Histórico

Clase 2: Inflación: ¿Cuando el globo comienza a inflarse? ¿Cómo se detiene?Curso: Entorno Económico de la Empresa

<b>Profesor:</b> Eric Parrado<br>¿Qué es la inflación? ¿Cuáles son sus causas y consecuencias? ¿Qué políticas anti-inflacionarias son efectivas? ¿Qué hace el Banco Central si se presenta un fenómeno inflacionario? <br>

La inflación es uno de los fenómenos que genera mayor preocupación de las autoridades monetarias en el mundo, a tal punto que en la mayoría de los países el objetivo primordial del Banco Central es explícitamente lograr la estabilidad de precios.

La inflación se define como un aumento generalizado y persistente en el nivel de precios a través del tiempo. Se dice que es generalizado, porque corresponde al incremento en algún indicador agregado de precios de una agrupación de bienes y servicios. Persistente, porque refleja una tendencia en ascenso que se repite en el tiempo. Ello, a diferencia de los incrementos específicos, como podrían ser una modificación tributaria al consumo (cambio en el IVA) o un cambio puntual en un precio fijado por la autoridad (tarifas de telefonía o agua).

En épocas anteriores, la inflación llegó a ser un gran dolor de cabeza para muchos gobiernos. Esto fundamentalmente debido a las crisis hiperinflacionarias por las que pasaron países como Alemania y Hungría tras las dos Guerras Mundiales. Más cerca de nosotros, Argentina, Bolivia, Brasil y Perú vivieron durante los años '80 períodos con una inflación que superó el 100% anual, e incluso el 20.000% en Bolivia.

Ciertamente un incremento en los precios de esta naturaleza empeora significativamente la capacidad adquisitiva de los consumidores, mientras que el comportamiento inestable (alza y baja) de los precios se transforma en un elemento distorsionador en la economía, esto por su rol  informador para consumidores y productores de las potenciales necesidades del mercado.

En un ambiente inflacionario, la incertidumbre respecto de los precios de venta, así como de los costos de producción, hace que las actividades productivas sean un negocio mucho más riesgoso, pues hay mayores probabilidades de error al decidir continuar con los procesos productivos vigentes o al emprender un nuevo proyecto.

Como consecuencia de lo anterior, se produce un desincentivo a la inversión, reasignándose los recursos financieros hacia activos que permitan cubrirse del riesgo inflacionario.

Deflación

La situación descrita anteriormente no es muy diferente de lo que ocurre en un ambiente donde los precios comienzan a caer de manera sostenida, lo que se conoce como deflación. Si esto ocurre, las personas comenzarán a sustituir su consumo presente por un consumo futuro. Es decir, decidirán consumir exclusivamente lo necesario, dejando para más adelante la compra de otros bienes en la espera de un menor valor.

Esta dinámica también afecta a las decisiones de inversión de los empresarios, quienes al observar una caída en los precios probablemente pospondrán sus proyectos debido a que sus productos no serán vendidos inmediatamente, provocando un incremento de inventarios y baja productividad.

En síntesis, tanto la situación inflacionaria como la deflacionaria son las que llevan a las autoridades monetarias a adoptar un objetivo inflacionario positivo, pero moderado. En el caso del Banco Central de Chile, el objetivo está anclado en el 3% de inflación anual, con desviaciones esperadas en torno al 2 y 4%.

Las teorías inflacionarias

Debido a que la inflación implica el crecimiento simultáneo de los precios de los productos y de los factores productivos, creando un fenómeno casi de retroalimentación entre ellos, la teoría económica aún no ha logrado un acuerdo respecto de cuáles son las causas que la originan.

 
- Hay dos teorías que explican la inflación: las que consideran que se debe a un exceso de demanda y las que estiman que los problemas comienzan por el lado de la oferta.-
 

La multitud de teorías explicativas puede agruparse en dos grandes tipos: las que consideran que el origen de la inflación se debe a un exceso de demanda (Inflación de Demanda); y las que estiman que los problemas comienzan por el lado de la oferta (Inflación de Costos).

La explicación keynesiana de la inflación se basa en que la suma de los componentes de la demanda agregada (consumo de las familias, la demanda de inversión de las empresas, el gasto del gobierno y el consumo de bienes exportados) puede ser superior a la capacidad productiva del país. De este modo, una alta demanda causaría un alza en los precios de los productos.

En cambio, los denominados monetaristas también sostienen que es la demanda la fuente generadora de este proceso, pero consideran que la causa fundamental de este incremento es el crecimiento incontrolado de la cantidad de dinero circulante, lo que hace aumentar la disponibilidad de liquidez de todos los agentes, entre ellos los componentes de la demanda.

En primera instancia, ambos enfoques indicarían que el origen de la inflación sería sólo una política monetaria y/o fiscal errónea y, por lo tanto, su "cura" estaría acotada al manejo correcto de la demanda agregada.

En el otro lado de la medalla, se encuentran quienes sostienen que la inflación proviene desde la oferta, ya que el incremento en los costos de producción (sueldos mayores, o el precio de los recursos empleados: alzas del precio del petróleo o la energía) obligarían a las empresas a subir los precios de los productos como una forma de compensar el mayor costo.

En general, estas teorías buscan al culpable de esta situación en el comportamiento de los grupos de presión sindicales y empresariales, o en el de los países exportadores de materias primas. Sin embargo, en la práctica si existen presiones de costos y el empresario está inmerso en un sistema de libre competencia con una demanda agregada alicaída, es muy probable que no esté dispuesto a subir los precios para no perder participación de mercado. Ello hace que el mecanismo de ajuste sean las ganancias (márgenes de utilidad), las que disminuirán debido a una alza de costos productivos y una demanda agregada disminuida.

Al contrario de lo que ocurre con las inflaciones de demanda, las que se generan por el lado de los costos tienen una solución mucho más compleja. Esto sucede porque cualquier ajuste de demanda agregada a la baja que quiera implementar la autoridad producirá un ajuste de la actividad aún más a la baja, creando una situación recesiva que puede derivar en mayor desempleo y, por ende, generar casos de inestabilidad política que no son sostenibles socialmente. En este caso la solución debe ir acompañada de manejos de oferta que generalmente no son de implementación directa.

Políticas de Estabilización

La efectividad de las políticas de estabilización (o anti-inflacionarias) dependerá básicamente de las causas que las generaron. Al igual que una enfermedad, un mal diagnóstico generará una mala prescripción y el "paciente" no mejorará, persistiendo la fiebre (inflación).

Por ejemplo, la política de controles directos "prohíbe" expresamente que suban los precios. Esta solución puede tener un cierto efecto a corto plazo, pero si no se corrigen las causas o los desequilibrios subyacentes, en cuanto se levanten los controles la inflación resurgirá con más fuerza.

Es más, es muy probable que una política de fijación de precios incentive la aparición de "mercados negros", es decir, que se produzca la comercialización de bienes a un precio distinto al fijado por la autoridad, y que se genere escasez de esos mismos bienes en el mercado abierto. Por este motivo, este tipo de control inflacionario no es muy efectivo y no es utilizado como sistema anti-inflacionario serio.

También existe la denominada política de rentas o ingresos, que establece límites al crecimiento de sueldos, salarios y beneficios, afectando negativamente la productividad de la economía con el consiguiente efecto negativo en la oferta agregada de bienes y servicios. Una política de esta naturaleza genera distorsiones al no dejar que opere libremente la oferta y la demanda, generando condiciones propicias para eludir y evadir estos límites a los sueldos. En una economía donde mayoritariamente los trabajadores definen sus salarios como consecuencia de la oferta y la demanda, este tipo de políticas no tiene espacio de efectividad y por lo demás requiere de un monitoreo y control que no compensa los beneficios de implementar tales medidas.

Banco Central y Tasa de Interés de Política Monetaria

Finalmente, existe la política fiscal y la política monetaria, cuya efectividad en el control inflacionario es motivo de un gran debate.

La política fiscal anti-inflacionaria exige recortes en el gasto público, fundamentalmente en el componente de gasto corriente (sueldos y salarios), manteniendo un déficit sostenible y austero, aunque también tiende de alguna forma a racionalizar el gasto social en sectores que se consideran de focalización exclusiva del sector público: educación, salud y servicios básicos.

A su vez, la política monetaria requiere del control de la oferta de dinero y mantener altas tasas de interés. En este caso, es el Banco Central, a través de su régimen monetario de metas de inflación,  el que subirá su tasa de interés con el objetivo de controlar la demanda agregada, con lo que se espera lograr que las familias prefieran no consumir ahora, sino a futuro, y así aprovechen las mejores condiciones para el ahorro.

Con una política de este tipo el instituto emisor deprime la demanda agregada, con lo cual no se presionan al alza los precios, lo que disminuye la inflación. Ésta es la política más utilizada y efectiva en el corto plazo si lo que se busca es mantener controlada la inflación.

Cómo opera la política monetaria

La política monetaria en Chile, basada en metas de inflación, opera de la siguiente manera: si la autoridad diagnostica un episodio inflacionario, entonces decidirá subir su tasa de interés, denominada en Chile como Tasa de Política Monetaria (TPM), que corresponde a una tasa de un plazo muy corto con el cual los bancos comerciales interactúan con el Banco Central.

 
- En Chile si la autoridad diagnostica un episodio inflacionario, entonces decidirá subir la tasa de interés, denominada TPM (Tasa de Política Monetaria). -
 
 
Si sube esta tasa, las instituciones financieras toman como referencia dicha tasa y también suben su tasa corta (transacciones entre los bancos a un día), lo cual finalmente tiende a traducirse en alzas de las tasas de interés por créditos a corto y mediano plazo. Esta subida incrementa los costos financieros, ya sea de deuda vigente (como la de las tarjetas de crédito) y las de nuevas deudas.

Todo lo anterior apunta a que las personas y empresas tiendan a bajar su consumo, que es lo que busca el Banco Central, pues eso le ayuda a controlar la demanda agregada y con esto apacigua la inflación. Una vez que la situación inflacionaria está controlada, el instituto emisor comenzará a revertir el alza de tasas para incentivar la demanda agregada y la producción.
 
En resumen...

La inflación es una de las mayores preocupaciones de las autoridades monetarias de todo el mundo, al punto de que los bancos centrales tienen como objetivo mantenerla controlada.

La inflación se define como un aumento generalizado y persistente en el nivel de precios a través del tiempo.

Este fenómeno afecta en el largo plazo al crecimiento de la economía, debido a que la incertidumbre en el comportamiento de los precios desincentiva la inversión.

Existen múltiples teorías sobre el origen de la inflación, las que se pueden clasificar en dos grandes grupos: quienes la atribuyen a la demanda y quienes la atribuyen a los costos de producción.

Para combatir la inflación se suele recurrir a políticas de estabilización, algunas más eficaces que otras. La más utilizada es la política monetaria, que en la práctica maneja la oferta de dinero disponible en un mercado moviendo las tasas de interés, atribuciones que en Chile tiene el Banco Central.

⚡OFERTA ESPECIAL CYBER⚡

PLAN DIGITAL desde $990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE

VIDEOS

Servicios