Durante el año 2004 y 2007, la pintora e ilustradora chilena Loreto Corvalán fotografió casi todos las camas en donde durmió en aquellos años, sean estas armadas con sábanas de seda o colchón de camping en el suelo. Es el reflejo de un periodo plagado de viajes y cambios que, como registro informal y sin pose, le sirvió de base a la autora para las telas que presenta actualmente en la exposición De Quilpué a Londres, que presenta hasta el 30 de noviembre en la Corporación Cultural de Las Condes (Apoquindo 6570).

Se trata de una serie de telas de gran formato, que, a través de la superposición de imágenes, evocan todo tipo de migraciones y mestizajes, tanto de índole cultural como espacial y que, como señala la expositora, "nos introduce a una reflexión sobre los que quitan sus orígenes para llegar a una tierra que no conocen obligándonos a crecer, desconcertarse y aprender".

Para ella, la cama fue nido, sueños, pesadillas, lecturas y desvelos, novedades y fantasmas durante estos tres años. "La diversidad de lugares y la manera en que fue acogida quedaron registradas de manera estrictamente informal, sin pose y sirvieron de base para el trabajo que se presenta. La puesta en relieve de esta hospitalidad evoca otras hospitalidades, otros desplazamientos. Las migraciones son consustanciales al mundo contemporáneo y el mestizaje que originan nos obliga a desconcertarse, mezclarse y aprender".

Loreto Corvalán, nacida en Valparaíso, ha vivido y trabajado entre Chile y Francia, colaborando en forma permanente en medios de prensa y editoriales como ilustradora y realizando exposiciones. En 1983 se titula de geógrafa en la Universidad Católica de Valparaíso y en 1991 obtiene el Diploma Nacional de Expresión Plástica, en Toulouse. Al año siguiente, es seleccionada para realizar un postgrado en Nantes, becada por el Ministerio de Cultura Francés.