Estudio afirma que la sonrisa reduce estrés y protege el corazón

Incluso, afirman las investigadoras de la Universidad de Kansas, si el gesto es forzado tiene influencia directa en el humor de las personas.




Enfrentar la vida con una sonrisa tiene consecuencias reales sobre la reducción del estrés y la salud del corazón, confirmó un nuevo estudio realizado en la Universidad de Kansas y publicado en la revista  Psychological Science.

Tara Kraft y Sarah Pressman, dos médicas de la Universidad, convocaron a 169 estudiantes sin explicarles el objetivo real de la experiencia, a fin de preservar la confiabilidad de los resultados.

Las investigadoras pidieron a los participantes que se colocaran varillas en la boca, para simular una expresión facial precisa. Luego, los estudiantes fueron divididos en tres grupos: el primero con expresión neutra, el segundo con una sonrisa forzada y el último con una sonrisa llamada "de Duchenne", sincera y que incluye la estimulación de los músculos alrededor del ojo.

Cada grupo tuvo que realizar luego algunas tareas que se consideran estresantes: dibujarse una estrella con la izquierda, para los diestros, y con la derecha para los zurdos; sumergir la mano en agua helada; todo conservando la expresión facial gracias a las varillas.

Mientras tanto, las autoras del estudio registraban el ritmo cardíaco de cada participante: así, las personas con la sonrisa forzada mostraron un ritmo cardíaco más lento que aquellas con expresión neutral. Pero además las personas con la "sonrisa de Duchenne" exhibieron un ritmo cardíaco aún más bajo.

Así Kraft y Pressman concluyeron que una sonrisa, incluso si es forzada, tiene influencia directa en el grado de estrés: el siguiente paso será explicar las razones de esta relación.

Según las primeras hipótesis, la sonrisa puede influir en el cortisol, la hormona vinculada con el estrés. "La utilización de estos músculos -dijo el psicólogo Michal Lewis, de la Universidad de Cardiff- forma parte de la manera en que el cerebro evalúa el humor".

El estrés está estrechamente vinculado con los problemas cardíacos, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la obesidad. La risa, por su parte, libera endorfinas que alivian el estrés, pero al mismo tiempo permiten bajar la tasa de cortisol.

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