población fue a un sistema de recorridos nuevo. Obviamente tendremos que hacer ajustes, pero no un cambio estructural. Otra línea relevante tiene relación con los análisis para ver el material rodante con el que configuramos el sistema. Hoy opera una variedad de buses y muchas personas encuentran que no satisfacen sus necesidades.
¿Y sobre el formato de pago y otras tecnologías?
Nos interesa estudiar y tener información de cuáles son los estándares mundiales en tecnologías, tanto sobre medios de pago, sistemas de monitorio, gestión de flota y seguridad. Pero por sobre todo nos interesa tener muy claro como debiese ser el proceso de transición entre una tecnología de pago y otra, especialmente porque la gente, en el caso de cambiar la Bip, deberá utilizar un sistema al que deberá, nuevamente, adaptarse. Los cambios tecnológicos son difíciles y complejos, pero tienen que asegurar una continuidad del servicio. No puede haber fallar, ya que no se puede tener días que no esté operativo el sistema de pago. Y debe ser gradual para que pueda ser asimilado.
¿Cuándo deberían tener la información y las propuestas?
Hacia fines de 2016. Pero durante el año desarrollaremos diferentes actividades que tendrán relación con la validación de algunos aspectos que serán socializados por los distintos actores del proceso. Para nosotros es crucial desarrollar un proceso de participación y que se haga en los inicios del proyecto. Aunque al final también hay una consulta que establece la ley, nos interesa sobre todo que las personas nos puedan dar sus aportes para nosotros tener tiempo de trabajar sobre ello. Por eso nos interesa que durante abril y mayo se desarrolle esto.Estamos bastante convencidos que desarrollando este proceso bajo estas definiciones y con una participación importante, el grado de estima que las personas puedan lograr con respecto al sistema va a aumentar. Nos interesa que los usuarios sientan que desde el 2018 en adelante su opinión fue considerada. Queremos que la gente se apropie del sistema y sienta que es suyo y lo valore.
¿Se trabajará también en la evasión?
Obviamente. Todos los aspectos en los que los nuevos contratos puedan ayudar en eso los vamos a incorporar. Veremos cómo incentivamos a los operadores a que ellos asuman un control de la evasión o nos ayuden en el control.
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