La Lazio, donde brillara Marcelo Salas en los 90, está en medio de una polémica. El equipo romano presentó una camiseta negra con un águila, la que ocupará en competencias internacionales. Y de inmediato estalló la polémica, al vincular la casaquilla con las tristemente célebres Camisas Negras, del régimen de Benito Mussolini.

La Lazio, equipo que siempre ha sido vinculado a sectores fascinas, de hecho, el dictador italiano era seguidor de los celestes, vuelve a ser ligado a grupos de extrema derecha.

El diario francés Le Monde ironizó que la escuadra lacial presentara una camiseta “para sacar del retiro a Paolo di Canio”, jugador que militó en el equipo capitalino y que es recordado por su inclinación por el fascismo. Aún es recordada la celebración cuando el atacante hizo el saludo nazi ante todo el estadio.

El mismo diario señala que el negro está de moda esta temporada entre las casaquillas de fútbol, pero que en el caso de la Lazio “se algo problemático” este color, ante los conocidos vínculo fascistas de buena parte de su hinchada.

El Corriere della Será, en tanto, reproduce la nota de Le Monde, pero destaca que está escrita por el periodista que tradicionalmente cubre el Frente Nacional de Marine Le Pen, el partido de extrema derecha de Francia.

Las Camisas Negras

A parte de la historia de la Lazio, lo que llamó la atención del medio francés es el uso de los símbolos que marcaron el régimen de Mussolini: el negro y el águila.

Las Camisas Negras aparecieron en 1919 y fueron el nombre popular de las Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional, grupos fascistas paramilitares, organizados por el mismo Duce, para sembrar el terror entre sus rivales políticos antes de hacerse con el poder.

Movimientos similares, todos ligados al fascistas o nazistas existieron en Alemania y el Reino Unido.