Cómo reconocer cuando un pololeo es bueno

Ponerse a pololear es uno de los cambios más profundos de la identidad adolescente. Así, lo que pareciera sólo una etapa más de un largo proceso hacia la adultez, termina siendo uno de los aspectos más trascendentes de esta etapa de la vida... Y también de la de los padres. Porque lo que en principio es parte de un proceso que ayuda a estructurar la madurez emocional de un joven, dependiendo de las características de la relación, puede transformarse, a poco andar, en la peor pesadilla. ¿Cómo darse cuenta de si el pololeo de un hijo es bueno o malo? Todo depende de los cambios que él o ella experimenten:
1. Romper con el narcisismo: el preocuparse por otro rompe con esta característica tan propia de la adolescencia, dice la sicóloga Daniela Carrasco, de la UDP, y esta nueva conducta obliga al adolescente a salir de su pieza y recuperar la empatía que suele perderse en esta etapa. Además, mejora la comunicación con su entorno más cercano, en el entendido que al estar pololeando aprende a compartir. De no ocurrir esto, los especialistas hablan de un pololeo negativo.
2. Cuestión de identidad: en el entendido que pololear provoca un cambio profundo en la identidad, de acuerdo con Judith Lozano, de la UC, "implica ser capaz de reconocer los propios sentimientos y de establecer una relación íntima con el otro". Todo lo anterior los ayuda a tener un desarrollo integral de los distintos aspectos de su vida. Lo contrario lleva a una personalidad insegura.
3. Negocian mejor: tener una pareja los obliga a llegar a acuerdos con personas distintas a su familia más inmediata. Esto los vuelve más positivos y dispuestos a luchar por lo que les interesa, de hecho, la manera en que piden permiso para salir debiera variar con el pololeo.
4. Más amistades: para Lozano este es un item importante, porque lo que se espera de los adolescentes con pareja es que amplíen sus espacios sociales, al participar ambos de los grupos de amistades de cada quien. Si no fuera así y lo que ocurre es que se pierden los espacios sociales y se genera una dependencia emocional negativa, el pronóstico es más bien malo.
5. Mejora el rendimiento académico: un pololeo debiera traducirse en un mejor rendimiento en el colegio. Y esto se incrementa a mayor edad de los involucrados, cuando las relaciones son más significativas, sobre todo en los hombres, porque las mujeres tienen mejores habilidades comunicativas y tienden a tener mejores notas, los influyen positivamente.
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